Capítulo 3

464 42 1
                                    

— Padre, no soporto esto, no puedo seguir así — Dije entre sollozos, estaba destrozado, ya varias veces pasa esto, hasta es agotador para ellos mismos, las primeras veces me levantaba a la madrugada y por mis gritos desesperados mi padre venía y me abrazaba como lo hace ahora.

— Tranquilo hijo, todo está bien, nadie te hará daño.

— Tengo miedo ¿Y si él se escapa? ¿Y si alguien me quiere hacer lo mismo que me hizo él?

— Jimin, tranquilo. Nunca pasará eso. — Dice pasando su mano por mi espalda, su voz era dulce. Él me protege ante todo, aunque a veces proteja más a su mujer que a mi, pero es normal yo tengo que ser un hombre y enfrentarme a la situación, pero en este momento no estoy para hacerme el valiente.

— Papá, quiero faltar a clases. — dije cerrando mis ojos.

— ¿Quieres desayunar en la cama? - Pregunta el, y yo asiento formando una sonrisa en mi rostro, pero él no lo ve. Ya que tengo mi cara apoyada a su hombro.

— Iré a hacerlo, quédate aquí y hazme un espacio para mi. ¿Si?

— Si — digo y mientras el se va de la habitación seco mis lágrimas con mis manos.

Tan fácil es morir ¿verdad? Tan fácil como no respirar por un rato. Eso no dolerá, pero si a mis familiares y a Yoongi.

Tantas veces lo pensé, tantas que he perdido la cuenta. Me gustaría perder la memoria, que lo que sufrí se fuera de mis recuerdos, de mí.

Ya no le encuentro el sentido a la vida.

Me encuentro secando mi cuerpo con una toalla, ya que hoy iré a pasar el rato con Yoongi, el sabe que a veces tengo esas recaídas, y por eso sabe que jugando a cualquier cosa y pasando tiempo con él son la cura ante mis problemas.

Parece sencillo para muchas personas salir a la calle, pero para mi se volvió un miedo, y me dan ataques de pánico, incluso si veo a alguien con chaqueta negra y algo con tono rojo me recuerda a Namjoon, cuando vino a mi casa a secuestrarme.

Tantos problemas y pocas soluciones, ya no me pasa tan seguido, ahora me siento seguro para salir a la calle solo.

Las calles transitadas me recuerdan que ahora mucha gente sale de su trabajo y Yoongi es una.

Lo estoy esperando en el lugar donde él trabaja, es una cafetería con toques modernos y vintage, lo que más me gusta de ese lugar son las paredes, con colores pasteles y plantas que las  adornan.

Su turno está por terminar, pero esta distinto, hace semanas que no lo veo, pero su cabello ahora negro azabache me dice  que se lo ha cambiado hace poco.

— Hola Jimin, ¿Como estas? — Dice sorprendido por mi presencia.

— Bien, ¿Quieres comer algo por aquí cerca? — Pregunté sonriente — me gusta mucho tu nuevo color.

— Oh — dice tocando su cabello — gracias. Decide tú el lugar.

— Vamos — dije animado —.

El sol se ocultaba lentamente por detrás de los edificios, dando paso a la oscuridad y la luz artificial de todas las tiendas y restaurantes abiertos.

— ¿Comemos aquí? — pregunté mientras veía como Yoongi observaba las demás tiendas mirando otras opciones.

— Si, si, entremos, tengo hambre — dice sonriendo —.

El lugar estaba casi lleno y el aroma abundaba cuando entrabas.

Ya habíamos pedido la comida, realmente estaba rica, el bibimbap era el especial de esa noche.

Hablamos todo lo que podíamos hasta que terminamos de comer, la Azúcar estaba algo nerviosa hoy, se notaba incómodo.

— Yoongi ¿Que te pasa? Pareces algo extraño. ¿Te sientes bien? — dije, ya habíamos salido del lugar, ahora estábamos caminando a un rumbo desconocido.

— Ah, sí. Estoy bien. ¿Porque no fuiste al colegio? — dice Yoongi poniendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

— Tuve una pesadilla y me quedé con mi padre en casa.

— ¿Otra vez? Pensé que ya no pasaba más. ¿Son peores?

— Si azúcar,  son más frecuentes, tengo miedo a que pase algo realmente.

— No va a pasar nada Jimin, él está en la cárcel. — Dice pasando su mano sobre mis cabellos.

— Pero tengo mucho miedo.

— Jimin tengo algo que decirte algo—  dice Yoongi deteniendonos al mismo tiempo, no me había dado cuenta que habíamos caminado hasta un parque lleno de luces.

— ¿Que pasa? — pregunté preocupado, su cara era seria, más de lo normal.

— Tú, ¿tú amas a alguien?

— ¿A qué viene eso?  — pregunté sonriendo. — Te amo a ti Yoongi.

— ¿En qué sentido gustas de mi?

— Yoongi yo te amo.

— Hay muchas formas para amar a una persona Jimin, pero tal vez la tuya no es igual a la mía. Pero no quiero arriesgarme a escuchar una respuesta que no quiero.

Yoongi se acercó más a mi, sus manos se posaron en mis mejillas, tenía miedo pero a la vez no. Yoongi me miraba a los ojos, tal vez esperaba que respondiera, pero no lo hice.

Instintivamente cerré los ojos, pero no paso nada. Al abrirlos nuevamente Yoongi me sonrió.

— ¿Que pensabas que te iba a hacer?, Tonto.

— No hagas esas bromas, Yoongi. - dije golpeándolo suavemente en su brazo.

— Tonto. ¿Quieres ya ir a casa? Ya se hace tarde.

— Sí, iré solo.

— Te acompaño, es peligroso a esta hora.

— Vamos. — dije sonriendo.

— Hace frío a esta hora ¿no crees? — dijo acercándose más a mi. Pasando su mano en mi hombro.

Ya habíamos llegado a mi casa, le pregunté a Jimin si quería quedarse a dormir pero no quiso.

Me siento cansado, hoy fue un día agotador.

La habitación parece fría, la oscuridad de la misma me aterra.

Me acostumbre a dormir con la luz prendida.

¿Soy libre? (Yoonmin - NamMin) (3) Where stories live. Discover now