Capítulo 84

393 42 166
                                    

Llamo al timbre, a los pocos segundos la puerta se abre y entro al lujoso edificio.
Me subo al ascensor y voy hasta la planta dieciséis.

Antes de llamar a la puerta Tristan ya está esperándome apoyado en el umbral.
Va con un pantalón de pijama de ositos y una camiseta de rayas.

-¿Qué ha pasado Summer?.- me dice preocupado.

Entro a su casa y le cojo por la cintura.

-Que quiero acostarme contigo.

-¿Estás borracha?

-Y despechada también.

-¿Qué ha pasado?.- me agarra de las muñecas y nos sentamos en su sofá.

-Bradley ha venido este fin de semana y me ha traído una carta que me escribió James.

-¿Y qué decía la carta?

-Que no puede seguir intentando nada conmigo y que se había cabreado por haber quedado contigo.

Tristan me da un abrazo y nos quedamos en silencio.

-¿Y por eso estás aquí?

-Sí, necesitaba hacer algo que me liberase un poco.

-¿Y acostarte conmigo te iba a liberar?

-Estoy borracha y despechada, aprovecha.- le digo a Tristan.

-Vale, voy a aprovechar.

Me quita los zapatos y me coge en brazos.

-Vamos.

Me lleva a su cama y saca una sudadera de su armario.

-Toma, póntela.

-¿Qué?

-Te quedas a dormir aquí, no voy a dejar que vayas a tú casa en ese estado y mucho menos que pienses que puedo aprovecharme de ti en este momento.

-Pero Tristan.

-No hay más que hablar. Ponte eso.

Me levanto de la cama y trato de quitarme el vestido pero voy haciendo eses por la habitación de Tristan.

-Deja, yo te ayudo.- me desabrocha la cremallera y sale de la habitación para que me cambie de ropa.

Me pongo su enorme sudadera y paso al baño para quitarme el maquillaje y lavarme la cara.

-Pasa.- le digo.

Entra a la habitación, se sienta en la cama y me mira.

-¿A qué hora te llevo mañana al trabajo?

-No hace falta.

-¿A qué hora?

-A las nueve y media.

-Vale, es la una, aún puedes dormir un buen rato. Ven.- dice señalando el otro lado de la cama.

-Tranquilo, me iré al sofá.

-No, quiero que te quedes aquí conmigo.

Me acerco a la cama y me tiro al sitio vacío como más o menos puedo.
Mi móvil comienza a sonar, James, a buenas horas.

-¿No vas a contestar?

-¿Para qué?

Dejo el teléfono en la mesita de noche y Tristan me rodea con el brazo.

-¿Quieres hablar?

-No sé, me da vueltas todo.- digo riéndome.

-Ven aquí anda.- Me da un beso en la frente y me acomodo en su hombro.

Viviendo con The Vamps 3: Independence DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora