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Estaba riendo animadamente con el cast después de haber brindado cuando Dylan tiró de mi y me apartó del resto.
— ¿Qué pasa? —fruncí en ceño.
— Nada, simplemente... —rascó su nuca—. Quería darte las gracias —fruncí más el ceño—, por estar aquí, en realidad significa mucho para mi...
— Bueno, alguien tiene que evitar que se te suba la fama o tengas algún ataque de pánico —le interrumpí.
Él rió entre dientes.
— Me refería a aquí, a mi lado, durante todos estos años —tomó mi mano—. Fuiste la primera en apoyarme en todo esto de la actuación y eras la más emocionada cuando me dieron el papel, has estado en cada comic con y no se, ahora mismo tengo tantos sentimientos encontrados por que este es el final que sentí que tenía que darte las gracias —se encogió de hombros y miró avergonzado a sus pies, un gesto tan tierno que terminó de derretirme el corazón.
— No tienes que agradecerme, Dyl. Siempre seré tu fan número uno, nunca lo dudes. Siempre me veras en cada rueda de prensa, cada entrevista y cada estreno, siempre, no habrá ni un sólo momento en el que no este para apoyarte, para verte triunfar —me encogi de hombros—. Además, tú también me has apoyado siempre, gracias a ti descubrí que también quería actuar y tú me animaste a audicionar para varios papeles que creí que no me darían —sentí como mis ojos comenzaban a picar—. Nos apoyamos el uno al otro, es lo que siempre hacemos.
— Licy, ya estás llorando otra vez.
— Dios, esto me pone tan sentimental y es tu culpa.
Dylan sonrió de lado y no pude evitar rodearlo con los brazos y esconder mi rostro en su pecho.
— La mayor parte del tiempo me siento como una madre orgullosa —murmuré.
Él comenzó a reír.
— Te amo, Licy.
— Yo también te amo, Dyl.
Y tuve miedo cuando sentí como mi corazón se aceleraba al decir esas palabras.
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