Viviendo con The Vamps 3: Independence Day

Capítulo 88

-¿Y qué te dijo Tristan?

-Que por el momento necesita estar sólo y encontrar lo que verdaderamente quiere. Además tiene novia y sabes que cuando Tristan se enamora deja todo por esa persona.

-Vamos que de momento no va a volver.

-No creo.

-Que Connor no se entere de que he ido a hablar con él.

-No, le daría un síncope.

-Lo sé.

-¿Y cómo estaba?

-Le vi bastante feliz.

-Me alegro, quizás tenga razón y necesitase brillar un poco por sí mismo.

-¿Así lo crees?.- le pregunto a Bradley.

-Sí, quizás necesita desarrollarse como músico antes que cualquier otra cosa.

-Ojalá vuelva pronto. Le necesitamos.

-El problema es que quizás él no nos necesite a nosotros.

Es muy duro pensarlo, quien antes era uno de nuestros mejores amigos ya no sea nadie. Que no signifiquemos nada para él, ¿qué puedo pensar ahora? Sencillamente no lo sé, tengo demasiadas cosas en mi cabeza.

-¿Y Connor?.- le pregunto a Bradley.

-Está en Aberdeen con su familia.

-¿Algo grave?

-No, sólo quiere pasar unos días con su familia.

-Es normal, la situación que tiene encima es muy extraña y más con Summer lejos, se necesitan.

-Ojalá y vuelva pronto.

-No tiene pinta de que vaya a volver, por lo menos ahora.

-Bueno, tú dale tiempo. Si es como tú, ya se le pasará la rabieta.

-Pero si está rehaciendo su vida.

-Eso es lo que ella te contó.

-¿Por qué iba a mentirme?- le pregunto a Bradley.

-Porque os mentís mutuamente la mayor parte del tiempo.

-Pero no va a mentir en algo así, ¿verdad?

Nos quedamos los dos en silencio, ¿ y si Bradley sabe algo que yo no sé?

-¿Summer te ha dicho algo?

-No, llevo bastante tiempo sin hablar con ella.

-Pues no la esperes pronto, porque se vé que allí tiene todo lo que no encontró aquí.

Narra Summer:
La verdad es que tengo todo lo que quiero en estos momentos. El concierto fue fantástico; cantamos y bailamos durante todo el espectáculo.

-¿Lo has pasado bien?- me pregunta Tristan cuando subimos a su casa.

-Mucho, tenía muchas ganas de ir a un concierto así.

Me da un beso en la frente y me abraza con fuerza.

-Me alegro, ¿te quedas a dormir?

-¿Tú qué crees?

-Que no.

-Pues sí.

-Menos mal, porque no quiero dormir sólo.

Abro su armario y cojo una camiseta, ya no le pregunto que para algo soy su invitada.

-Me encanta como te queda esa camiseta.