Sacúdete el polvo (editando)

1.2K 44 27
                                    

"Sacúdete el polvo"

¡Woow! veo que esos artículos del domingo pasado gustaron. Para el día de hoy vengo con uno en el cual conocerán un poco de Talía y de mí por supuesto. Llevo seis artículos hablando de temas comunes y universales entre nosotras, éste es sin duda el más común y aunque no lo crean el culpable de que yo creara este famoso diario. Les advierto será uno de los más largos.

Ustedes pensarán que yo no tengo problemas, que todo el día debo andar en una sola risa o echando chistes. Sinceramente tengo los problemas suficientes para mi cuerpo y con los días se van sumando otros. Trato de reírme cuanto puedo, aunque debo decir que tengo un carácter bastante explosivo "si me cargas los ovarios" XD. En el Olimpo soy famosa por el sarcasmo impertinente y a veces ácido, pero admito que soy tímida e insegura. Por otro lado recuerdan haberles dicho que tenían que prepararse psicológicamente para un cuento futuro; resulta ser éste.

Talía y yo tenemos poco tiempo conociéndonos, pero desde el primer día congeniamos. De más está decir su Don de conversación -y hace un café buenísimo Xb- ella es alegre, habla con todo el mundo y se ganó el odio de las "antidiosas" (subgrupo del olimpo bastante clasista, su nombre deriva de antipáticas y envidiosas) gracias a MÍ. A veces mi lengua no tiene sistema de apagado y cuando algunas se las quieren pasar de listas, pues no puedo evitar decir lo que pienso... y tiendo a ser protectora con mis amigas.

Como dije en el artículo pasado, hace pocos días cumplí tres años de feliz estafa -el cómo de eso es otro cuento- para algunas será difícil llegar a esta cantidad de tiempo, para mí resultó ser bastante sencillo. Tomando en cuenta que a veces tengo la sensibilidad de un cactus y mi mente trabaja a 5000 revoluciones por minuto -en simples palabras: cuando tú vas a comprar chicles ya yo vengo haciendo bomba-. Ni cuenta me di en que momento pasaron los años. Pero hace muy poco estuve considerando volver al mercado del corazón, me tentó el lado oscuro de la fuerza.

Conocí a un chico, ¡bueno! Lo reconocí XD. Ya lo conocía hace mucho tiempo y siempre aunque no nos tratamos mucho, nos llevamos bien. Llamémoslo ¡mmm! Apolo -por seguir con la onda del Olimpo- el caso es que hace poco recobré la comunicación con él y ¡Plast! me interesé en el chico. Caramba tenía casi tres años sin tratar o fijarme como tal en un chico distinto al Humanoide subdesarrollado de mí ex y de paso no sé qué manía viciosa y enfermiza tiene el destino conmigo, que se empeña en presentarme a los hombres en días cercanos a mi cumpleaños.

Me atreví a salir con el chico, a conocerlo y vaya eso es complicado. Después que tienes una relación de un par de años y ésta termina, la vida te hace una coraza y tu mente se alerta ante cualquier mínima alteración al orden público XD. Te vuelves consciente de algunas cosas y extremadamente fastidiosa para otras y si tuviste una relación tan loca como la que yo tuve, el hombre tiene que esforzarse el triple -.-! lo que trae como consecuencia que vayas descartando hombres tal como si estuvieras resolviendo una misión de Criminal Case1.

Sí chicas, me lancé al ruedo. Salí con él, me caía bien y teníamos un par de cosas en común, de alguna forma me sentía entusiasmada, aunque debo admitir que había cosas que no me acababan de calzar. Llegué al Olimpo, Talía y yo comenzamos nuestra típica "conversación laboral". Ella se encontraba diciéndole Good bye a un espécimen con trastorno depresivo obsesionado con su ex -nada serio para ser realistas- y yo pues venía como ya dije atreviéndome a iniciar algo. Las dos siempre hemos sido buenísimas conversando y pasamos horas dialogando sobre el trabajo ya saben XD.

Como en toda buena historia siempre hay un PERO. No todo puede ser bonito, una noche ¡Yo! su encantadora y a veces Friki almohada me encontraba conversando con Apolo y este me pidió que le presentara a alguna de mis amigas, ya que siempre hablaba de las loqueras del día y ¡plast! Se me ocurrió presentarle a la Talía que estaba online y era buena chica -sí, se lo que están pensando-, lo soltaré como vino para que entiendan. Saben cuándo en matemática el profesor repite una y otra vez que el 0 a la izquierda no se pone porque tan simple como que no vale. Bueno así mismo quedé yo pero elevada a la 0... mejor dicho dejé de existir. Las -quizás- largas conversaciones pasaron a ser solo frases y las frases por lo general eran Talía es muy chévere (y cualquier otro sinónimo). En esos momentos sientes como si quisieras reventar cualquier cosa a tu paso y te montas los audífonos a todo tren hasta casi padecer de Sordera Súbita, más si tiendes a escuchar metal o rock cuando estas estresada como suelo hacerlo yo.

Gritando en la AlmohadaWhere stories live. Discover now