Capítulo 2: Creo que me enamoré...

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POV CHRISTIAN

-¿Para este puesto también debo ser virgen?.-

Pregunta inocente, con una inocencia y seguridad como jamás había visto en nadie, y al instante me encuentro observándola detenidamente. Tiene el cabello castaño perfectamente arreglado, sus ojos del azul más hermoso que vi en mi vida, sus labios rojos y un maquillaje delicado complementa perfectamente su imagen. Su cuerpo delgado pero curvilíneo llama a tocarlo suavemente, a perderse en el por horas y horas...

-¿Señor Grey, se encuentra usted bien?.-

Su voz me trae devuelta al presente de la manera más cruel posible. En mi mente ya la estaba desnudando y estaba por probar sus pechos jugosos.

-Perdón, tengo muchas cosas en la cabeza hoy. ¿Cómo dijo era su nombre?.-

Pregunto como un estúpido, ahora estoy perdido en sus labios que me regalan una sonrisa condescendiente.

- Anastasia Rose Steele. Vengo por el puesto de jefe de recursos humanos.-

¡Oh nena ya lo tienes!. Seguro como la mierda que trabajarás para mi. En mi mente ya puedo visualizar las veces que la necesitaré.

-Tome asiento por favor.-

Se acerca a la silla frente a mi escritorio y su perfume me llega como la más dulce de las fragancias. Es hermosa.

-¿Me dirá por fin si ser virgen es un requisito para trabajar en su empresa?.-

Pregunta y noto algo implícito en su tono, como si estuviera guardando un secreto, como si ya tuviera la victoria. Maldigo a mi hermano una vez más por ponerme en esta situación antes de contestarle.

-No, no lo es. Eso fue solo una apuesta entre mi jodido hermano y yo. Por supuesto que no es un requisito señorita Steele.-

-Señora por favor.-

Dice con seguridad mandando mis ilusiones a la mierda. Si no está libre... no estoy tan seguro de que la quiera cerca. ¡Joder!.

-Disculpe usted, no sabia que estaba casada.-

Asiente escondiendo una sonrisa enigmática y no puedo dejar de notar que no responde a mi afirmación. Esta mujer es cada vez más atractiva, en estos pocos minutos se ha convertido en un misterio que quiero resolver.

-Hábleme de usted.-

Me reclino en la silla y llevo una mano a mi barbilla, inconscientemente paso mi dedo índice por mi labio inferior pero son sus labios los que quiero tocar, besar. ¡Concéntrate Grey! Es solo una cara bonita, no puede ser más para ti.
Puto subconsciente. Trato, enserio trato de escuchar que dice pero la forma de sus labios, la manera en que se mueven y su lengua cuando sale hacia afuera en algunas palabras me desconcierta totalmente.

-Por eso estoy buscando trabajo. Y me gustaría mucho trabajar aquí y aprender de usted.-

Capto la ultima parte de su discurso, ¡Oh maldición! ¿Y ahora que demonios le contesto? ¿Que carajos dijo?. Ella espera impaciente por mi respuesta, acariciando la punta de su cabello que cae sobre sus hombros en un claro signo de nerviosismo.
Un toque en la puerta me distrae dándome así unos segundos para pensar.

-Adelante.-

Elliot entra sonriendo como el estúpido que es y camina directo hacia mi sin dejar de mirar a la chica que está sentada allí.

-¡Hey tramposo! No me dijiste que seguías con las entrevistas, eso no es justo. Te dije que te ayudaría.-

Lo fulmino con la mirada para que se calle pero él no me esta prestando atención.

La Locura De Mi Vida  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora