Recuérdame: más que una historia de amor [BL]

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Era de tarde, habían pasado varios días desde que Garreth había visto a su primer amigo. Por diversas razones, se sentía decaído, ya que eran pocos los momentos que podía compartir con él. En ese instante escuchó el timbre de mensaje de su celular, lo tomó, te veo donde siempre – es lo que estaba escrito. Esa sola línea hizo que su estado de ánimo cambiara radicalmente, se alistó y precipitadamente salió de su casa rumbo al lugar de encuentro.

Al llegar vio a Duke, esos cabellos rojizos lo hacían fácil de localizar, a su lado se encontraba Ari, al parecer discutían como siempre. Garreth se aproximó a ellos.

— Ari vete, me molestas – exclamó Duke

— Ya te dije que no, así que resígnate – replicó Ari

— «¿Otra vez con lo mismo?, no entiendo por que a Duke le molesta tanto que su primo lo acompañe» – pensaba al acortar la distancia entre ellos.

— ¡Garreth!– dijo el pelirrojo al abalanzarse sobre el fornido joven.

El comportamiento de Duke hacia Garreth siempre fue muy desvergonzado, lo abrazaba con fuerza, hundiendo su cara en el firme pecho de su amigo. Esas deliberadas acciones apenaban a Garreth, pero, estaban lejos de disgustarle. Cada vez se acostumbraba más a esas atrevidas muestras de cariño por parte de Duke. Posó su mano sobre esos suaves cabellos rojizos, tal movimiento desconcertó al joven de ojos azules, quién apartó su cara para poder mirar el rostro de su alto amigo.

Le sorprendió que tocara su cabeza, normalmente no respondía a sus incontables muestras de afecto. Esa tierna caricia dibujó una sonrisa en el pálido rostro del chico, la cual fue rápidamente eliminada.

— Ya, es suficiente – dijo Ari, al apartar a su primo de Garreth.

— Por esto quiero que te vayas, solo me interrumpes – replicó Duke algo molesto.

El pálido rostro del pelirrojo cambiaba repentinamente, fruncía el ceño cuando hablaba con su primo y sonreía cálidamente cuando se trataba de su amigo. Garreth al ver esa deslumbrante sonrisa, recordó el accidente del beso y apenado desvió la mirada. El joven pelirrojo se percató de ello, se acercó a él.

— ¿Pasa algo? – cuestionó Duke

— N-no, nada – respondió Garreth sin hacer contacto visual – «¿Por qué siento que algo está mal?» – pensó sin aclarar su mente.

Duke imaginó que probablemente Garreth se sentía apenado por Ari, así que no insistió con más preguntas. El joven pelirrojo se alejó un momento para beber agua, de pronto se vio rodeado de un par de chicas, ex compañeras de clase, quienes no lo dejaban regresar.

— Se lo tiene merecido – expresó Ari riendo al ver la situación en la que se encontraba su primo.

— Supongo ... – dijo Garreth no muy animado

— ¿Qué te pasa?, no me digas que estas celoso

— ¿Celoso?, no tendría porque, ellas son chicas – respondió muy tranquilo.

— Entonces, ¿qué es? – insistió

— Si te lo cuento, tienes que prometer no decírselo a Duke – dijo muy serio

— No le diré

Garreth le contó acerca de su compañero de clases, omitiendo que se llamaba igual que su primo y que son de exacta apariencia. También del beso y que no sabía si contárselo a Duke por temor a su reacción.

— Ya veo, no se lo digas – dijo Ari

— Pero, fue un accidente.

— Fue un accidente y no tiene nada de malo, para una persona "normal", pero para Duke, sabes cómo es él. Eres su mejor amigo y es muy celoso, no lo va a entender. Haz como que no pasó nada y trátalo normal.

— Gracias – dijo con un rostro sereno

Las palabras de Ari tranquilizaron a Garreth, seguiría su consejo, haría como si no hubiese pasado nada, no quería que la amistad que tenía con Duke desapareciera por algo así. Después de varios intentos, el pelirrojo pudo zafarse de esas chicas.

— Son tan molestas – dijo Duke quejándose – casi como tú, Ari.

— ¡Ah! ¿sí?, en cambio nosotros nos divertimos mucho conversando – expresó al colocar la mano sobre el hombre de Garreth.

— ¡Aristóteles!, ¿por qué no te vas de una vez? – exclamó con signos evidentes de molestia en su rostro al retirar la mano de su primo.

— ¿Aristóteles? – preguntó Garreth.

— Ese es su nombre verdadero – respondió Duke

— ¡No me llames así!, sabes que no me gusta – reprochó Ari

— Y tú sabes también que no me gusta y aun así lo haces – dijo Duke con una sonrisa maliciosa apretando la mano de su primo.

— Está bien – Ari se levantó y se alejó caminando.

Garreth no entendió lo que había ocurrido, si Duke en realidad estaba molesto o solo era la forma en que se llevaba con su primo. En el tiempo que pasaron juntos conversando no mencionó nada de lo hablado anteriormente con Ari. El inexpresivo rostro de Garreth parecía estar sutilmente feliz ese día, se veía relajado y de sus labios emanaba una sonrisa. Algo tan poco usual captó inmediatamente la atención del pelirrojo, quién lo examinó detenidamente. Sintió un fuerte latido cuando sus ojos se detuvieron en los labios de su amigo.

— «¿Eh?, ¿qué es esto?... ¿por qué siento la sensación del metal frío de su piercing en mis labios?» – pensó tras colocar sus dedos en los labios.

Duke estaba ensimismado, sentía como si hubiera besado a Garreth, la sensación del frio arete en sus labios no desaparecía, trataba de buscar una explicación a tan extraño suceso.

— Que serio – expresó Garreth

— Mira quién lo dice – titubeó al regresar a la realidad.

— En mí es normal. Pero tú hablas mucho – sonrió

Esa sonrisa no ayudaba a mejorar la situación interna por la que el pelirrojo pasaba, ya que al ver el rostro feliz de su amigo solo lo inquietaba todavía más. Solo pudo llegar a una resolución, colocó la mano detrás de su cabeza, acarició los mechones blancos y la empujó para acercar el rostro de su amigo al suyo. Garreth estaba un poco desconcertado, pero solo un poco, ya que estaba acostumbrado a movimientos repentinos como ese. Sus rostros se encontraban muy cerca uno del otro.

— Se terminó el tiempo – dijo Ari aproximándose a donde se encontraban.

— No puede ser – expresó Duke en tono bajo – ¡Muérete Ari! – exclamó al apartarse de Garreth.

Los primos comenzaron a discutir de nuevo, ¿Iba a darme un beso en la mejilla otra vez?, o... no, es imposible si quiera pensarlo – reflexionaba ante el repentino movimiento de Duke.

— ¿Siempre discuten? – preguntó Garreth

— No. Nos llevábamos muy bien hasta que alguien apareció – respondió Ari haciendo énfasis.

— No culpes a otros de ser una molestia, "Aristóteles" – replicó Duke con tono de burla.

Se despidieron, Duke no podía apartar de él esa extraña sensación que lo invadió. Fue la primera vez que se despidió sin una sonrisa, su mente divagaba. Cuando iban caminando ambos chicos, en dirección opuesta al sol, uno decidió romper el silencio.

— Sé que es más que obvio, pero lo preguntaré. ¿Te gusta? – Ari lo observaba

— Si, me gusta. Y también sé que no puede ser – respondió decaído. 

**Ya casi se cumple 1 mes desde que empecé a publicar esta historia y  ya casi llega a 1k de lecturas**

Muchas gracias a todos aquellos que leen esta historia, espero que les haya gustado este capítulo.

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