Sin Conciencia (Abraham Mateo)

Capítulo 16

Con todo el dolor de su corazón Leyla colgó el teléfono, se castigaba internamente por haber dejado a Abraham solo, sabiendo que no estaba bien.
Dejó de pensar, cogió su chaqueta y salió de su casa rumbo al hospital, tenía que ver con sus propios ojos que aquél chico estaba muerto.

Condujo a toda velocidad con lágrimas en sus ojos, iba nerviosa y asustada. Con suerte no tuvo ningún accidente. Tan rápido como pudo llegó al hospital, estacionó el coche y bajó de él. Corrió como nunca esperando encontrar el abrazo de Abraham aún vivo, pasaba pasillos larguísimos y no veía la recepción, a lo lejos vió a una enfermera y se acercó a ella:

—Buenas tardes vengo a ver a un paciente mío, soy la psicóloga Leyla del departamento del FBI.

—¿De qué paciente me habla?— respondió ella amablemente.

—Abraham Mateo— pasó saliva.

—Ah— dijo la enfermera cambiando su gesto radicalmentente— pase es por acá —señaló.

Leyla fue detrás de la chica vestida de blanco, no podía disimular lo nerviosa que estaba, sabía que debía controlarse. Nadie podía pensar algo que no era.

A lo lejos ella podía ver a Roberto caminando de un lado a otro nervioso, sin más ella se acercó hasta él rápidamente:

—¿Cómo está el?— preguntó Leyla

—No lo sé, lo último que supe es que entró a sala de emergencias... Nadie sale, nadie me dice nada— dijo con tono culpable.

—¿Pero cómo es que llegó a ese punto?— preguntó exaltada— no logro entenderlo.

—Yo tengo la culpa, yo no lo cuidé como tu me lo pediste antes de irte— bajó la cabeza.

—No Roberto, la única culpable aquí soy yo, por haberlo dejado cuando yo sabía que no era la mejor decisión.

La enfermera interrumpió la plática, venía con un médico que la acompañaba:

—Buenas tardes, soy el doctor Alan, el médico que atendió a Abraham— saludó a ambos con la mano.

—¿Cómo está él?— preguntó Leyla de inmediato.

—Por poco no vive, llegó aquí muy débil y sin pulso. Ahora está muy delicado, está conectado a un respirador artificial.

Ella dió un gran suspiro en forma de alivio, el saber que Abraham seguía vivo le había devuelto el alma al cuerpo.
—¿Se va a recuperar? —cuestionó Roberto.

—Esperemos que si, debido a su desgaste muscular y al sangrado que tuvo nada es seguro. Pero seamos positivos.

Ambos se miraron.

—Puede pasar a verlo si gusta señorita Leyla, sé que estaba en tratamiento con usted— habló el médico.

—Si gracias— respondió ella

Roberto de despidió de la chica y ella fue detrás de la enfermera para visitar a Abraham.

Llegaron hasta su puerta y afuera de ella había dos policías cuidando la entrada, entró la chica e hizo pasar a Leyla.

Lo primero que vió nunca lo imaginó, vió un Abraham delgado, pálido,  con la piel dañada, entubado y con los ojos cerrados en la cama. Tal imagen causó impresión en la joven, que pronto soltó el llanto. El chico estaba debatiéndose entre la vida y la muerte por causa suya. Lo abrazó muy fuerte tomando entrelazando sus manos, lloraba y no paraba de hacerlo deseaba regresar el tiempo para poder cambiar todo y quedarse a su lado. Porque lo único que había logrado era negarse lo obvio.

Ella estaba completamente enamorada de Abraham.

Limpió sus ojos y lo miró atentamente, tocó du mejilla y depositó un pequeño beso en esta.

Lo abrazó una vez más y le susurró al oído:

"Te prometo que voy a sacarte de aquí, y vas a estar bien... Te lo prometo".

HOLAAAAA aire perdón por tardar tanto, pero ya entre a la universidad xd... Deseenme suerte.

L@s quiero

Espero sus comentarios ❤❤🙌