3. Día Libre

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Durante tres días más estuvo platicando con Guang Hong por medio de LINE cada vez que tenían tiempo pues tanto Leo como Guang se la pasaban ocupados la mayor parte del día en sus respectivos "trabajos"

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Durante tres días más estuvo platicando con Guang Hong por medio de LINE cada vez que tenían tiempo pues tanto Leo como Guang se la pasaban ocupados la mayor parte del día en sus respectivos "trabajos". Leo quería volver a la cafetería pero seguía más ocupado conociendo personas y lugares en los que podría quedarse como para ir a la cafetería por las mañanas, aun así parecía que en esos tres días su confianza con Guang Hong había incrementado de manera excesiva.

El chico le enviaba fotos de cada postre que hacía mientras que él se moría por probarlos. Leo también le enviaba fotos de los lugares a los que iba, evitando decirle que comía por miedo a que sintiera que no le gustaba lo que él preparaba.

El cuarto día por fin tuvo menos lugares a los cuales ir y pudo visitar a Guang Hong, unas cuadras antes de llegar le envió un mensaje.

Leo: Estoy a punto de llegar a la cafetería.

Guang Hong: ¡Enseguida voy!

Leo: No entendí.

Guang Hong: Nada importante.

Guardó el teléfono y cruzó las calles que restaban, seguían estando casi vacías y en aquella ocasión no vio a nadie que pareciera amigable. Empujó la puerta de la cafetería y el delicioso aroma del café le llegó inmediatamente. Guang estaba vestido con ropa casual y parecía algo alterado.

—¿Pasa algo? —preguntó Leo.

—No, ¿qué vas a ordenar? —Guang había decidido que las formalidades ya no eran necesarias.

—Quiero un café y el pastel que estabas comiendo la vez pasada —respondió.

Había estado soñando con ese pastel durante los tres días que no había ido a pesar de tener las otras rebanadas que Pichit casi se había acabado, dejándole una pequeña muestra.

—Leo —dijo Guang yendo a la parte donde se encontraba la cafetería—. Aún no quiero que pruebes el pastel.

—¿Entonces cuando podré comerlo? —gimió en respuesta—, ¿sabes cuánto esperé para comerlo?

—Tres días, supongo —respondió sirviendo el café en una taza idéntica a la anterior, se le veía confiado y seguía sin ver a su abuela por ahí—. Pero aún no.

—Entonces dame cualquier cosa diferente a la que me hayas dado, supongo tendré que esperar aún más para comer lo que quiero.

La suave risa de Guang se esparció por el lugar, dejó la taza de café en el mostrador y cogió una rebanada de lo que parecía pastel de zanahoria para ponerlo en un plato diferente al que le había entregado hace unos días. Se sentía más tranquilo y los pocos ruidos que se encontraban en la calle se habían ido al entrar por la puerta.

—Espero te guste, aunque es muy común y no creo sea muy especial —dijo Guang al poner lo platos sobre la mesa.

—Lo importante es quitar el hambre —respondió.

Chinese Coffee 【Leoji】Where stories live. Discover now