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—Yo podría matarte y ni cuenta te darías —El agradable aroma de las galletas recién sacadas del horno inundaba el pequeño departamento. La mujer retiró la lata de forma meticulosa depositandola en la mesa —Ya sabes, me refiero a que podrías tener el cuchillo frente a tus narices y ni cuenta te darías. —Retiró sus guantes en espera a que enfríaran

—Yo sigo sin entender que demonios soñé —Jungkook no comió nada antes de salir, así que estaba bastante ansioso de probar las galletas caseras de la abuela.

—Tu mano

—¿Qué?

—Entrégame tu mano

El viaje comenzó en el centro de la palma. Los dedos de la mujer eran bastante fríos, huesudos, casi sin vida. Leer la mano se llevaba el título al don más agotador. No cualquiera poseía la estabilidad mental para recorrer los pensamientos e ideas de otra persona.

—Tu lobo —Habló por fin —Ya está cansado, decepcionado.

Su parte animal y racional siempre congeniaban bastante bien. Existían personas que odiaban su linaje, o simplemente aborrecían correr libres bajo la luz de la luna. Jungkook siempre fue uno con su parte animal. Joder, la amaba, lo completaba. Pero, nunca imaginó que una disputa podría llegar a existir. Él, por un lado pensaba como lobo, y por otra parte como un ser humano, lo difícil era decidir a que lado someterse

No tuvo respuesta para la mujer, porque sinceramente, él también se sentía decepcionado de si mismo. La anciana al no obtener respuesta, continuó hablando.

—Sólo fue un pequeño susto para que espabiles.—Con una sonrisa, acomodó el cabello del chico hacia un lado. Ella nunca antes fue tan maternal con él— Sería un error perderlo

—¿Ah?

—Jimin no te esperará toda la vida —Su semblante cambió por completo de uno afable a uno totalmente rígido —Es algo que te tienes que meter en la cabeza.

—Él quiere irse, yo no lo obligaré a aceptarme.— El tema ya lo estaba comenzando a cansar —Ya me he arrastrado lo suficiente

—Jimin te llena —La beta sostenía. Entre sus manos manejaba una pequeña bolsa de plástico en la que las galletas comenzaron a caer —Sólo basta con nombrarlo para que tu rostro se relaje y brille como nunca, hasta me atrevería a decir que los vellos del cuerpo se te erizan. Imagino cuanto te debes contener para no lanzarte encima —Jungkook se avergonzó, y muchísimo. No articuló ni una sola palabra en varios segundos, odiada que la anciana tuviera la razón, le jodía más que la mierda. —¿Tengo razón? —Dijo mirándolo de reojo. La mujer no fue capaz de soltar una risa más ironíca

—Sólo quiero desaparecer —El suspiro fue evidente —¿Tan difícil es? —Se cruzó de brazos y cargó con cansancio su cabeza en la mesa.

—Yo creo que deberías de volver al departamento, besarlo y seguido te lo follas —Levantó rápidamente su cabeza de la mesa y la miró desconcertado —¿Por qué me miras así?; Hey, una sesión de sexo le quita el malhumor a todo el mundo.

—No deja que me acerque.

—Chico inteligente.

—¿Qué?, ¿Por qué?

—¿Alguna vez en tu familia te jodieron por ser el lobo más estúpido de la manada?, Digo yo —Muy bien, existían ocasiones el las que era un poco desagradable— ¿No es obvio?, el chico debe estar intentando deshacerse de tu olor. O puede, que intente no caer en la tentación. Una de dos

—Yo solo quiero que todo esto termine rápido

—Está en tus manos

—En las de Jimin, mejor dicho

¿Una semana? ➳ ; KookMin [Editando]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz