Extra 1

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Cameron POV'S:

-¡Ky!- grité saliendo de la habitación y al instante unas pisadas fueron a mi encuentro.

Allí estaba mi novia, frente a mí, con sus brazos cruzados, cejas fruncidas, labios en puchero y con mi camiseta favorita.

-Sabes que odio que me digas Ky.

-Lo sé; pero, quiero mi camiseta- señalé la prenda en su cuerpo.

Negó- Lo siento, amor, ahora es MI camiseta- respondió y jadeé sorprendido. Así se repetía la rutina, cuando yo tenía una camiseta favorita, Kylie la encontraba, se la probaba y si veía que le quedaba bien, ya me podía ir despidiendo de mi prenda. Solo hasta que le encontrara la mínima imperfección la dejaba de usar y yo gustoso la recibía; sin embargo, no la sentía mía, por eso yo también la desechaba.

-¡Ky, es la camiseta de los Rolling Stones!- exclamé, es mi banda favorita y ella no gustaba de su música. Decía que ni su padre los escuchaba, que era un anticuado y bla, bla, bla.

-¡No me digas, Ky!- chilló.

De alguna manera Kylie odiaba odiaba que le dijeran ese apodo, nunca me había dicho la razón. Según su amiga, Alice, tenía que ver con su ex novio. Detestaba el hecho de que ese perdedor la haya hecho sufrir. Vi una parte de su mala situación esa noche en la fiesta. En ese entonces solo éramos desconocidos y no teníamos los sentimientos de ahora.

Bufé- Amor, es mi favorita. Tú odias esa banda.

-Eso no importa, me queda bien y me gusta- defendió.

Eso no podíamos discutir, lucia sexi, le cubría todo su respingón trasero y le quedaba mejor que a mí. Ganas no me faltaban de tomarla por la cintura, empotrarla contra la pared, besarla, acariciarla y hacerla mía en nuestra habitación; pero, esta vez pelearía por mi camiseta.

-Kylie- me acerqué a ella, abrazándola por la cintura- saldré con mis amigos y quiero usarla.

Bufó y rodó los ojos- Bueno, ten- se apartó de mí y en mí delante se sacó la camiseta, quedando en ropa interior. Me la lanzó, causando que apartara mi mirada de su cuerpo. Sabía que lo hacía para provocarme. Lo peor de todo era que lo estaba logrando.

-Oh, vamos mujer no soy de piedra- tomé mi cabello frustrado y ella solo soltó una pequeña risa, yéndose a la cocina.

Fui a vestirme y caminé a la cocina a reunirme con mi novia. Que aún seguía en interiores. Buscaba comida en el refrigerador, dejando a la vista su culo respingón. Mi traviesa mano atrapó una nalga haciéndola saltar del susto. Cerró el artefacto con fuerza y la acorralé rápidamente contra la pared.

-Casi entrabas- bromeé.

-Buscaba mi torta de chocolate.

Me acerqué mas a ella y a sus labios- No gaste energías. Ya me la comí.

Su boca de formó en una gran "O", como si la hubiese abierto las piernas, enterrado los dedos en su interior, gimiendo de placer y suplicando por más; sin embargo, era una "O" de asombro.

-¡Era mi torta!- chilló pegándome en el pecho. Acción que no me causó reacción alguna.

-Era- recalqué tomándola de las muñecas.

-Cuando vuelvas de tu reunioncita quiero una gran porción de tarta de chocolate.

-Y si lo embarro de chocolate ¿te lo comerías?- señalé mi entrepierna.

-¡Enfermo!- me volvió a golpear. Antes de que pudiera responderle, tocaron la puerta y ella fue corriendo a vestirse. Suspiré y reí mentalmente. En serio me había sacado la lotería con Kylie.

Abrí la puerta de entrada, tomándome la sorpresa de que se trataba de un chico rubio, alto y bien vestido con una niña rubia de unos aproximadamente cinco años. Mis ojos y los de Tristan reflejaban sorpresa y de la pequeña emoción. Sabía que Kylie iba a cuidar de su hija; pero, pensé que bromeaba o que lo pensaría bien y se terminaría retractando.

¿Acaso no la conoces?

 -¿Esta Kylie?- preguntó el rubio y asentí con la mandíbula tensa. Detestaba el hecho de que ellos tuvieran al menos la mínima relación.

-¿Quién es, Cameron?- Kylie había aparecido junto a mí- Oh, hola Natalia ¿Lista para divertirnos?- le tendió la mano a la niña y ella la tomo confiada- No te preocupes por ella- a Tristan.

-No lo hago- respondió dedicándole una sonrisa. Si lo seguía haciendo perdería los estribos y le cerraría la puerta en la cara, rompiéndole la nariz- Vuelvo por ella a las diez.

-La cuidaremos bien- la tomé por la cintura y le besé la coronilla- Mi NOVIA es buena con los niños- estaba siendo posesivo lo sabía.

-Adiós- Kylie notó mis intenciones y se despidió cordialmente. Cerró la puerta y se volvió hacia la niña- Ve a dejar tus cosas en la habitación de allá- señaló y la infante hizo caso- Ahora ¡¿Por qué tenías que comportarte así?!- exclamó molesta.

-¿Quién?- mire a todos lados- ¿Yo?

-¡No! El que está a tu costado- dijo sarcástica.

-¿Y que querías que haga? Quería empezar a coquetear contigo. No me iba a quedar de brazos cruzados.

-Sabes que solo te quiero a ti- me señaló. Empecé a sentir culpa.

-Lo sé- miré mis pies avergonzado.

-Te amo, él no me hará cambiar de opinión de lo que siento por ti- tomó mi barbilla sonriéndome sinceramente.

Le creía, confié en ella; pero, no esperaba que me apuñalara por la espalda.

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El primer extra!! Luego publicare el segundo donde Tristan responde todas nuestras preguntas ¿Que sucedió después de la mudanza de Kylie?

Beshos :) 

Crying In The ClubDonde viven las historias. Descúbrelo ahora