→ 11 ;; Will no wake up.

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En total, había pasado una semana y aun no podía encontrar a Eun Ae. Desde ese momento donde llegó SeHun a la casa, derrumbándose entre sus brazos, no había progresado nada incluso con la ayuda de Chanyeol que no sólo había estado al pendiente de toda la gente que llegaba a cualquier refugio de Gwangju, sino también al haber puesto la foto de Eun Ae entre toda la gente desaparecida.

SeHun no tenía intenciones de darse por vencido, no podía rendirse tan pronto. La encontraría sin importar cuanto tiempo le llevara. Eun Ae era lo más importante en su vida y no podía seguir viviendo sin ella.

—Creo que si vamos al hospital de Yongjeon podremos encontrar algo. —LuHan opino mientras sobaba el hombro de SeHun, quería darle ánimos, a pesar del tiempo que había pasado, no iba a permitir que las opciones se acabaran. —Hasta ahora hemos estado al pendiente de todos los refugios y de las calles cercanas, pero no de los hospitales, SeHun.

—Tienes razón. —se levantó con pesadez, todo su cuerpo dolía. Sus piernas estaban entumecidas, apenas y les daba un descanso, por lo que volvió a sentarse en el sofá, sólo cinco minutos de descanso. —¿Cómo estás? —LuHan alzó una ceja sin saber a qué se refería hasta que SeHun señaló su estómago.

—Ayer que cambié la gasa pude ver que está cicatrizando bien. —levantó su playera hasta dejar al descubierto la zona herida. —¿Ves? Ya no mancho más la gasa, todo está yendo bien. Al igual que con mi brazo. —ahora bajo su camisa de la zona de su hombro, dejando ver otra gasa que protegía la herida. —Está mucho mejor.

SeHun asintió y parpadeó varias veces, tenía muchísimo sueño. Otra vez estaba perdiendo varias horas de sueño, él junto con LuHan estaban hasta altas horas de la noche en la calle en busca de Eun. Y aunque seguían sin encontrar algo de la pequeña, continuaban saliendo y regresaban realmente tarde, a veces espantando a BaekHyun que los esperaba pegado a la puerta.

—Me alegra. —apenas y logró sonreír.

—Yo... SeHun... —dudó ligeramente. —¿Puedo ver cómo están tus heridas?

No contestó al instante, poniendo a LuHan nervioso, pero entonces asintió lentamente y se quitó la playera con pereza. Todos sus movimientos eran torpes y cansados, incluso sus ojos se mantenían entrecerrados y las bolsas bajo éstos cada vez creían más.

Una vez que se quitó por completo la playera, LuHan se inclinó para desprender la compresa que tapaba un largo rasguño que se extendía desde su ombligo hasta la costilla. Era el lugar donde el pedazo de pavimento se había clavado después de que el misil cayera sobre la casa de LuHan. La costra empezaba a caerse y la notoria cicatriz era de un color rosa, estaba ligeramente hinchada, pero todo estaba normal.

—¿Tu oído como está ahora? —preguntó mientras se levantaba para ir al baño y sacar lo necesario para desinfectar el corte de su abdomen. Dejo las cosas sobre la mesa que se encontraba enfrente del sofá y arranco un trozo de algodón para después mojarlo con agua oxigenada. —¿Eh?

—Mi oído no fue un gran problema. —ladeó la cabeza para mostrarle su oreja a LuHan. —Supongo que sólo fue por el fuerte sonido del proyectil, no lo sé, pero aun escuchó y ya no duele.

Sintió un peso menos sobre sus hombros, los dos habían terminado tan heridos que era complejo poder estar al tanto de todas las heridas, pero hacían lo que podían, de igual manera no iban a poder escaparse de las cicatrices. Pasó el algodón por el rasguño del abdomen de SeHun y mordió su labio inferior, ¿Cuánto tiempo más le tomaría encontrar a Eun Ae? Afuera la gente aún seguía ocupada reconstruyendo sus casas mientras que otros seguían sin salir de sus hogares por el miedo a que todo lo que representó a la guerra regresara.

쿠데타 ◇ Coup D'état ◇  {HunHan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora