Piano

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Teníamos tres meses de estar ocupando el hotel y la mayor parte de nuestros caprichos estaban satisfechos, a pesar de eso el ambiente se había tornado algo incomodo entre nosotros desde la semana pasada... ¿Por qué? A cierta señorita Pelusas se le ocurrió la fantástica idea de confesar a Don Idiota que gustaba de él un "poquito", pero lo que realmente complico el asunto es que el susodicho informo educadamente que "pasaba".

Estaba al medio de la estúpida situación y no es que no respetara los sentimientos de mis compañeros, pero no comprendían que sus reacciones me afectaban algo más de lo que debería porque estábamos solos y sentirme incomoda quizá ahora ya no era una opción. Esa tontería me había puesto en perspectiva de nuevo y sentía la necesidad de encontrar a más sobrevivientes, o una explicación, estaba aparentemente despertando de mi sueño en el que el mundo nos pertenecía.

Me encontraba sola en el ala derecha del hotel, porque Nahomy había optado por salir a la ciudad en busca de algo que la distrajera y Yoongi dormía en el ala izquierda. Me revolví en la cama tratando de encontrar una posición cómoda para conciliar el sueño, pero solo conseguí enredarme con mi propio cabello, saque mi reproductor...ese que funcionaba con baterías y busque alguna canción, pero justamente en ese momento a lo lejos escuche las notas de un piano...¿Un piano?

Me quede viendo hacia el techo mientras la melodía triste invadía mi cerebro ¿Era real?

¡Alguno de los chicos sabe tocar el piano y no te lo dijeron Rita!

Salte de mi cama muy emocionada, siempre me había gustado ver los talentos de la gente y me apasionaba antes ir al teatro a contemplar el ballet, ¡Tendría algo así ahora!

Seguí la dirección de donde venia la música, y me adentre a varios salones que en realidad no visite antes. Llegaba un aire frio de las ventanas entreabiertas y comencé a sentir algo de temor en aquella oscuridad donde solo la luz de la luna que se colaba podía guiarme, me arrepentí de no cubrirme con un abrigo o algo más que mi pijama formada por una camiseta de AC/DC y unos shorts con estampado de pequeñas pizzas.

Abrí la última puerta, antes de encontrarme con un estúpidamente angelical Suga, estaba en el fondo de un salón gigantesco, sentado en un banco frente a un magnifico piano de cola. Llevaba uno de esos jeans rasgados que tanto le gustaban y una camiseta blanca impoluta, iba descalzo y su piel blanca brillaba en aquel fondo. La escena era digna de una pintura y me negué a hacer ruido alguno, nadie viendo como se concentraba en aquella melodía sería capaz de suspirar siquiera con tal de no distraerle.

Me senté sobre la alfombra a cierta distancia de él, aparentemente no se había percatado de mi presencia así que me di por satisfecha. Sus dedos se deslizaban con destreza sobre las teclas y su cabello negro se mecía ligeramente sobre su frente. Me sentí un poco mal por ser una intrusa indeseada en un momento en el que el probablemente prefiriese estar solo.

A veces me preguntaba eso ¿Por qué nosotros? Y cosas como estas me hacían comprender que teníamos menos miedo que el resto a estar completamente solos. Es decir, en un primer momento la situación fue traumática y sigue siendo extraña, pero ninguno muestra demasiado apego al pasado y hasta cierto punto yo misma he encontrado algo de paz, incluso temo en que llegue el momento en que se termine.

Un monstruo, me sentía como uno cuando permitía que pensamientos como este cruzaran por mi mente, un monstruo egoísta. Aun más cuando asumía que los otros pensaban como yo sin habérselos preguntado, soy una idiota.

Yoongi termino de tocar aquella pieza y giro su rostro para encontrarse con mis ojos fisgones: -¿Qué haces aquí? – No se escuchaba molesto, así que esa preocupación ya no contaba.

- No podía dormir y escuche que alguien tocaba, solo sentí curiosidad. Tocas muy bien, eres todo un descubrimiento – Dije sinceramente, este chico me sorprendía bastante. Era meditabundo, callado y muy amargo pero tenía muchos talentos además de su habilidad para hacer señalamientos sarcásticos hasta por tu forma de respirar.

- Descubrí este piano hace unos días, decidí que no debía desperdiciarse así que ahora es mío.

- Descuida, nadie va a robártelo – realmente nadie lo haría – Ignora mi existencia si, continua tocando.

- Leíste mi mente, eres más lista de lo que creí.

- Eso es obvio, soy muy lista y tu un idiota sin tacto. ¡Ahora vuelve a tocar! – Se quedo en silencio viendo sus manos como si quisiera decir algo y no sabía cómo. Luego de un siglo rompió ese silencio que se había tornado bastante incomodo

- Lamento lo sucedido con Pelusas, lo digo porque las cosas estarán probablemente raras para ti. Sé que lo sabes así que no hay nada que esconder. Espero que todo se olvide pronto – Lo soltó tan rápidamente que adivine de inmediato que no era algo de lo que quisiera hablar ¿Acaso ya no teníamos privacidad?

- No tienes por qué hablar de esto si no quieres, no es mi asunto y ten por seguro que sobreviviré – esboce una sonrisa para que comprendiera que estaba diciéndolo en serio, no era mi intención alargar el tema, porque de verdad no era mi asunto en el fondo – además con los días todo volverá a la "normalidad" – añadí simulando las comillas con mis dedos, técnicamente nada de esto era normal.

Yoongi alargo sus dedos por un par de teclas haciéndolas sonar de forma aleatoria, seguía meditando algo mas - ¿Cuánto tiempo piensas que podremos seguir así? Digo viviendo de esta manera como auténticos parásitos del apocalipsis, debe haber alguien más allá afuera y no los encontraremos si no movemos nuestros gordos traseros – Me alegraba que pensara de esa forma porque yo misma no había sido capaz de preguntarlo en voz alta.

- Lo he pensado durante todo este tiempo, pero no se por donde podemos empezar, además tengo miedo acerca de lo que encontraremos afuera – Abrace mis piernas y añadí – podríamos hablarlo juntos y decidir adonde ir primero...

- ¿Qué ha pasado con tus sueños? ¿No has vuelto a escuchar a las voces?

- Desde que decidimos quedarnos acá no he vuelto a tener uno de esos sueños y tampoco he escuchado nada – escondí mi rostro entre mis brazos – Se que sonara egoísta pero me alegra que no ocurra mas, porque en esas pesadillas me siento observada por quienes me hablan sin poder moverme, todo es oscuro y muy frio...Es como si dejara de ser dueña de mi misma.

- Antes dijiste que a medida que nos acercábamos al norte escuchabas más claro o podías ver mejor en tus sueños, el origen de todo esto debe encontrarse por allá...no seas gallina y vayamos más al norte – una sonrisa ladina apareció en su rostro.

- Supongo que es la opción que mas sentido tiene para nosotros, se lo preguntare a Nahomy en la mañana...Asumo que solo faltaría convencerle a ella ¿No?

- Lo asumes bien – El comenzó a tocar de nuevo e inmediatamente su atención completa estaba depositada en el piano, por lo que decidí levantarme del piso y acercarme para poder escuchar mejor, me arroje despatarrada en uno de los sofás cercanos. Estaba sumida en mis pensamientos acerca de lo que nos esperaba en los siguientes días. Hasta que a lo lejos se escucharon los pasos de Nahomy que al parecer corría para llegar al salón.

- ¿Están allí chicos? – Grito aun a lo lejos

Me reincorpore inmediatamente y Yoongi se volvió, el tono de voz de Nahomy era urgente.

- ¿Qué es lo que sucede? - me levante y llegue hasta ella quien se había detenido y recuperaba el aire, lucia como si hubiese corrido kilómetros.

- ¡Diablos no los encontraba! Y...- aun era incapaz de hablar por completo debido a la agitación - ¡No lo van a poder creer! – Sonreía de oreja a oreja

- ¿Qué rayos es lo que has visto? – Yoongi llego a su lado preguntando de forma impaciente.

- ¡HE VISTO A OTROS CHICOS! – Su emoción inmediatamentenos contagio.


ND-50Where stories live. Discover now