Capitulo XVIII

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Abandonaste las calles con el rubio y comenzaron a caminar por el sendero que te llevaría de vuelta al castillo. El frio azotaba con fuerza, pero tu cuerpo temblaba por el miedo que te atravesaba como una daga. Quien quiera que te generaba las marcas y te hacia escuchar aquel insoportable reloj estaba enojado, muy enojado.

Caminaron en silencio por varios minutos hasta que el rubio rompió finalmente el silencio.

- ¿Quién te sigue? – comento de repente.

- No te importa. - le respondiste con la vista fija en el camino.

Las bolsas en sus manos sonaban con cada paso que daban y su presencia cerca de ti te incomodaba. Ya era demasiado pasar horas con el a la semana limpiando aquel salón, ahora le habías pedido que te acompañara hasta al castillo. Lo observaste de perfil. Su piel blanca parecía mas pálida bajo la luz gris del cielo nublado, su nariz era perfecta y sus ojos grises estaban fijos en el camino que tenían en frente.

- Me estas mirando.

- Vos me miras todo el tiempo. – respondiste rápidamente. – No creas que no te siento.

Sus pálidos cachetes se tiñeron ligeramente de rosa y el chico tosió intentando alejar el sentimiento de vergüenza.

- No te miro.

- Si lo haces y es estresante. – mentiste. Algo sobre estar atraído hacia tu enemigo te traía una dulce adrenalina al cuerpo.

- Eres... - un maldito puzle, pensó. – un dolor de cabeza, Potter. – suspiro el chico de ojos grises sin mirarte.

- El dolor de cabeza eres tú. Eres un brabucón con complejo de dios, crees que todos tienen que hacer lo que dices. Podrás ser el principito de tu casa y que ellos te traten como tal, pero deberías dejar de esperar que el resto te trate como uno.

Draco te observo en silencio y así caminaron por unos cuantos metros. Tu vida era una verdadera tragedia y aun así allí estabas tú, siempre sonriente y sobresaltando en la multitud. El sabía que el señor tenebroso si había vuelto y sabía que te quería a vos y a tu hermano muerto. Sabia que sabias y a pesar de intentar advertirle al mundo, ellos te habían tachado de loca. Aun así, jamás parecías rendirte. Año tras año superabas una nueva amenaza, lo sabia porque su padre se quejaba que siempre escaparas de las garras de la muerte.

Estabas tan sola como el se sentía, pero veías al mundo con distintos ojos que el y lo odiaba. Odiaba que la amargura llenara su alma y odiaba que a pesar de que tu vida fuera peor que la de él, parecieras estar mejor. Lo que él no sabía era que el vacío en tu pecho crecía con cada año que pasaba, el peso de ser una madre para tu hermano era demasiado y tu vida en la línea de batalla cada año se había vuelto aburrido y tedioso. Pero si no sonreías, si no te defendías en contra de ese vacío te consumiría y no podías dejar que sucediera. Harry no podía perderte, no lo sobreviviría.

De repente detuviste tu paso y observaste alrededor con ojos alarmados. Draco fue obligado a salirse de sus pensamientos y te observo. El camino por el que caminaban estaba rodeado por arboles en un pequeño bosque entre Hogwarts y Hogsmade. Aquel bosque era inofensivo, no había ninguna criatura que viviera allí como en el bosque prohibido, pero algo habia parecido asustarte, mas que antes.

- ¿Qué sucede? – pregunto con fingido fastidio.

- Nos están rodeando. – sentenciaste girando sobre tu propio eje.

Aquellas palabras lo inquietaron, pero no había nada en el bosque. – No veo nada. – dijo girando al igual que tú, restándole importancia.

Pero vos lo sentias. Grandes figuras poderosas se acercaban a tu posición con velocidad, los sentias cada vez mas cerca.

Brave /Draco Malfoy/ Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang