Supergirl contra CADMUS

Supergirl contra CADMUS 36

-No querida. Si hubiera sido así ninguna de las dos nos encontraríamos en esta posición.-

-Y para acabar así, ¿realmente cree que merecía la pena que tanta gente muriera?-

-Eso mismo le podría preguntar yo. Sus leyes pro alienígenas han hecho que la gente de aquí nos tuviéramos que movilizar para conservar nuestros derechos, ustedes empezaron la guerra, nosotros simplemente estamos defendiendo lo nuestro.-

-Pura demagogia populista. ¿Usted y cuantos más creen en esa basura?-

-Los suficientes para demostrarle a usted y a su querido DEO que vamos en serio.-

Alex intentó que no asomara ni un atisbo de sorpresa al oír el DEO saliendo de la boca de Lilian. Hasta que no atacaron a Supergirl no habían sabido de la existencia de CADMUS, pero estaba visto que la organización llevaba implantada demasiado tiempo y que no eran un grupo de aficionados con ínfulas de salvadores que se dedicaban a parlotear sin ningún sentido. Habían trabajado meticulosamente, habían secuestrado a Supergirl, conocían la existencia de la fortaleza, los habían derrotado en la central nuclear, la habían secuestrado a través de un espía involucrado totalmente en la central y si sabían de la existencia del DEO, ¿qué más sabrían?

-¿Qué hago aquí?- exigió saber intentando obtener toda la información posible.

-Simplemente está como moneda de cambio. Si mi hija sabe que la hemos secuestrado igual cambia de actitud.-

-¿Cómo moneda de cambio?- Preguntó cada vez más confundida.

-A estas alturas no vamos a desvelar nada que ambas no sepamos, agente Danvers. Ustedes saben qué buscábamos en la central nuclear y ambas sabemos en qué dos lugares podíamos encontrarlo.-

-Y la central no fue más que una distracción...- comentó adivinando.

-Si le soy sincera no esperábamos que tuvieran tanta información sobre nuestros próximos pasos. Fue un intento real con un fin real, pero al final se convirtió en una cara distracción, aunque visto lo visto, muy necesaria. Debíamos atar todos los cabos ante cualquier imprevisto.-

-¿Y Lena qué tiene que ver en todo esto?-

-Digamos que no he sabido ser una madre convincente y puede que necesite otro incentivo.-

-Creo que no ha sabido ser ni convincente, ni buena madre.-

-Esa es la defensa a Lena que esperaba ver.- dijo con un brillo triunfal en sus ojos. –Pero piénselo un poco, si no fuera una buena madre habríamos optado por métodos más expeditivos con Lena, métodos que por otra parte mis hombres me sugirieron en varias ocasiones. Pero quiero que esto nos una en una sana relación madre e hija, no que nos separe más.-

-Señora Luthor, siento romperle su burbuja, pero su hija no movería ni un dedo por mí.-

-No se haga la tonta conmigo.-

Lilian Luthor tiró varias fotos a la mesa para que Alex pudiera verlas. Alex las cogió como pudo, arañando con las esposas sus doloridas muñecas al intentar alcanzarlas. Entornó los ojos para poder enfocar mejor su visión, el dolor de cabeza estaba desapareciendo pero aún tenía algo de fotosensibilidad.

-No entiendo nada.- dijo mientras veía fotos de ella y Lena en un bar.

Lilian cogió las fotos que quedaban en la mesa y que su prisionera no había logrado alcanzar y comenzó a enseñárselas a una Alex que cada vez entendía menos lo que ahí ocurría.

-Desde que Lena se mudó aquí no había tenido ningún interés... llamémoslo romántico. Y todas sus visitas se resumían a entrevistas de trabajo, o de empresarios o de periodistas. Y aunque habéis intentado ser discretas y ocultarlo, esto me parece que era más placer que otra cosa.-