-¿Desnudarme? Si que estas loco... - le dije sin dar crédito a lo que escuchaba, me levante de la mesa. - Loco de verdad.
- Lo único que quiero es saber - dijo en tono de impaciencia.
- ¿Para que quieres saber? - solté con la misma impaciencia.
Dudó, vi la vacilación en su boca y sus ojos.
- Por que estas viviendo en mi casa. - dijo mirándome con repentina furia contenida.
Sus nudillos estaban blancos por la fuerza que hacía al apretarlos, por un momento recordé a Santiago e instintivamente me hice para atrás.
- ¿Que sucede? - Zach y Martin entraron en la cocina y miraban de mi a Luka. - Aretha ¿estas bien?.
- Si... Yo y Luka estábamos hablando. - mi voz tembló.
- ¿De algo terrorífico? - pregunto Martin.
- No, de algo personal ¿verdad? - dijo Zach, el me conocía, el pudo ver mi miedo.
- No... Luka... Me voy a mi habitación. - dije tratando de no llorar, odia ser tan débil.
Saliendo de la cocina pude oír a Martin riñendo a Luka.
- ... Así no son las cosas Luka. - le decía apretando los dientes.
-¿ Nos tendremos que ir? - la voz de tristeza de Isabelle rompió mi corazón.
- No lo se nena, no lo sé - necesitaba respirar, salir de la casa, respirar aire. - Peque ¿no quieres ir con tu amigo?
- ¡Si! - chilló saltando de la cama y llendo a la puerta.
- Espera deja voy una chaqueta. - fui hasta el closet y saque una chaqueta negra preciosa, me la puse y salí con Isa cogidas la mano.
Pasamos a los chicos en la cocina que se callaron en cuanto nos vieron. No voltee a ver a ninguno de los tres.
- ¿A donde van? - pregunta Martin a nuestra espalda.
No conteste.
- Déjala... - decía Zach pero ahogue su voz al cerrar la puerta.
Isabelle me dirigió hasta la puerta de su amigo, le dije a la madre que Isa quería verlo y si podía jugar con el en casa, la señora estaba encantada al parecer su hijo no tenía amigos y estaba fascinada con la idea de que Isa lo fuera. Le prometí que volvería por ella en unas horas.
Salí del edificio y camine por la acera, no había tantos automóviles en las calles, el ambiente parecía calmado, relajado. Note que frente al edificio había una plaza, con pocas personas. Fui hasta ahí y decidí recostarme en el césped. Cerré los ojos y trate de relajarme de no pensar en Luka y en toda la citación en general. Pero venía a mi como el agua que corre en un río, no lo podía detener. Todo esto me agobiaba, mi madre loca y sus intentos de matarme, mi padre vivo, Santiago y los muchos otros hombres que entraron a nuestra casa gracias a mi propia madre, las burlas en la escuela por mis marcas y el montón de veces que las monjas aceptaron dinero de mi madre para callar. No tenía idea de lo que haría para ganarme la vida, para mantener a Isabelle.
Comenzaba a pensar que mi vida estaba maldita que sería mejor desaparecer, pero no podía ser tan cobarde, no sería un ejemplo para Isabelle y me convertiría en una desagradecida con Zach, Caroline y Martin. Me quedé ahí tumbada con los ojos cerrados escuchando a los pájaros cantar y las voces lejanas de las personas, pensé que era un buen lugar para vivir, cuando de repente escuche pasos aproximarse, no abrí los ojos ni me inmute.- ¿De verdad estas dormida o moriste? - era la voz de alguien a quien no conocía.
Abri lentamente mis ojos y me tope con un chico, estaba en cuclillas a lado de mi, su cabello era castaño y le caía hasta los hombros, sus ojos eran color miel y me miraba con preocupación.
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Aretha tiene secretos
RandomEscucho el murmullo de voces detrás de mí, se de que hablan "¿Ya le viste las marcas?" "Dios mio, no puedo creer que haga eso". Si bola de imbéciles me metí en problemas ¿y a quien le importa?. A las perdonas les gusta hablar, mucho, pero no saben...