Capítulo 37.

3K 216 22
                                    

Reencuentro.

-¿Jason?

-¿Como estás? - se acercó a mí.

Me miré y reí con ironía, - bien.

-El doctor dice que saldrás pronto, eres una chica muy fuerte. - dijo mirandome, permitiendome ver una pizca de orgullo en su mirada.

No sé porqué pero sonreí.

Dormí unas horas. No se cuánto pero cuando abrí mis ojos, sentí mi corazón latir fuertemente en mi pecho. Traté de hablar pero no podía.

-Ma... mamá... - mis ojos comenzaban a cristalizarse.

Ella solo se quedaba allí, como si estuviese paralizada.

Pasaron unos segundos antes de que pudiera reaccionar y se acercara a darme un abrazo. Sin siquiera hablar, se lo devolví.

Lagrimas caían por mis mejillas, era inevitable no llorar. Era real. Después de tantos años de búsqueda la encontré; encontré a mi mamá. Solo rogaba porque no fuera un sueño.

-Hija, no sabes cuánto pase para venir aquí. Tenía tantas ansias en verte y mírate cómo estás, echa toda una mujer. - dijo sosteniendo mi rostro.

-Yo... yo no puedo creer que estés aquí. He pasado años buscándote. El monstruo que llamaba padre sabía toda la verdad y nunca me dijo nada a pesar que vio por todo el sufrimiento que estaba pasando.

-Ya estoy aquí, y te prometo que no volveré a irme. Ahora necesitas descansar, te veo en un rato. - depositó un besó en mi frente y luego se fue.

No lo podía creer, después de tantos años de búsqueda, al fin la encontré. Ella me encontró a mí, más bien pero aún así la vi, la abracé.

Las semanas pasaron, y fueron convirtiéndose en meses. Terminé el instituto, no con las mejores notas pero lo suficientemente altas para aplicar a una buena universidad. He pasado tiempo con Jason y mi madre quienes me han explicado toda la verdad. Según mi madre David mandó a matar a mi Jason cuando mi madre solo tenía tres meses de embarazo y este se hizo pasar por mi padre para que no creciera sin uno. Ahora mismo mi relación con Joel se ha vuelto más fuerte. Sobre David, lo único que se sabe era que se enfrentaba a cargos de robo, violencia doméstica, secuestro, intentó de homicidio, homicidio, tráfico de armas y tráfico de drogas.

Ahora me encontraba con Joel, si no les había contado conseguimos un departamento cerca de nuestra universidad y en este momento se supone que estuviéramos pintándolo y decorándolo.

-¡Pimentel, te dije que compraras gris mate para las paredes de la habitación!

-¡Y yo te dije que fueras conmigo porque no tenía ni idea de que color era ese!

-No empieces a discutir, pásame esa brocha. - dije irritada.

-¿Cuál? ¿Está? - dijo y pintó mi mano.

-Idiota, no puedo creer que vayamos a vivir juntos.

-Ya no hay marcha atrás, amor.

-¿Amor? Uy no, mejor Patricia.

-Oh Dios, no cambias.

Tocaron la puerta.

-Yo voy. - dije.

Abrí la puerta para encontrarme con Nathalie. Esperen, ¿Nathalie?

-Hola...

-¿Que haces aquí? - la miré seriamente.

-Yo... yo solo venía a... disculparme. - dijo con dificultad.

-No quiero nada que venga de ti, estoy ocupada.

Estaba apunto de cerrar la puerta pero está la aguanto, - ¡Espera!

La miré.

-De verdad, lo siento. No puedo imaginar cuánto daño te hice y ahora que somos familia quería saber si...

-Tu y yo nunca fuimos, somos o seremos familia. Me vale mierda si estas arrepentida y ahora quieres hacerte la mosca muerta con eso de "familia". Si no tienes algo más importante que decir te invito a que salgas y no solamente de este departamento si no de mi vida.

Ella se marchó, - Creo que fuiste un poco dura. - comentó Joel.

-No pretendo andar de hipócrita ni con ella, ni con nadie. Tú más bien que nadie sabes cuánto daño me hicieron. No quiero nada proveniente de ellos.

Joel, guardó silencio.

La noche llegó y con ella la oscuridad. Yo me sentaba en el balcón con mi taza de chocolate caliente como la mayoría de las noches, era algo que me ayudaba a dormir. Luego de tanto comienzo a hacer mi vida de nuevo. Lejos de preocupaciones y problemas.

-¿En que piensas, amor?

-Joel, nunca te había hablado así pero eres la persona más importante en mi vida. No quiero que te vayas de mi lado porque si no, yo no estaría completa. Te quiero en mi futuro. Quiero que seas con el que pase mil aventuras, con el que me case y empiece a vivir la verdadera vida. Joel, no pensé que fuera a decir esto pero quiero que seas el padre de mis hijos y la persona la cual pase el resto de mi vida a su lado. Te amo, Pimentel. - me expresé.

Joel sonrío e hizo que dejara mi chocolate a un lado y me sentara encima suyo.

-Te amo, Patricia.

Me besó. Me besó con pasión y delicadeza. Era un beso suave, lento de eso en los que expresas y transmites a una persona lo que sientes.

Lo aferré más a mi. Enredé mis dedos en su cabello mientras él apretaba sus manos en mi cintura. Su beso fue tornándose más intenso. Comenzó a bajar sus besos hasta mi cuello sintiéndome jadear. Comencé a desabotonar su camisa mientras atacaba su cuello. Joel me levantó y nos llevó a la habitación. Dejándome en la cama terminó de quitarse la camisa dejándome ver su abdomen del cual muchas veces estaba inseguro. Él sonrió y me recostó en la cama mientras me besaba. Quito mi camisa mientras me miraba con deseo.

Así nos fuimos perdiendo en la oscuridad de la noche, sintiendo como nuestros actos decían lo que las palabras no podían. Viendo como nuestros cuerpos se unían haciendo uno solo.


*

¡Hola! Espero que estén bien. Excúsenme por no haber actualizado antes. Mi país no está pasando por cosas fáciles. Soy de Puerto Rico y como muchos saben el huracán María arrasó con mi islita. No había podido actualizar antes debido a esto. Créanme que siempre las llevo conmigo mis lectoras. Estaba impaciente por actualizar y dejarles saber que pasaría. Aquí les dejo este capítulo, espero lo disfruten. Como siempre les digo, no olviden votar y comentar que les pareció. Mucha fuerza para Puerto Rico y para nuestros hermanos Mexicanos. Vamo' arriba!

Gracias por leer! ;)

Bad Girl - Joel PimentelWhere stories live. Discover now