Andrea es la asistente de la madre del famoso cantautor Charlie Puth con quien no ha tenido mucho contacto hasta que su jefa los une y los sentimientos de ambos comienzan a florecer. ¿La fama los separará o podrán mantenerse unidos?
Todo el asunto de Charlie con Bella no duró mucho. Por un lado me sentía aliviada de que haya vuelto a sus cabales pero, por otro lado, me sentía mal por él. La muy #$!%/ lo utilizó y estuvo con él mientras aún seguía con su otro novio actor y eso lo dejó destruido también.
Sus mensajes en twitter (sí, lo espiaba en twitter) demostraban que se sentía muy herido y me hubiese gustado apoyarlo en este momento tan difícil para él. No solo lo habían engañado y utilizado sino que también lo humillaron frente a todo el mundo.
Ese día pensé mucho en escribirle pero me contuve porque no quería echarle leña al fuego y molestarlo más en este momento. Las chicas me llamaron temprano para salir en la noche y acepté; era un viernes y necesitaba salir a despejar mi mente.
Pasé casi todo el día en cama viendo películas ya que tuvimos el día libre y en la noche me arreglé para salir con Lou y Zoey. Fuimos a un bar a disfrutar de unos tragos y a charlar; Zoey nos contó del chico nuevo con el que salía y Lou bromeaba preguntándole si se parecía, como decía ella, al "Puth". Poco después de medianoche cada una volvió a casa a descansar y el sábado por la mañana me levanté, me puse mi ropa de ejercicios y salí a correr al parque.
Mientras corría estaba escuchando música y comenzó a sonar "Look at me now" de Charlie. Por un momento me sentí triste pero por otro me alegré porque la canción es tan alegre y divertida que es imposible sentirse mal al escucharla. Seguí corriendo mientras sonaban otras canciones de Charlie y cantando al ritmo de la canción.
Vi un banco no muy lejos y corrí hasta allá para descansar ahí. Me senté, apagué la música y tomé un poco de agua cuando noté que alguien se acercaba a mí. Para mi sorpresa... era Charlie.
- Hola – dijo viéndome - ¿Cómo estás?
- Ehh hola – sentía que el corazón se me saldría del pecho – Estoy bien ¿y tú?
- Bien ¿Te importa si me siento? – señaló el banco.
- Para nada – medio sonreí – Es un banco público – No puedo creer que estemos juntos en este momento.
- Y... ¿Cómo te trata la ciudad? – sonreía... se veía en paz – Tu amiga Karen me dijo que te mudaste.
- Sí, lo sé. Ella me contó que se vieron – No quise entrar en detalles del porqué fue a buscarme - La ciudad me trata bien. Mi trabajo es divertido y tengo buenas amigas aquí.
- Me alegro mucho
- Charlie...
- Tengo que irme – dijo antes de que yo pudiera decir otra cosa – Me gustó mucho ver que estás bien Andy.
Suspiré – Lo mismo digo Charlie – No quería que se fuera.
Charlie dio medio vuelta y comenzó a caminar pero a unos pasos se devolvió...
- Andrea – dijo. Ahora se veía nervioso.
- Dime
- Tengo una presentación hoy por la noche en un bar. Es algo pequeño y privado ¿Te gustaría ir?
Sonreí – Por supuesto – Pude ver una pequeña sonrisa en su cara.
- Genial. Entonces anotaré tu nombre en la lista para que te dejen entrar.
- De acuerdo – sonreí – Ohh espera! – Pensé en Zoey – Tengo una amiga. Es una gran admiradora tuya y me gustaría llevarla.
- Claro – sonrió - ¿Cuántas invitaciones necesitas aparte de la tuya?
- Solo 2 más, Charlie. Muchas gracias.
- A la orden. Ahora sí debo irme – se despidió con un gesto – Por cierto... cantas lindo mis canciones – sonrió y se fue.
Sentía que mi respiración se había detenido desde que lo vi y ahora podía respirar. Estaba feliz de haber podido hablar con él, y más aún porque lo vería de nuevo... esta noche.
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