Capítulo 8: Alfombras y miedos.

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Taehyung respiró hondo una vez más y tomó el valor para cruzar la calle que le separaba con su vecino. 

Estaba asustado, sí, pero más nervioso. Sentía que iba a echarse a correr antes de poder decir cualquier cosa hacia Hoseok, así que cuando se vio frente a el y este le miró con un rostro interrogante, empuñó sus manos y casi gritó:

- ¡Dame un minuto de tu tiempo! 

Taehyung bajó su cabeza, mirando sus zapatos, sus mejillas tornándose en un suave rosado pero la levantó como si de un movimiento involuntario se tratase cuando escuchó la risa del hombre frente a él. Duró los segundos que pasaron mientras Hoseok reía observándole, luego su cabeza se movió hacia abajo en automático.

- Eres un poco raro, Taehyung. No raro malo, sino raro bueno. -Rió nuevamente- No sé si me doy a entender.

- Creo entenderte  -Murmuró levantando poco a poco su mirada-

- Ven, entra. Me pediste un minuto, yo puedo darte mi reloj completo. -Dijo de forma coqueta, abriendo la puerta de su casa y sonriendo al otro-

Taehyung, por su parte, pensó que posiblemente Hoseok no estaba tan enojado como creía y pudo ver en su sonrisa que aún le gustaba. Un sonoro suspiro aliviado salió de sus labios mientras entraba, nuevamente la risa de Hoseok se escuchó a sus espaldas. Miró a su alrededor, la casa lucía parecida a la suya, solo que estaba mejor decorada (o ésta sí estaba decorada, mas bien, ya que en la suya solo habían muebles necesarios esparcidos en el lugar). Unas cortinas blancas y verdes estaban en las ventanas con unos cuantos detalles bordados en estas. Habían flores decorativas encima de las encimeras, plantas adornaban en las esquinas y una alfombra grande, tan hermosa y delicada que se notaba que era completamente hecha a mano estaba en medio de la sala.  

- Es muy linda tu casa, me gusta mucho como se ve la decoración. -Expresó-

- Gracias, lo ha hecho Jiwoo, las cortinas y la alfombra, incluso. -Notó el rostro confundido de Taehyung y rió- Mi hermana, Jiwoo es mi hermana. Toma asiento, te traeré algo de beber, ¿qué deseas? -Observó las intensiones de negarse del otro, así que le interrumpió- No es opcional, solo dime que quieres beber.

- E-esta bien, agua podría ser. 

El rostro de Hoseok cambió y una sonrisa ornamentó su rostro, iluminándose de repente y casi corrió a la cocina, no durando mucho tiempo en ella, pues Taehyung apenas pudo ver unos cuantos detallitos de la casa (como fotografías) antes de que él llegara con un vaso de cristal, el cual él tomó en sus manos mas no bebió del agua; él solo tomó asiento en el sofá, Hoseok sentándose a su lado.

- ¿Querías decirme algo?

- ¿Las vende? -Hoseok siguió su mirada para poder entender a que se refería y se encontró con la alfombra hecha a mano por su gemela- ¿No hace para vender?

- ¿Por qué? ¿Quieres una?

Taehyung quiso asentir con efusividad pero decidió no hacerlo, viendo bien la alfombra, relmente sería muy costosa y él no podía pagarle, tampoco le pediría el dinero a sus hermanos.

Necesito un trabajo, pensó.

- Solo preguntaba, no tengo dinero para comprarle una a tu hermana. Es muy talentosa, las alfombras de diseño turco hechas a mano son muy difíciles de hacer.

- Le diré eso, tal vez le guste escucharlo.

Taehyung asintió levemente y luego un silencio incómodo azotó el ambiente, sin saber que hacer, solo jugó con sus propias manos y miró el suelo como si fuera de lobmás interesante. Después de varios segundos que parecieron horas, Hoseok aclaró su garganta para romper el silencio, llamando la atención de Taehyung.

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