Capítulo 39 - Una mala idea

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Mis nervios se redujeron cuando observé unas figuras sentadas en el suelo a lo lejos, justo en la parte trasera de la casa.

- Están ahí. - Suspiré aliviada.

Caminé hacia ellos con tranquilidad, tranquilidad que se esfumó en cuanto distinguí el rostro de Ryan, justo al lado de Aiden. Ese malnacido iba a arrepentirse de haberme atado.

- ¡Eh! - Exclamé, ganándome su atención.

Instintivamente todos dirigieron sus miradas hacia mi, y el rostro de Ryan se descompuso al verme avanzando hacia él con tanta decisión.

- ¡Sophie para! - Gritó James, haciéndome que mis pies se detuvieran. Escuché un click y un extraño sonido metálico, justo entonces, unas manos rodearon mi cintura, atrayéndome hacia atrás. Ambos caímos al suelo y una lanza de plata atravesó el aire dónde yo estaba parada.

Observé en shock como la lanza atravesaba el árbol justo al lado.

Un fuerte sonido inundó mis oídos, haciéndome gritar debido a su agudeza. De un momento a otro, me encontraba en el suelo, totalmente desorientada, sin más guía que las manos de Markell aún en mi cintura.

De repente, el incómodo sonido cesó, y una mano agarró mi muñeca, ayudándome a levantarme.

Estaba totalmente desorientada, pero pude escuchar la voz de Lexa en mi cabeza.

- ¿Estás bien? - La pregunta rebotó en mi cabeza.

Asentí, aún desorientada mientras observaba como James ayudaba a levantar a los demás.

- ¡Están aquí! - Gritó.

El arma de un fusil cargando inundó mis oídos, y un láser apuntó justo al pecho de Lexa. La empujé levemente, provocando que cayera al suelo, y el láser se perdió. Seguí el rastro, encontrándome con un hombre totalmente de negro, con lo que parecía ser una máscara de gas. Corrí hacia él por su lateral, y de una patada tiré su arma al suelo. Reaccionó rápido, y sacó un pequeño cuchillo de plata. Lanzó su primer ataque, haciendo volar el cuchillo de plata en diagonal hacia mi cuello, lo esquivé rápidamente y agarré su brazo, doblándolo hacia el lado opuesto del que estaba acostumbrado hasta que escuché un crack. Un fuerte sonido soltó de su garganta, y doblé aún más su brazo, clavándole su propio cuchillo en el cuello.

Cogí su fusil del suelo y disparé hacia los que se ocultaban, intentando disparar.

- ¡Cuidado! -Escuché la voz de Ryan en mi espalda.

Instintivamente, llevé mi mirada hacia arriba, para observar a uno de ellos caer de uno de los árboles, apuntando su espada hacia mi cabeza.

Antes de que pudiera llegar a mi, Ryan saltó hacia él golpeando fuertemente su cabeza en el aire.

- ¿¡Que diablos haces aqui?! - Gritó mientras se acercaba.

- ¡Salvaros el culo! ¿¡Que diablos haces atándome a una cama?!- Levanté el arma y disparé hacia otro que corría en dirección nuestra.

-¿¡Salvarnos el culo?! ¡Lo teníamos controlado! ¡Has activado una de sus trampas genia!

- ¡Si no me hubieras dejado en casa hubiera sabido que hay trampas y habría ido con más cuidado!

Resopló mientras esquivaba un espadazo y golpeaba al atacante, haciéndolo volar por los aires.

- Creo que ya habrá tiempo de discutir.-Acabó la conversación mientras escalaba uno de los árboles.

Me giré y seguí mi camino, acabando con todo el que se me ponía en mi camino, hasta llegar hasta Lexa y Markell.

- ¿Dónde están los refuerzos?-Grité para que pudiera escucharme.

Aleación [SANGRE & ACERO #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora