Bijuu [Naruto]

Día uno.

Yumei tenía un pequeño departamento justo al lado del departamento de Naruto, así era más sencillo cuidar de el rubio.

El día anterior había sido ¿Agitado? Sí, probablemente esa era la palabra para describirlo, un día agitado. Yumei nunca había recibido tantos abrazos en un mismo día, primero Tenten, luego Naruto, después Sakura e Ino, que por cierto se pelearon por ver quién abrazaba primero a la peliazul, luego Lee quien casi provoca que la peliazul se desmaye, luego Neji aunque fue un tanto incómodo, Kiba, Shino, Hinata, Choji, Shikamaru, Kurenai, Sasuke incómodo de nuevo, Gai, Kakashi, Iruka, Asuma y Akamaru, en ese orden, que por cierto Akamaru la tiró al piso para lamer su cara.

Mientras estuvo lejos olvidó lo que era un hogar. Se sentía nostálgica, pero sabía que eso no duraría mucho.

Hoy saldría con el equipo de Kurenai para comer juntos, tenía tantas ganas de hablar con Hinata y bromear con Kiba, y por supuesto ir al bosque a buscar insectos raros con Shino.

Aquellos días del pasado fueron los mejores.

Salió del departamento apurada, bajó corriendo las escaleras y chocó con alguien al llegar al último escalón.

-Sasuke- saludó-

-Yumei, ¿A dónde vas?- su tono calmado de siempre-

-Ire a comer con el equipo ocho- sonrió- ¿Tú a dónde vas?-

-Solo vine a decirle a Naruto que tenemos una misión por la tarde-

-Naruto no está en casa-

-Tks- chasqueó la lengua- ¿Sabes a dónde fué?-

-A Ichiraku-

-Debí imaginarlo- bufó-

-Bueno, tengo que irme que voy tarde- sonrió y se despidió de Sasuke-

Corrió por las calles de Konoha saludando a todos a su paso, ya la recordaban.

Llegó al fin al restaurante de barbacoa donde se vería con el equipo ocho, al entrar el olor era irresistible, unas manos la saludaron a la distancia, era Kiba, la peliazul se acercó sonriendo.

-Hola, perdón la tardanza- sonrió apenada-

-No te preocupes, acabamos de llegar también- Kurenai sonrió-

-Así es, así que toma asiento- Kiba se hizo a un lado para dejarle un espacio-

-Gracias-

Yumei comió y se rió mucho, Kiba seguía siendo un idiota divertido, Hinata era la misma personita tímida y tierna, y Shino, bueno el seguía igual de callado que siempre.

Al terminar el día llegó a su departamento, era de noche y la luz de la luna era tenue.

-Cuatro días- suspiró-