4. Problemas de omega

833 91 48
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Regresó al departamento de Pichit con el celular en la mano y el horario de los vuelos que saldrían aquella noche. No esperaba la pregunta que Guang Hong le había hecho y respondió un "si" automáticamente y se marchó de ahí dejando a Guang con una sonrisa de oreja a oreja.

No lo quería ilusionar, pero tampoco pensaba dejarlo con el corazón roto después de haberle ofrecido un lugar en el cual se podía quedar.

Entró al departamento con la llave que Pichit le había prestado y se encontró a su amigo en la cocina. Por lo que llevaba conociendo a Pichit sólo cocinaba cuando algo importante iba a suceder o tenía que decir algo urgente. Si no pasaba nada se la vivía de comida instantánea y restaurantes.

Se sorprendió de ver a Leo entrar y soltó la cuchara que tenía en la mano.

—Llegaste temprano —dijo después del shock—, no te esperaba aquí hasta pasada medianoche.

—Hubo unos problemas y tuve que regresar antes —Estaba fatigado y se dejó caer sobre el sillón—. ¿Puedo saber por qué estás cocinando?

—Hoy vendrá Seung a cenar —respondió siguiendo con su tarea—, ¿qué pasó?

—Encontré un lugar donde quedarme —confesó guardando las pocas cosas que había sacado en esos días—, luego te puedo mandar la ubicación.

—Supongo eso es parte de la historia —dijo Pichit tapando la olla después de comprobar que la especie que le echaba era la correcta—, te ves muy desesperado.

—No sé si irme de Japón ahora —admitió—, chequé los vuelos y el último de hoy es dentro de media hora, puedo hacerlo si me voy justo ahora.

—¿Otra vez te acostaste con alguien? —preguntó Pichit sin expresividad en su voz, tal vez un poco irritado—. Deberías dejar de hacer eso, ahora no te controlaste tanto, ¿no?

Se sentó a su lado y comenzó a utilizar la laptop sin importarle que Leo estuviera a su lado para ver lo que hacía.

—No. Pasó algo más extraño.

—¿Otra vez se te confesaron?

—Algo así —respondió viendo las imágenes que Pichit comenzaba a postear—, hoy fui a un parque de atracciones con un chico. El mesero que te conté.

—¿Un alfa te invitó a salir? —la atención que había perdido comenzó a volver de nuevo pues levantó la cabeza—, ¿eso alguna vez ha pasado?

—No es un alfa, te mentí acerca de ello —confesó avergonzado—, es un omega y lo acompañé porque hoy era su día libre y me sentí mal por haber arruinado su día libre.

—Y luego se te confesó —aventuró Pichit después de dejar su laptop sobre la mesa nuevamente.

—No, le llegó el celo —dijo mirando a Pichit—, se fue corriendo pero se le olvidaron los supresores y muchos entraron al baño y tuve que mostrarle que era un alfa.

Chinese Coffee 【Leoji】Where stories live. Discover now