Capítulo Sesenta y Tres

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—Oh, sí, ese niño adorable del que BG.5 sube fotos al instagram, Harry y tú tienen a un niño hermoso.

—Lo sé, gracias, debes conocerlo, es todo un encanto.

—Puedo imaginarlo.

—Tú y yo nos llevaremos muy bien Grace —le digo, guiñándole un ojo y ella me sonríe con alegría.

—Eso será genial, Kae... ¿Puedo llamarte así, verdad?

—Puedes.

***

10 de abril, 2012.

—Lo quelo —repite Dan, señalando la vidriera donde un cachorro intenta lamer la pequeña mano de mi exigente hijo.

—Mi cielo, cuando tengamos nuestra casa, entonces quizás mami te compre uno, pero ahora no se puede.

Dan aprieta sus labios, pero, como bien sabe, no hace un berrinche, sólo parece molesto mientras cruza sus brazos, haciéndome saber que no quiere agarrarse de mi mano. Sonrío mientras le pido amablemente que me extienda la mano.

Él se niega mientras observa al cachorro.

—Harry Daniel, será mejor que en este mismo instante le des la mano a tu madre si no quieres verme realmente molesta —indico con voz neutra, consigo que me de la mano de manera voluntaria e incluso que suspire.

Entro a la tienda por la que me dirigí al centro comercial, con una única misión: comprar ropa.

Es cierto, yo no estoy enorme, pero es bien cierto que mis caderas no son las mismas, que tengo más muslos, mis pechos crecieron un poco y mi vientre definitivamente con casi seis meses no es nada plano.

En conclusión, mi ropa de pre embarazada desde luego ya no entra en mí.

Mi estómago es el idóneo para mi embarazo, realmente me gusta la manera en la que me veo y a Dan parece gustarle, lo sé por la manera en la que en ocasiones lo sorprendo mirándolo fijamente, más que con curiosidad, con alegría.

—Buenas tardes, ¿en qué podemos ayudarla? —pregunta una joven dependiente.

—Necesito ropa favorecedora y que me sirva para mi estado —digo, señalando con mi mano libre hacia mi vientre y en medio de una mueca que hace reír a la chica.

—Por supuesto, sígame por acá.

La sigo y en poco minutos me encuentro con muchas prendas que ella sostiene, que para ser sincera me gustan. Dan, en silencio, se mantiene a mi lado mientras selecciono todo aquello que sea de mi agrado.

Incluso mi hijo se mantiene de manera obediente en uno de los pequeños sofás dentro del probador mientras me observar desvestirme y probarme diversos vestuarios.

—¿Qué te parece este? —le pregunto a Dan, observándome en el espejo con el vestido holgado que llega a mis rodillas.

—Lindo.

—Gracias bebé, tendré en cuenta tu opinión.

Procedo a sacarme el vestido mientras en ropa interior me inclino al lado de Dan para tomar una de las camisas y pantalones premamá que tomé. Siento un contacto cálido y suave en mi crecido estómago y me doy cuenta cuando bajo la mirada que se trata de la pequeña mano de Dan presionada sobre mi estómago.

Sonrío con emoción porque es la primera vez que Dan toca mi estómago, incluso temí que tuviera miedo de esa área de mi cuerpo. Él me mira con una pequeña sonrisa mientras presiona su pequeña mano, yo no hago más que sonreírle de vuelta con mucha alegría.

H de Harry (BG.5 libro #1) Disponible en Librerías.Where stories live. Discover now