Bad Girl - Joel Pimentel

Capítulo 18

Confesiones.

-¿Qué tienes que decirme? - pregunté mirándolo fijamente.

Joel en realidad se veía bastante nervioso. Pasaba la mano por su cabello y jugaba con sus dedos, como si fuesen la cosa más interesante en el mundo. Habíamos venido al jardín, a un lado algo apartado del ruido y las personas. Al parecer lo que me diría es algo serio.

-Patricia yo... - alargó.

-¿Tú?

-Me gustas. - finalmente dijo.

Mis ojos se abrieron de par en par y mi boca se abrió en forma de "o". No esperaba eso. Puede ser que Joel y yo habíamos estado muy juntos las últimas semanas, sin omitir el hecho de que hubo una vez que casi terminamos en la cama pero no quería ponerme a pensar en eso. No quería pensar en que Joel estaba involucrando sentimientos en esto porque el simple hecho de empezar a pensar que Joel siente algo por mí, la más mínima tontería que hiciera lo tomaría como una esperanza y en todo esto estaba tratando de evitar hacerme falsas ilusiones. Mayormente porque estoy consiente de mis sentimientos. ¿Qué es muy masoquista de mi parte? Lo sé, no me lo recuerden.

-Joel, yo... - alargué buscando que decir - no esperaba algo así.

-Si quieres alejarte lo entenderé.

Y este es el momento en el que no sé qué hacer. Decirle lo que siento o guardármelo. Veamos, si no le digo lo que siento lo más probable es que no nos hablemos el resto de la fiesta, me voy con Alan y Johanna en su auto, no nos hablamos en la escuela, no más días juntos y bye bye amistad. Todo lo que ha pasado en mínimos tres semanas a la basura. Pero si se lo digo puede que sigamos igual que ahora o tal vez comencemos a conocernos más y a salir. Quién sabe y terminamos de novios, después de todo ¿qué tan malo puede ser?

Tenía a ese dulce chico parado frente a mi, mirándome suplicante, esperando una respuesta. No tenía ni idea de lo que quería hacer. Todo daba vueltas en mi cabeza. ¿Tan difícil era decir un sí o un no? A ver qué dice mi instinto.

No.

A la mierda con el instinto.

-Tu también me gustas, Joel. - me atreví a decir mirándolo a los ojos.

En ese momento una sonrisa estampó su rostro y un brillo especial iluminó sus ojos. Por alguna razón eso me hizo sentir bien y me sentía como si me hubiera quitado un peso de encima. Sonreí. ¿Ahora que se supone que pase?

-No quiero apresurar las cosas, quiero ir paso a paso, - me dijo. Agradecí mentalmente por eso - pero si quisiera que nos conociéramos un poco más, obviamente si tú estás de acuerdo.

Nuevamente su mirada se posó en mi, esperando una respuesta. De aquí dependería mi futuro. Nuestro futuro. ¿En realidad quería hacer esto? Si, no había duda alguna. La pregunta en realidad era; ¿Estaba preparada para esto?. Eso de andar en relaciones no era lo mío. No solía andar de novia con nadie. Recuerdo que mi primer novio fue cuando tenía como siete años y solo duramos medio recreo porque le haló el cabello a otra niña. Sí, por eso. Pro por favor, ¡tenía siete años!

Volviendo nuevamente al tema Joel esperaba una respuesta. ¿Por qué me ponían tan nerviosa estos temas? No me gustaba mostrarme así ante nadie pero Joel, siempre Joel. El único que hace que sienta cosas ridículamente nuevas. Ya metí la pata, le dije que me gustaba. No puedo dar el tiempo para atrás.