Capítulo 9. ♡

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Capítulo 9.

Las imágenes de la noche anterior se reproducían en su cabeza cómo flashes. Su corazón seguía latiendo acelerado.

Suspiró y tomó otro vasito más de café. Estaba nerviosa, no por la entrevista, más bien no quería ver el rostro de Fawad aún. No luego de lo que sucedió.

Fueron demasiadas emociones. Después de haber jugado el papel de chica "fuerte e independiente" por tantos años, se sentía extraño que una persona la viera tan indefensa.

Alia tomó asiento otra vez y miró sus fotografías. Impecables cómo siempre pero ella seguía sintiendo que carecían de algo.

El sonido del ascensor la hizo ponerse alerta. Bebió su café de un sólo trago.m y volteó la cabeza hasta el escritorio. Ahí estaba él. Vestía uno de sus trajes negro y una corbata a juego, bien peinado y con un olor delicioso.

Perfecto.

Por instinto, Alia llevó sus dedos a su pelo y arregló su despeinado moño. Empezó a dudar de si entrar o no, luego de ver a Fawad se sintió un poco avergonzada con sus prendas. Jeans rasgados a la rodilla, camisa de cuadros y unas vans. Casual.

Peinó su cabello y sonrió. La seguridad ante todo. Tomó su teléfono en sus manos pero no abrió ninguna aplicación, ni siquiera lo desbloqueó, sólo lo sostenía.

—Señorita, —la chica detrás del escritorio llamó su atención. Fawad ya no estaba.—Ya puede pasar.

—Gracias.

Alia tomó las fotos y su cámara. Empezó a caminar hacia la gran puerta que daba paso a la oficina de Fawad y sin pensarlo dos veces la abrió. Él se encontraba sentado mientras organizaba unos cuantos papeles, sus ojos se conectaron con los de ella.

—Puedes tomar asiento—murmuró.

Alia obedeció tomando asiento en una de las sillas que se encontraban frente a su escritorio.

—Sólo quiero ver tus fotos una vez más y necesito que firmes estos últimos papeles. No dudo de tu potencial, además, se que esto puede impulsarte. ¿Es lo que quieres?

—Claro, y es lo que necesito—susurró.

—Y tu eres lo que buscamos. Bien, firma aquí—indicó.—Todo está listo, Adriana te pasará un papel con tus horarios, si alguno choca con tus horarios de estudio no dudes en recorrer a mí y haré todo lo posible por cambiarlo.

—Muchas gracias.

Alia se quedó un poco extrañada por su amabilidad pero aún así sonrió. Fawad igual estaba un poco raro después dicho eso pero también se sentía culpable por lo ocurrido anoche. Había hecho algunas investigaciones y se dio cuenta que los mismos hombres armados que entraron al local fueron los del sábado.

Eso fue una entrega incompleta. Una más a la lista.

—Nos vemos pronto, señorita Mukherjee. Yo me quedo con estas—dijo mientras tomaba las fotografías.

Los ojos de ella no se despegaban de él, había actuado tan valiente ayer, luego de todo lo ocurrido las había acompañado a ambas a sus respectivas casas. Pero a pesar de todo ella tenía muchas preguntas, sentía que el incidente estaba relacionado con los disparos del sábado fuera del club.

¿Sería posible?

Alia se paró y sonrió. Decidió olvidarse de la locura de ayer y pensar en lo que había alcanzado, gracias a Fawad. Esto era un gran paso, su primer empleo cómo fotógrafa y en una empresa tan importante. Además, trabajaría para él. Aunque no lo vería muy seguido ya que ella no estaría en las oficinas ni nada eso, pero en cada presentación se verían, eso si es seguro.

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