Hasta que llegaste tú (Miley Cyrus & Justin Bieber) ©

Capitulo 26: Dijiste que no me lastimarias

—¡Ya llegamos Miley! —Gritó Justin apenas entraron a la casa.

Los chicos se quedarían en la casa por un par de días, ya que la casa era bastante grande y Pattie no estaba, Justin como buen amigo les ofreció que se quedaran. Eso era algo que tenía que avisárselo a su novia, porque podría molestarle que su ‘otra novia’ esté también. 

—Siéntanse como en su casa…—Les dijo a sus amigos mientras caminaba hacía las escaleras. —Voy a ver como está Miley...—Avisó y subió los escalones.

Miley había decidido dormir una siesta, ya que estaba bastante aburrida sin Justin en la casa, después de haberse tomado una ducha se acostó para descansar hasta que su novio vuelva.

Justin golpeó la puerta del cuarto tres veces, pero nadie salió a abrir, supuso que estaría escuchando música con sus audífonos o en el baño así que decidió entrar sin avisar, una vez dentro la vio durmiendo, parecía un ángel… sonrió tiernamente y se acostó a su lado sin despertarla. Acarició su suave cabello y rozo su nariz con la de ella.

—¿Justin? —Murmuró sin abrir los ojos, estaba media dormida aún.

—Si…—Respondió para después darle un cortó beso que hizo sonreír a su novia. 

—¿Ya volvieron? —Preguntó inocente.

—Si… y mi amor, les dije a los chicos que podían quedarse un par de días… espero que no te moleste. —Le comunicó nervioso por su respuesta. 

—Ok, no te preocupes no me molesta. —Sonrió sincera. Aunque por un lado le molestaba un poco que esté la otra novia de su novio en el mismo techo que él y ella compartían. 

—¿Segura? —Preguntó desconfiado.

—Si bebe, no te preocupes. —Beso sus labios y se separaron al escuchar golpes en la puerta.

Justin maldeció bajo y fue a abrir, se sorprendió un poco al encontrarse con Caitlin y Ryan… tomados de la mano.

—¿Interrumpimos algo? —Habló Ryan.

—No para nada…—Dijo Justin y salió de la habitación cerrando la puerta atrás de él. —¿Paso algo? —Preguntó mientras los tres caminaban al cuarto de Bieber.

—Quería…queríamos decirte algo…—Empezó Caitlin después de unos minutos de silencio, Justin no apartaba la mirada de las manos entrelazadas y eso hacía ponerlo más nerviosos. —La cosa es que… en este tiempo que vos no estabas, yo estaba mal… y Ryan estaba ahí para mí… entonces…—Justin se sentó en el borde de la cama preparándose para lo que iba a escuchar.

—Somos novios. —Finalizó Ryan sin rodeos.

—¿Qué? ¿Me fuiste infiel? —Preguntó molesto, aunque él también le había hecho lo mismo.

—No es eso… es solo que…—Caitlin no encontraba las palabras exactas para decir.

—No te preocupes, estamos a mano, yo también te fui infiel… con Miley.—Contestó seco y molesto. Salió del cuarto y fue donde se encontraba Miley.

Justin cerró la puerta de un portazo al entrar a la habitación de Miley, cosa que hizo que esta se sobresaltara ya que estaba entrado nuevamente en sueño. 

—¡¿Qué paso?! —Preguntó asustada.

—¡Me engaño! ¿Podes creerlo? ¡Estuvo con Ryan! —Gritaba molesto mientras caminaba de un lado a otro. Se pasa las manos por el cabello frustrado y Miley no comprendía nada.

—¿Me vas a explicar bien? Porque no te entiendo amor…—Le habló tierna, para que se calmara un poco. —Veni, sentate y cuentame…—Le hizo un lugar en la cama.

—Me engaño… Caitlin me engaño con Ryan…—Dijo aun parado mirándola. 

—¿Estas bromeando cierto? —Preguntó atónita. Justin negó con la cabeza, y ahora la molesta era ella. —¡¿Estas celoso!? —Gritó furiosa.

—¡Claro que si! Mierda es una…—Miley no lo dejo terminar de hablar ya que se paro y le dio una fuerte cachetada, tal vez para que ‘reaccione’.
—¿Qué te pasa? —Le corrió el brazo y se toco su cachete colorado.

—¡Sos un idiota Justin! ¡Un idiota! Me dices que queres estar conmigo, que esto que el otro, me enamoras y es todo una puta mentira ¿No? Jugaste conmigo mientras estabas realmente enamorado de ella…—Se descargo gritando y sus ojos comenzaban a cristalizarse. —¡No quiero verte más! ¡te…—Iba a decir ‘te odio’ pero eso sería una gran mentira.

—No no…Miley yo te amo. —Logró decir ya que estaba un poco shokeado. Y entro en razón de lo que acababa de hacer.

—Me dijiste que no me ibas a lastimar…—Agacho la cabeza avergonzada ya que las lagrimas habían comenzado a salir solas.

Lo empujo hacia un costado y salió de la habitación para correr las escaleras e irse lo más pronto de allí. Sabía que correr en ese estado no le haría bien, pero quería escaparse de Justin. Abrió la puerta y empezó a correr por la calle ya que Justin venía siguiéndola. Se avergonzó un poco al ver como la miraba la gente, todavía tenía puesto el pijama y estaba descalza. 

—¡Miley! ¡Esperame! —Gritaba Justin que iba un poco más atrás. —No podes correr Miley para…—Ahora él también se encontraba llorando. Se sentía culpable. 

¿Cómo pude hacerle eso? ¡Caitlin ya paso! Ahora ella es la dueña de mi corazón. ¿Por qué mierda no pienso las cosas antes de decirlas? ¡Soy el pendejo más idiota del mundo! —Se culpaba. —Ahora por mi culpa miley se enfermara, lastimara al bebe porque no puede correr, y todo por mi… soy una bestia. 

¿Por qué me hace esto? ¿No era que me amaba a mi? ¡Soy una estúpida! ¿Cómo pude haberle seguido el juego si sabía que tenía novia y que la única que iba a terminar lastimada era yo? —Se reprochaba miley. 

Corrió un poco más hasta que sus piernitas no le daban más. Además de todo el peso que llevaba consigo. Miró hacia atrás y Justin ya no estaba. Lo había perdido. Busco algún negocio o algo para entrar y no quedarse en medio de la calle. Estaba todo vació, es decir, solo habían casas… ella conocía esas casas. Observo el lugar. ¡Mierda! Por acá vivía Greyson. 

Su única opción ahora era ir con el… no volvería a la casa de Justin, no por ahora. Tenía que pensarlo primero. Es obvio que se pondría celoso por ese tipo de cosas… pero hubiese quedado mejor si se lo ocultaba. 

Cruzo la calle y observo la casa… era la de Greyson. Suspiró antes de tocar el timbre. 

—¿Miley? —Él la recibió. Miley asintió tímida. —¡Miley! —La abrazó.