𝐌𝐢 𝐏𝐫𝐨𝐟𝐞𝐬𝐨𝐫✓

Capitulo 2[EDITADO]

Aviso:
Todos los capítulos serán editados. Los que dicen "editado", ya lo están, por eso verán algunos cambios y en algunas partes habrán nombres u otras cosas que no conectaran con el capítulo siguiente.

•••

Ya me encontraba en el instituto. Me encontraba subiendo las escaleras para llegar al segundo piso, donde me tocaba clase de fotografía y bajando venía alguien, así que subí la mirada poco a poco, llevaba unos tenis blancos y ropa deportiva color negra, era el chico guapo del día anterior.
El me sonrió y rápidamente bajé la mirada.

–Hola.- Dios mío había olvidado su hermosa y sexy voz.- ¿Cómo estás?

Por Dios, Roberta, respóndele, no te quedes callada.

–Ho...hola.- no puede ser acabo de tartamudear. ¡Malditos nervios! Seguí mi camino ignorándolo completamente.

Volteo a mirar atrás y él está mirándome con una gran sonrisa en sus hermosos labios. Por Dios, Roberta, ya deja de pensar así. Seguí mi camino y llegué a salón.

–Vaya, al fin te dignas en aparecer, mira la hora que es.- reclama Mía. Miro la hora en mi móvil. ¡Oh por Dios, he llegado treinta minutos tarde!- Te has salvado gracias a que la profesora aún no ha llegado.-no puedo creer que me haya tardado media hora en responderle a ese chico. De seguro piensa que soy rara o que soy una enferma mental.

Ya había pasado la hora de fotografía y ahora nos tocaba una hora más de Educación Física.

Mía y yo nos habíamos tardado en salir ya que le estaba contando lo de esta mañana y que tenía que hablar de Javier. Até mis cordones y caminamos hacia el gimnasio del colegio, donde estaban los demás rodeando al profesor.

Veo que el profesor se pone de pie y no lo puedo creer, es él.

–Cierra la boca y no te desmayes.-dice Mía con un poco de diversión. - así que el chico guapo y sexy es nuestro querido profesor.

–Chicos, tomen asiento en las gradas.- su voz hace que vuelva a la realidad, camino y me siento en una esquina mientras que Mía se sienta en la parte de arriba a charlar con Esteban, al parecer le empieza a agradar ese chico.- mi nombre es Diego Miller y seré el facilitador de Educación Física. Primero que nada, necesito que formen grupos de dos. -miré a Mía quién me sonreía. - Específicamente en parejas, un chico y una chica. - ya todos tienen pareja menos yo. - ¿Cuál es tu nombre? - preguntó señalándome.

–Roberta.-giré mi cabeza para mirar a mis compañeros que me veían como si fuese una cosa rara.

–Roberta Rinaldi.- miraba la lista y luego me miró a mí. -ya que ustedes son todos los de la clase y no hay ningún otro, tú me ayudarás a explicarle la clase a tus compañeros, seré tu pareja.

Puse los ojos como platos y volteé a ver a Mía quien me miraba con cara de pervertida y achinaba los ojos. Miré de nuevo al profesor.

–Además, sería más fácil explicar la clase .-en estos momentos debo estar más que sonrojada.

Pasó la hora de clase en la cual habló sobre las clases que estaría impartiendo durante todo el año. 

–Bien, necesito que tres chicos me ayuden a traer las colchonetas, vamos a estirar un poco.- dicho ésto se fue a donde estaban las colchonetas. Tomas, Esteban y Jorge lo siguieron.

Luego de haber colocado las colchonetas cada uno estaba con su pareja. Diego y yo estábamos en una colchoneta mientras que Mía y Esteban en una, Raquel y Nicolás en otra, y así sucesivamente.

–Deben realizar lo mismo que hagamos la señorita Rinaldi y yo.- Se puso detrás de mí  y se acercó a mi oído, podía sentir su embriagante aroma.- Necesito que te relajes y luego pongas todo tu cuerpo recto cuando estés arriba.-hablo en mi oído y al separarse sentí sus labios rozar mi oreja, o tal vez es algo mío y creí que lo había hecho sólo asentí y se colocó frente a mí.

Si no quiere que esté nerviosa, que no me haga estarlo con su cercanía. Coloca sus dos manos abajo.

–Coloca tus pies e impúlsate hacía arriba con mis hombros. - hice lo que dijo y cuándo estaba arriba separó mis piernas.- Tranquila.- puse mi cuerpo totalmente rígido y luego el me dejó caer. Sentí que caería en cualquier momento y se me escapó un jadeo, al levantar la vista me topé con sus lindos ojos.
Cada pareja intentó hacer lo mismo, algunos lo lograron pero otros no, así que Diego nos dijo que todos debíamos practicar más.

Al terminar la clase fuí a guardar mis cuadernos y alguien cerró mi casillero así que tuve que quitar mis manos antes de que quedaran atrapadas.