Enamorando a un mujeriego

Capítulo 9 "¿Por que a mi?"

Me levanté algo cansado, como mis padres llegaron tarde, me despertaron y ya no podía dormir. Al levantarme no encontré a ninguno de los dos por la casa, solo mi perrita Nala que estaba comiendo en el salón me prepare el desayuno y me cambié de ropa. Como no había nadie en casa decidí salir a correr y así despejarme un poco.

Cuando salí a correr pasé por la casa de Chase y él decidió acompañarme. Tras esto fuimos a mi casa a tomar un batido y ver alguna película y a los pocos minutos llegaron mis padres, que parecía un algo alarmado y tenías mucha prisa.

- Maia cariño tenemos que irnos una semana a una reunión del instituto. Durante esa semana no tendréis clase por lo que te quedaras en casa nos tenemos que ir en un par de horas, no le abras a nadie ni hagas fiestas en casa.

Por si se me olvidó decirlo mi padre es el entrenador del instituto y profesor de Educación Física mientras que mi madre en la profesora de matemáticas .

No me dieron ninguna razón por la que se tuviesen que ir, solo me dijeron que se tenían que ir a Nueva York y que todos los profesores Iván no sabía de qué iba la reunión y porque era tan urgente solo que se tenía que ir y me quedaría solo una semana.

Unas horas después estaba sola en casa, viendo películas con Chase. Durante la película estuve pensando en decirle lo que sentía, ya aún no se lo había dicho. Por lo que ,durante varios minutos pensando decírselo nada más acabar la peli.

La película acabó, y Chase se dirigió a la cocina a por un vaso de agua. Cuando volvió se sentó junto a mí y me miró durante unos segundos a los ojos.

- Maia, quiero decirte algo.

- Yo tambien tengo que decirte algo. Tú me...

-He vuelto con Marta. Ayer cuando te dejé en tu casa ella estaba en la puerta de la mia, y decía que se había equivocado al dejarme y que quería que volviesemos.

Tras eso me inventé la excusa de que me dolía la cabeza y le pedí que se marcharse. El se fue y yo subí corriendo a la habitación, me tumbé en la cama y comencé a llorar. Decidí llamar a la chica para que me ayudase y me consolasen.

No entendía mi mala suerte. ¿Por qué a mí?