Sin Conciencia (Abraham Mateo)

Capitulo 1 (Editado)

Después de 4 años de haber huido de  casa lo atraparon, la policía lo buscaba, el gobierno lo buscaba, era alguien peligroso, pero no fue a la cárcel, porque estaba comprobado que lo que él necesitaba era estar en un sanatorio mental por muchos años.

Lo llevaban en una camilla atado de pies, manos y cuello. Él intentaba zafarse de algún modo, pero no lo lograba:

—Suélteme imbéciles— se movía desesperadamente.

—¡¡¡Me las van a pagar, cuando salga de aquí se van a arrepentir todos se van a morir!!!— gritaba a todo pulmón

Estaba molesto, muy molesto, le habían puesto una camisa de fuerza que le impedía moverse.
Lo habían metido en un cuarto blanco, lleno de esponjas por todos lados, pero a él no le importaba en ese momento golpearse estaba muy agresivo,  pero esa agresividad no era normal dentro de los parámetros preescritos.  Pero dentro de sí sólo quería quitarse la camisa de fuerza.

—¡Déjenme salir! ¡NO ESTOY LOCO!— gritaba lleno de coraje, pero nadie atendía su llamado.

Los médicos observaban el comportamiento de aquél chico que al parecer estaba muy dañado, y necesitaba ayuda urgente.

Había sido clasificado como paciente de alto riesgo, necesitaban un cuarto mucho más especial para él.

Esa noche no se había calmado, así que habían tenido que entrar varios guardias, para aplicarle un sedante, y que cayera profundamente dormido.
(....)

Pudieron trasladarlo hasta su nueva habitación, claro sedado. No había otro modo, el cuarto era grande en comparación con  aquél chico de 16 años.

1 año después:
Los episodios de ira aumentaban cada vez más,  no había cura. Ni nada con que ayudarlo. Sufría mucho por las noches, se le escuchaba gritar atormentado, nada lograba calmarlo, conforme tenía episodios de ira, también los tenía de depresión. Hasta el momento había sido diagnosticado con 5  enfermedades mentales distintas  entre ellas: esquizofrenia, psicopatía, bipolaridad, trastorno explosivo intermitente y ansiedad. En ese momento era el paciente con mayor número de enfermedades mentales en la clínica.

Siempre estaba perdido en la nada, gracias a los medicamentos lograban  mantenerlo quieto, cuando no tomaba calmantes el martirio volvía, y su sufrimiento también, porque aunque no lo pareciera por dentro era una persona que sufría, más allá de todo lo que hubiese hecho necesitaba ayuda.

Pero su carácter lo hacía mucho más complicado, era una persona muy difícil de tratar, no confiaba en nadie y la mayoría de los psicólogos temían de él, porque sabían perfectamente lo que era capaz de hacer, y él se encargada de que todos creyeran que si se acercaban iban a sufrir.

(...)

Abraham se encontraba sentado, mirando a la deriva, no tenía más nada que hacer, aparentemente se veía un chico totalmente normal, pero dentro de su mente se encontraban mil demonios que afortunadamente nadie podía ver.

Mr. John abrió la puerta:

Se encontró con un cuarto totalmente oscuro, dió un paso y antes de cerrar la puerta prefirió llamar al paciente:

—¿Abraham?— llamó

Sin más la puerta se cerró, y sintió un peso sobre él y algo que aprisionaba su garganta, logró llegar hasta el interruptor de la luz, intentó quitarse a Abraham de encima, pero no lo logró al parecer él tenía cuatro veces la fuerza de él:

—Les dije que no quería ver a nadie—  susurró Abraham para después cortar su cuello y que se desangrara totalmente en el piso.

Hábilmente escondió el objeto punzo cortante debajo de su colchón y caminó hasta la puerta, y la tocó para que el guardia viniera rápidamente:

—Em, oiga. Creo que acabo de matar al doctor— alzó los hombros con una sonrisa penetrante y una mirada totalmente angelical

Rápidamente lo detuvieron y lo llevaron a la cama con un sedante sin previo aviso, sacaron el cuerpo del médico y lo dejaron totalmente atado a la cama.

No aceptaba ayuda de nadie, cada vez que alguien entraba a su dormitorio mínimo salía golpeado levemente, le disgustaba tratar con todo el mundo.

Cada vez era más difícil tratarlo, por momentos el chico parecía estar cuerdo, pero por otros parecía como si algo estuviese dentro de él, algo que lo hacía no tener piedad a la hora de matar a alguien, el pensamiento de Abraham causaba una gran interrogante para los médicos.

L@s amo,  perdón por la espera 💕