Capitulo 3 [EDITADO]

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Aviso:
Todos los capítulos serán editados. Los que dicen "editado", ya lo están, por eso verán algunos cambios y en algunas partes habrán nombres u otras cosas que no conectaran con el capítulo siguiente.

•••

–Ay, lo siento,es que no te vi.- dijo Karen moviendo su brazo como diva y riéndose.-es que no lo puedo evitar, eres tan poca cosa que para todos pasas desapercibida.

–Me importa un cuerno lo que digas, ¿sabes? Todo mundo aquí sabe que eres una hija de puta, ¿Por qué no te vas a hacer algo que sea verdaderamente productivo y me dejas en paz?

–Señorita Rinaldi.-oh por Dios- podría cuidar su vocabulario.-estoy tan apenada, ahora creerá que soy una chica de malas palabras.

No entiendo porque me importa lo que piense, no es que me interese, ¿O sí? No, él es mi profesor y no puede pasar nada entre nosotros ni siquiera le llegaría a gustar alguien como yo.

–Las dos me acompañan a detención.- no puede ser, ahora también es el encargado de detención.

Ya en el salón de detención decidí tomar asiento en la esquina del salón alejada del pupitre. Me distraje viendo por la ventana, pero me sobresalté por mi móvil que indicaba que me llegó un mensaje, lo abro y es de Miguel.

"¿Dónde carajos estás? llevo esperándote hace mucho".

Volteo a donde se encuentran Karen y Diego charlando muy animados, ella se encuentra recostada del pupitre mostrando su trasero y el sentado en una esquina.

–Disculpen si interrumpo...-levanto la mano para captar su atención, él me voltea a ver y Karen tuerce los ojos y me mira con enojo. - ¿A qué hora me puedo ir?, me esperan.

–Puedes decirle a tu novio que se puede ir. Ambas se quedarán hasta tarde, tú - señala a Karen- hasta las cuatro y tú - ahora su dedo me señala a mí- hasta las cinco por haber dicho malas palabras.

Karen suelta una risa sarcástica.

–¿Su novio?, por Dios profesor ¿Cree usted que alguien como ella puede tener novio? sólo mírela, es una cuatro ojos. - comenta burlona.

Me mira fijamente.

Estoy jodida, juro que jamás le vuelvo a reclamar a la fastidiosa de Karen, la ignoraré.

Le escribo a mi hermano.

"Puedes irte, estoy en detención, por favor no se lo menciones a papá ".

Su respuesta llega de inmediato.

"Esta bien, pero quiero algo a cambio de mi silencio, por cierto llevaré a Mía a su casa".

Oh vaya, como si no supiera que tienen sexo casual. Hace mucho lo he descubierto. Un día que llegué a casa, estábamos solos ya que mis padres se habían ido de viaje. Había llegado del instituto y subí a la habitación de Miguel para avisarle pero estaba cerrada con llave y se escuchaban gemidos. Así que bajé y me encontré el móvil de Mía en el sofá de la sala.

Ya eran las tres y me dolía el trasero de estar sentada  tanto tiempo, así que decidí pararme e ir a ver por la ventana del otro lado.

–Hey, ¿A dónde vas?- giré y le torcí los ojos.

–Tranquilo, profe, solo iré a ver la alberca por la ventana.- le señalo para que vea que no le miento. Me está empezando a caer mal.

Tan guapo para ser tan patán y tan sínico que no ve que no estan sólos en el salón, también estoy yo.

–Es grande, ¿cierto? -dijo estando a centímetros de mí , haciendo que brinque del susto. No me había dado cuenta de su cercanía.

–Por Dios, me has asustado.-digo con una mano en el corazón- Casi se me sale el corazón del susto.- el se ríe y coloca un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

–Me gusta cuando sonríes.-Dios, otra vez siento arder mis mejillas, debo estar como un tomate.-Y me encanta cuándo te sonrojas.

El sonido de la puerta nos sobresalta y ambos miramos y nos encontramos solos, esta situación hace que mis nervios incrementen.

–Ya quiero que sea martes.-sus palabras hacen que mi atención esté nuevamente en él.

-¿Qué? - mis palabras salen casí en un suspiro, carraspeo para mejorar mi voz. - ¿Por qué?

–No lo sé.-coloca su mano en mi mejilla y yo me quedo totalmente congelada, sentir su mano sobre mi piel, me paraliza.-Tal vez sólo quiero volver a verte.

No puedo creer lo que ha dicho, ¡Me quiere volver a ver! Y eso que ahora mismo estoy frente a él.

–¿Cuántos años tienes, Roberta? -bajé la cabeza y cuando la alcé, lo miré a los ojos, luego bajé a sus labios y luego volví a sus ojos.

–Dieciocho.-respondí apenada.

–Eres tan pequeña.-miré hacia otro lado para evitar su penetrante mirada.-pero me atrevo que decir que eres muy atractiva.- tomó mis lentes y me los quitó.- aún más sin estos.- tomó mi mano y me entregó los lentes.

Sostuve los lentes con fuerza en mi mano, no puedo dejar de mirarlo,  él me intriga, me hace creer que hay algo en él que me atrae, pero no puedo dejar que esto llegue a más, no somos iguales, soy su alumna y él mi profesor. Me alejo de él y camino hasta llegar a dónde está mi mochila.

–Si le dije una grosería a Karen no fue mi intención.- tomé mi mochila y la colgué en mi hombro, poco después me puse los lentes. - ella se lo merecía por buscona y engreída.- caminé hasta la puerta pero antes de abrirla, el habló y me detuve pero no voltee.

–Eso Roberta, créeme que lo tengo totalmente claro.- básicamente me trajo aquí a propósito. Idiota. Abrí la puerta y salí de ese salón lo más rápido posible.

 Abrí la puerta y salí de ese salón lo más rápido posible

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𝐌𝐢 𝐏𝐫𝐨𝐟𝐞𝐬𝐨𝐫✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora