쿠데타 ◇ Coup D'état ◇ {HunHan}

→ 01 ;; She's my sister

El sonido de personas corriendo le hizo ver a su alrededor con precaución, asegurándose de no mostrar el pánico que sintió en ese preciso momento. Su mano se tensó sobre la cuerda de su mochila que colgaba en sus hombros, sintió repentinamente sudor perlarle la frente, pero prosiguió con su camino, tratando de destensar los músculos de su cuerpo.

Mientras más caminaba hacia su destino, el sonido se hacía más fuerte y SeHun estuvo a punto de girar sobre sus talones para irse corriendo a un lugar seguro, aunque en esos momentos, ningún sitio era seguro. Pero un estruendo ruidoso causo que diera un leve brinco y que sus ojos se encontraran con un chico en el piso, siendo obligado a levantarse por un soldado, pero este ponía resistencia por lo que el soldado empezó a recurrir a los golpes.

SeHun se estremeció de pies a cabeza y presionó sus labios, inseguro de qué debería hacer. Más adelante del callejón donde se encontraban esos dos hombres en la lucha, había más soldados que perseguían a los habitantes. Era una completa locura tratar de meterse en esa pelea sin salir lastimado, sin embargo, él no era así de egoísta y quizá era algo torpe, pero no podía irse sin que los remordimientos lo siguieran.

Corrió y tomó una caja de madera que se encontraba en el piso para después estrellarla contra el cuerpo del soldado que cayó de sentón sobre el piso, el hombre al instante se recuperó del golpe y se paró con rapidez, SeHun supo en ese momento que tenía que pelear incluso si no lo quería.

Un duro golpe lastimó su mandíbula, haciendo que su rostro se girara. El dolor le recorrió toda esa zona y sintió las lágrimas llenar sus ojos. Un nuevo golpe en el estómago le hizo soltar un leve grito apenas audible, la fuerza del golpe le hizo dar un par de pasos hacia atrás y sintió su espalda chocar contra otro cuerpo. Miró por sobre su hombro y se encontró con el chico al que estaba tratando de defender, sus ojos estaban rojos y rastros de lágrimas se percibían en las delgadas mejillas.

—¡Vete! —le riñó entre dientes, girándose bruscamente para poder golpear al soldado, apenas rozándole el pómulo, gruño con enojo.

—Pe-pero... —el chico tartamudeó y SeHun se dio cuenta que éste no se iría, no sabía por qué, pero entonces regreso toda su atención al soldado que había levantado el brazo para encestarle otro golpe, sin embargo, sus reflejos fueron más rápidos y lo golpeó de nuevo, esta vez en el labio causando que el soldado cayese al suelo.

Aprovecho la oportunidad, SeHun no era bueno peleando, nunca lo había hecho, era por eso que sus movimientos eran torpes y carecía de agilidad, pero eso no importaba ahora, mucho menos teniendo en cuenta lo que estaba pasando. Por eso, cuando el cuerpo del hombre golpeó el piso, él se apresuró a patearlo en el estómago hasta sacarle todo el aire por completo. Una vez que se aseguró que el soldado no se podría parar, le dedicó una última mirada y tomó la mano del chico antes de echarse a correr tan rápido como sus piernas le permitieron.

Iba a dirigirse hasta su casa, pero no era realmente seguro por lo que se detuvo cuando cuido de que estuvieron solos.

—¿Dónde es tu casa? —preguntó al chico que tenía la respiración agitada, las mejillas sonrojadas y el cabello castaño revuelto, su ropa estaba desordenada y su camisa blanca totalmente sucia, se percató entonces que su pantalón estaba manchado de la parte de su rodilla. —Estás sangrando. —musitó, poniéndose en cuclillas para confirmar la raspadura que causo la leve hemorragia.

—Vivo en Buk-gu, en el callejón doce de la calle de Buk-gu. —dijo en un suave susurro apenas audible, SeHun lo ignoro. —Gra-gracias, pero será mejor que me vaya.

SeHun lo tomó de su muslo con fuerza, impidiendo que caminara. Se mantuvo en silencio, viendo aun la herida sin expresión alguna, su mandíbula había empezado a pulsar y ni hablar sobre la incomodidad que sentía en el estómago, pero era lo de menos, no quería preocuparse por él mismo hasta que se asegurara de que el chico estuviera bien. Si se había arriesgado para salvarlo, entonces haría el trabajo completo, asegurándose de que este estuviera totalmente bien.