FriendZone {Nammin/Namjin}

|| ONCE ||

Jin no hablo sobre lo sucedido en la fiesta, simplemente me sonrió, dejo una bandeja en mi regazo con el desayuno y beso mi nariz.

Y yo sólo quería llorar, llorar porque Jin es tan buena persona, es el primero en tratarme de esta manera, y aunque él sepa que yo quería a otra persona siempre estuvo ahí, esperando a que lo quisiera a él.

Y ya era la hora de decirle adiós a Jimin, y comenzar a querer y pensar en las personas que valoran mi cariño.

-Gracias -susurre, recibí una linda sonrisa de parte de Jinnie, se sentó junto a mí en la cama, mientras yo desayunaba él me contaba sobre lo mucho que se esforzó mi hermana pequeña en el desayuno, con su ayuda, claro.

Sonreí comiendo mi tostada con mermelada.

-Te preparare un baño, en unas horas iremos a almorzar todos juntos ¿Recuerdas? -Asentí dejando la bandeja a un lado y levantándome, pero Jin volvió a sentarme. Sus ojos me veían expectantes, su mano acaricio mi mejilla y me ruborice por su mirada. Me sentía pequeño y débil pero en cierta parte bien y protegido.

Era hermoso saber que tenía a alguien como él a mi lado.

Sus labios besaron los míos sin prisa, mis manos se posaron en su cintura y le correspondí.

-Sabes que te quiero aunque tú no lo hagas -hablo luego de separarnos.

-Nunca dije...

-Sé que no lo haces Nam, duele, pero si tengo que esperar años para que me dijeras te quiero los esperaría sin pensarlo. -Sonrió, sin mostrar sus dientes, una sonrisa sincera.

Luego de bañarme entre a mi habitación, vi varias prendas sobre mi cama, que ahora estaba tendida, sonreí. Me vestí con la ropa elegida.

Al salir fui atrapado por unos brazos delgados, sonreí y abrace a mi hermanita.

-Te extrañe tanto. -Suspiro pegando su cabeza en mi pecho- Pensé que estabas muerto y, y luego llego un hombre a casa hablando sobre ti, de que te egresarías de la escuela. -Le hice callar al ver como lloraba.

-Estoy aquí ¿si? Ahora eso es lo que importa, eres una linda chica para estar llorando. -Le sonreí limpiando sus mejillas de las lagrimas- Idiota. -Ella soltó una pequeña risa y beso mi mejilla.

Sin decir nada más caminamos hacia el comedor, donde toda mi familia y Jin estaban charlando amenos, todos me miraron con una sonrisa.

Salude a mis padres con un beso en la mejilla y un "buenos días". Mi estomago rugía, al igual que a todos, así que los siete salimos del edificio de mi departamento y subimos al coche de Seok.

El castaño le había ofrecido las llaves a mi padre, y con gusto las acepto prometiendo que trataría de no volcar y matarnos a todos. Sonríe, Jin se sentó en los asientos traseros, iba a sentarme en su regazo ya que no había tanto espacio pero mi hermana mas pequeña se sentó sobre él, riendo.

La mire con mis ojos entrecerrados, me mostró la lengua y el castaño me sonrió, me senté a su lado, el ojimiel me tomo de la mano haciéndome ruborizar.

Lo quería tanto, lograba hacerme olvidar de la mierda que me sucedía tan fácilmente.

Papá se dirigía a una dirección ya conocida para mí. Aun asi sonreía, Jin acariciaba mi mano mientras reía con mi hermana, todos estábamos felices. Como si mis padres nunca me hubieran echado a la casa, como si siempre hubiéramos sido una familia feliz. En cierta forma me tranquilizaba, pero a la vez tenía miedo de que mis padres no volvieran a aceptarme y me vuelva a alejar de ellos.

Estaciono cerca de un café, algo lejos de la ciudad, Jin abrió la puerta y dejo salir a mi hermana para bajarse él y después yo.

Al entrar el olor se hizo presente, amaba el olor a comida, a comida hecha con amor. Era el restaurante de la mama de mi novio.

Jin me sostenía de la cintura, caminamos a una mesa bastante grande para los siete, el mayor apoyo su cabeza en mi hombro y mi madre soltó un "ow" que me sorprendió.

¿Cómo cambiaron tanto? ¿Por qué ahora me aceptan y les parece adorable que este de esta manera con Jin, con un hombre?

Mi madre pidió por todos, siempre lo hacía cuando comíamos fuera. Suspire, los viejos tiempos.

Y aun así, aunque todos estuviésemos alegres nuevamente reunidos, almorzando como una familia feliz y nada fuera de lo común, Jimin seguía en mi mente.

Y me costaría mucho sacarlo de ahí.

Espero les guste:)