Capítulo 40. (Vasariah)

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Damien apartó su brazo y fijó sus dulces ojos en mi, le sonreí, él se sentó y luego me abrazó, me había tomado por sorpresa, pero no lo dude ni un segundo para corresponder su abrazo, empecé a sobar su espalda y su cabello, sentí dos gotas de agua caer en mi hombro, pero sabia que eran lagrimas de él.


- Damien ... - susurré.


Él agarró con fuerza mi blusa, pero no se separó. 


- Todo va a estar bien - le dije.


Él asintió y sentí como inhalaba mi aroma, su nariz estaba en mi cuello.


- ¿Puedo solo quedarme acá? - me preguntó.


Sonreí y asentí.


- Claro Damien, descansa - le dije mientras rascaba y sobaba su cabello, poco a poco la respiración de él se fue tranquilizando hasta quedarse dormido, me quedé varios minutos después abrazándolo, luego lo aparté con cuidado y puse su cabeza en mis piernas, me quedé ahí sentada mientras el dormía en mis piernas, miré al cielo. 


- Lo siento, soy un idiota - escuché la voz de Damien. Bajé la mirada pero el seguía con sus ojos cerrados, ¿había sido ideas mías? luego vi una lagrima caer por el rostro de él, con mi pulgar limpié su lagrima y tomé su mano.


- Todo va a estar bien Damien - le dije en voz baja, y realmente esperaba que asi fuera.







Isabella.

Había ido a buscar a Damien, me preocupaba lo que él estaba sintiendo, yo lo podía sentir, pero realmente no sabia donde estaba. Me detuve por unos momentos y cerré mis ojos tratando de conectarme con él al punto de saber donde se encontraba. Después de unos minutos lo obtuve, estaba en un edificio, sonreí y me fui para allá, cuando llegué, me detuve. Vi a Vasariah y a Damien, él estaba dormido en las piernas de ella, mientras ella acariciaba la mano de él. Una sonrisa de tranquilidad me inundó. Ella se giró a verme, me había sentido. Fijó su vista en mi, junté mis manos y le gesticulé con mis labios un gracias, ella asintió y yo desaparecí.


Me alegra de que Damien tenga a alguien que esté para él. Aparecí en el mundo de los Dioses y segundos despues apareció Caleb a mi lado. 


- ¿Lo encontraste? - me preguntó.


Asenti.


- Pero ya había alguien cuidándolo - le dije. Me acerqué a él y deje que me abrazara, amaba estar en sus brazos. Era muy reconfortante. 





Rival Inmortal. (Duología Inmortal)Onde histórias criam vida. Descubra agora