Capítulo Sesenta y Cuatro

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Yo asiento con la cabeza mientras enredo mis piernas alrededor de sus caderas cuando él se levanta conmigo en su regazo, gimo profundamente porque el que esté de pie, y la posición, sólo lo hace ir más profundo en mi cuerpo.

Para mantener el equilibrio dejo de cubrir mis pechos con mis manos y las ubico en sus hombros, nuestros pechos se presionan y entonces siento una vez más liquido siendo liberado de mis senos, pero esta vez se desliza entre nuestros cuerpos, Harry hace una mueca divertida cuando se da cuenta que estoy llenándolo un poco más.

—En serio que es muy tibia. Bonito momento para enterarnos que tus senos ya tienem comida para bebés Kae, muy bonito.

—Lo sé.

—Ahora limpiemos toda esta comida de bebé y volvamos a lo que estábamos: nosotros haciendo el amor.

—Me parece un buen plan —es lo que digo antes de que nos haga entrar a la gran y espaciosa bañera.

***

Mi vientre crecido está al aire libre mientras la doctora Dafne hace todas las preguntas necesarias y ya comunes en nuestras citas médicas, parece sorprendida de que una vez más Harry esté acompañándome, pero lo observa con clara aprobación, descartando la idea de que Harry pudiera no hacerse cargo del embarazo.

—Mis pechos llevaban casi dos semanas doliendo, pero esta mañana ha comenzado a bajarle la leche, es más como agua nívea, pero antes sólo era un poco de humedad en mi sujetador, ahora...

—Ahora ella parece una gotera —me interrumpe Harry haciendo reír a Dafne.

—Tampoco es para tanto, exagerado.

—Bueno, eso es bueno. En algunos casos tienen realmente problemas para amamantar, ¿tu primer embarazo fue así?

—Creo que bajó con más fuerza cuando di a luz, no fue tan pronto como ahora ni tampoco dolieron tanto mis pechos durante el embarazo, este ha sido totalmente diferente.

—¿Qué tal los sangrados? ¿Ya no están? —me pregunta con amabilidad.

—No, es cosa del pasado, y tampoco arde o duele para orinar. De hecho, orino lo que se considera adecuado en el promedio de una mujer en estado.

—¿Has seguido la dieta que te establecí? Recuerda que tiene los carbohidratos adecuados.

—Lo he seguido al pie de la letra.

—De acuerdo —dice, untando el tan incómodo liquido frío sobre mi vientre que me hace temblar—. Entonces, ¿hoy se me permite decir el sexo del bebé, señor Jefferson?

—Por supuesto, estamos ansiosos. Como que comenzamos a cansarnos de llamarlo bebé en camino.

—Bueno, bien podrían llamarlo bebé Karry —bromea Dafne—. Es el nombre con que le llaman en todas partes, mi sobrina es una gran fan de su banda, señor Jefferson.

—Bueno, en honor a su sobrina le pido que por favor sólo me llame Harry.

—De acuerdo, tú puedes llamarme Dafne, al igual que lo hace Kaethennis.

Solía sentirme muy cómoda con el doctor Collen, pero la doctora Dafne es asombrosa y muy dulce, debo admitir que Harry supo cómo escoger.

Harry y yo prestamos atención a absolutamente todo lo que ella hace mientras conversamos. No puedo evitar emocionarme al igual que en las consultas pasadas. Al ella comenzar a realizar el eco, los latidos de bebé en camino, o bebé Karry como las fivers lo llaman, resuenan por la habitación. Harry acaricia mi brazo mientras sonríe con inmensa alegría, y sé que sólo escuchando sus latidos y viéndolo reflejarse en el pantalla, Harry se siente seguro con respecto a mi sangrado siendo sólo un susto.

H de Harry (BG.5 libro #1) Disponible en Librerías.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora