Capítulo Sesenta y Seis

681K 49.5K 78K
                                    



CAPÍTULO SESENTA Y SEIS

14 de Mayo, 2012.

Es extraño sentir mi cuerpo tan entumecido, escuchar el constante sonido de un pitido que acompaña a los latidos de mi corazón y ese agudo dolor en mi cabeza.

Cuando intento abrir mis ojos, al menos me lleva tres intentos, puesto que la luz blanquecina lastima en primera instancia a mis ojos. Por breves segundos estoy perdida, como si no tuviera conciencia de las últimas horas, y quizás hubiese sido mejor mantenerme de ese modo, porque entonces con mucha rapidez escucho el eco del rechinar de neumáticos, la voz de Jake y los latidos de mi corazón se apresuran mientras mis labios comienzan temblar.

Veo a mi alrededor notando que estoy en una clínica e inmediatamente llevo las manos a mi vientre, respiro hondo al comprobar que la hinchazón y redondez sigue del modo adecuado. Mi cabello está atado en la coleta bastante improvisada y algo ajustada.

Mientras mis labios tiemblan, cubro mi rostro con mis manos, sintiendo espasmos. Jake es un jodido, no entiendo por qué me odia, porque sólo el odio podría mover a alguien a hacer algo como lo que me hizo: escucharlo atentar contra su vida.

Mis manos están temblando, no sé si es de ira, miedo o el shock de lo sucedido, cual sea el caso, no puedo controlarlas.

—Hola cariño, nos alegra que hayas despertado, hay muchos chicos afuera que no quieren moverse hasta verte —dice una voz un tanto aguda, retiro mis manos de mi rostro y me topo con una enfermera quizás en sus cincuenta sonriéndome con ternura.

—¿Llev...? —no termino de hablar cuando siento el ardor en mi garganta, rápidamente la enfermera se acerca y me da de beber pequeños sorbos de agua al notar que tengo sed.

Una vez saciada mi sed, ella procede a evaluarme, hago una mueca al percibir dolor en mi espalda, pero lo atribuyo al peso que adquiere mi bebé y la tensión.

—¿Cuánto tiempo llevo aquí?

—Llevas unas doce horas inconsciente, tu esposo ha estado preocupado. No te muevas cariño, en un momento vendrá el doctor.

—¿Y... Mi esposo? —pregunto en voz baja, sabiendo qué persona fue la que se registró como mi esposo.

—Está afuera, ¿quieres que lo haga pasar?

—Por favor.

—De acuerdo, pero recuéstate un poco, no queremos que tu espalda se haga daño.

Obedezco mientras ella me ayuda a posicionarme entre las suaves almohadas, es lo bueno de las clínicas, la atención es un poco mejor, no mucho, pero si hay una notable diferencia.

En cuanto ella sale, miro con ansiedad la puerta, esperando que Harry aparezca, quizás estoy algo paranoica, pero no deseo estar ni un segundo sola. Básicamente yo estoy muy asustada.

Cuando la puerta se abre y el rostro cansado y cauteloso de Harry aparece, suspiro con alivio. Creo que mi mirada le dice cuanto necesito de su tacto, puesto que a paso rápido se sienta en la silla junto a mi cama y sus dedos no tardan en entrelazarse con los míos.

—Hola —dice en voz baja, besando mis nudillos y con una pequeña sonrisa cansada, de seguro no ha dormido.

—Hola a ti.

—Me asustaste mucho Kae, estabas pálida y luego estabas purpura, como si te asfixiaras, fue terrible.

—Lo siento, yo sentí que no podía respirar, quería reaccionar, pero no podía...

H de Harry (BG.5 libro #1) Disponible en Librerías.Where stories live. Discover now