365 Días con él

Cena sorpresa

Pov Harry

Los brazos de Draco rodeaban mi cintura, pegándome a su cuerpo.

Habían pasado dos días desde el festival escolar, y las cosas iban relativamente bien. 

La escuela estaba por acabar -aún me quedaban algo así como dos meses con Draco. 

Mi hermanastro se veía mucho más tranquilo que antes, y los amigos de ambos se habían vuelto nuestros amigos.

Todo estaba bien.

Era temprano, aún no oscurecía por completo, y Draco y yo habíamos decidido pasar el día en casa, viendo películas y comiendo pizza.

-¿Mañana vamos a ir con los demás? –pregunté adormilado. Con el estrés de todo lo que había pasado y los exámenes, apenas había dormido. Ahora todo ese cansancio me tenía agotado.

-Pansy en verdad quiere que vayamos, –contestó –dijo que si no, nos va a ir muy mal.

-Entonces vamos a ir.

-Exacto –reí por lo bajo y oculté mi rostro en el pecho de mi hermanastro. Su mano jugaba distraídamente con mi cabello.

Ni siquiera estaba muy seguro de qué película sonaba de fondo.

-Harry, ¿crees que deberíamos –el teléfono de la casa sonó.

-Ugh –me quejé. Esperaría a que la persona que llamaba se rindiera, no me sentía con ganas de moverme ni separarme del rubio.

El teléfono siguió sonando.

-Harry -dijo de forma imperativa.

-¡Está bien, está bien! Ya voy –gruñí mientras me ponía en pie.

Chequé el identificador de llamadas: nuestros padres estaban llamando. Eso sí era raro.

-¿Mamá? –contesté la llamada.

-Hola, querido –respondieron del otro lado -¿cómo han estado?

-Bien, todo bien. ¿Qué pasó, mamá?

-¿Qué acaso una madre no puede llamar a su hijo solo para saber cómo está?

-No a esta hora.

-Harry, aún no son ni las ocho.

-¿Ah? ¿En serio? –revisé el reloj –Supongo que estoy más cansado de lo normal.

-Bebé, deberías dormir temprano y dejar de desvelarte con tus películas y videojuegos.

-Mamá, deja de llamarme así.

-¿Por qué? Nunca dejarás de ser mi bebé –dijo de forma cariñosa -¿cómo está Draco?

-Bien, mamá, está aquí junto a mí.