365 Días con él

Se acabó la fiesta

Pov Draco

No podía creer lo que escuchaba. 

Harry me estaba pidiendo eso. 

Era lógico que no estuviera consciente de lo que decía, pero como dicen: los niños y los borrachos siempre dicen la verdad.

-Harry, vámonos al departamento, no sabes lo que dices –me traté de levantar.

-Lo único que quiero es besarte –dijo en un tono coqueto.

-No sabes ni lo que estás diciendo, estás borracho.

-No es por eso, realmente quiero ser tuyo.

-¡Basta! –dije desesperado.

Muy dentro de mí sabía que yo lo quería tanto como él, puede que incluso más, pero no era correcto hacerlo en esas condiciones.

-Vamos, no me digas que es porque somos hermanos. No lo somos, Draco.

-Aunque lo desee, no puedo –dije bajo, pero al parecer el otro me escuchó.

-Vamos hay que hacerlo, nadie lo sabrá –dijo acercándose más a mí.

Cerré los ojos fuertemente. 

Los deseos de hacerlo mío, de quitarme las ganas de esas fantasías que mi mente constantemente imaginaba realizar con él... era demasiado para mí. 

Con un movimiento rápido cambié de posición con Harry, quedando él debajo y yo arriba.

Sin pensarlo más lo besé, con esas ganas que había soportado todo ese tiempo. Harry soltaba pequeños suspiros y se aferraba a mi ropa.

Las cosas fueron subiendo de calor. 

Empecé a desabrochar su pantalón. Harry se quitó su camisa y playera. 

Mi ropa comenzaba a incomodarme así que proseguí a hacer lo mismo. 

Cuando miré a Harry no pude evitar morder fuertemente mi labio. Harry llevaba solo un bóxer negro que se pegaba a su pequeño cuerpo. Seguí besándolo mientras acariciaba sus piernas; Harry daba débiles jalones a mi cabello.

Besé su cuello y Harry soltó un gemido. Sentía un enorme placer y, cada vez, los gemidos del otro eran más constantes. 

Bajé hasta su pecho y empecé a darle pequeños besos. Harry estaba con los ojos cerrados, pero podía ver su excitación.

Mis manos bajaron hasta el elástico de su ropa interior cuando desperté de esa nube de deseo.

-Lo siento, no... no puedo –dije poniéndome en pie. Comencé a ponerme mi ropa.

-¿Me vas a dejar así? –dijo haciendo pucheros y viéndose demasiado adorable.

-Vámonos –dije pasándole su ropa. 

-Pónmelo –dijo alzando sus brazos.

Rodeé los ojos, pero lo ayudé a ponerse su ropa. 

Salimos de la casa de Zabini y manejé hasta el departamento. Harry se quedó dormido en el camino así que, al llegar, lo cargué hasta su cuarto.

-Si algún día me lo llegas a pedir en tus 5 sentidos, no dudes que te daré la mejor noche te tu vida –dije sonriéndole con cariño. 

Salí del cuarto y cerré la puerta.

Pov Harry

-Soy un idiota -dije ruborizado - Solo quería ver hasta donde eras capaz de llegar, maldito rubio oxigenado, pero acabé siendo yo el que quería más. 

Si había tomado alcohol, pero no lo suficiente para perder control de mis acciones. 

Había puesto en peligro mi integridad física, pero, bueno, Draco había pasado la prueba.

Y mientras, yo me quedaba en mi cuarto ansiando el toque de mi hermanastro.