Capítulo 1: Nuevo ingreso

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Odio, pero odio el primer día de clases. No me gusta que de la noche a la mañana tenga que cambiar mi horario de sueño. Hoy empezaba una nueva época en mi vida: la high, la cual va ser una tremenda porquería.                                   

Como siempre, lo mismo de todos los años, la charla de "Primer día de clases" de mamá. Cuando baje las escaleras a comer, mi madre empezara diciendo "Buenos días, linda" y yo le contesto con sin simple «buenos días» y ahí es que empieza su charla, "Hoy es tu primer día de clases..." y  por ahí sigue hablando y no para hasta que se da cuenta que es tarde.

Bajo los escalones poco a poco, no quiero llegar al comedor, no quiero la anual charla de mamá. Pero de verdad tengo una hambre que me come de adentro hacia fuera, no miento.

Me siento en la mesa y veo a mi madre correr de un lado para otro, preparando nuestro desayuno.

-Buenos días, linda- dice mi madre con algo de ajetreo en su  voz. Y aquí vamos de nuevo.

-Buenos días- le conteste. Tenía tanto sueño que puse mis brazos en la mesa y acomode mi cabeza en ellos.

-Hoy es tu primer día de clases, sabes, debes de socializar, no tienes muchos amigos-. Dios, es que ni un año se le ha olvidado darme esa charla.

-Ajam- dije asintiendo con la cabeza aun en mis brazos. Sentí el cuerpo de mi madre al lado mío y como ella ponía el plato con mi desayuno al frente de mí.

-Es la high, disfrútatela. Pero no me vengas con malas notas y mucho menos con un hijo, espérate hasta después de la universidad- mencionó.

-Ay, mamá- le dije poniendo cara de asco. Ella tenía demasiada imaginación, yo no voy a hacer eso, ni siquiera voy a tener amigos.

-Bueno, solo digo- dijo alzando las manos.

-Ajam- volvía a contestarle. Me comí lo último de mi desayuno.

-Dios, Rachel, comes demasiado rápido. Saborea la comida por lo menos- mi mamá era toda una exagerada.

-Mamá, avanza que se nos hace tarde- señale el reloj de la concina y fui hacía arriba a buscar mi bulto.

-¡Ay, santo!- escuche a mi madre gritar. Sonreí. Me fui a lavar los dientes, cogí mi bulto y baje las escaleras. Al llegar abajo mi mamá ya tenía su cartera en el hombro y buscaba sus llaves.

Los Gemelos © (Sin Editar)Where stories live. Discover now