El juego de la cordura

Mi nombre es Lauren Jauregui, hace poco me gradué en Psiquiatra. Soy la mejor en mi rango, destaco por ser demasiado profesional.

Trabajo en un Hospital Psiquiátrico, me han asignado tratar a varios pacientes algo fáciles para mi gusto.

Al parecer mi jefe se ha percatado de mi gran profesionalidad.

Ayer habló conmigo y me informó que ya no estaría a cargo de los pacientes que actualmente atendía, otros doctores se encargarían de ellos.

Me asignaron un "caso especial", terriblemente difícil, según las palabras de mi jefe. Él me preguntó si estaba preparada para eso, yo asentí.

Es lo que estaba esperando desde que comencé a trabajar aquí hace seis meses.

Justo ahora me dirigía a conocer a mi nuevo y "problemático" paciente.

Ingresé a la habitación que debía ser blanca, pero en lugar de eso era gris debido a la suciedad.

Leí la información acerca de mi paciente, se trataba de una chica, un año menor que yo, según decía el documento.

Llevaba internada 4 años y en ese tiempo no había dicho una sola palabra.

¡Vaya! Comenzamos bien.

Veamos qué más dice este papel.

"Trastorno Antisocial de la Personalidad, Mutismo Selectivo, como imaginé; Trastorno de Identidad Disociativo, Ansiedad, Bipolaridad, Trastorno Delirante..."

Levanté la vista de la tablilla con dicha información, encontrándome con una joven frente a mí.

-Vaya chica, tienes la cartilla llena.- Me burlé. -¿No vas a decir nada en tu defensa?- Reí abiertamente de mi chiste privado. Ella sólo me observaba fijamente.

Detalle su rostro, la chica era linda, sus ojos tenían un brillo especial y, a pesar de ser cafés, eran de un café único.

Observé toda la habitación, tenía varias cosas escritas.

Leí algunas frases.

"¿Puedes escuchar la calma?

Está reinando en este momento.

Significa que el dulce latir de un corazón se ha detenido.

No es debido a una causa fisiológica.

Simplemente está cansado...

Puede que las heridas lo hayan debilitado.

Pero no te preocupes, ahora se encuentra descansando..."

Me sorprendí un poco.

¿Ella había escrito eso?

¿Acaso era poeta?

Es la primera vez que la veo, pero esto me basta para admitir con total seguridad que ella es diferente al resto.

Había más cosas escritas, decidí leerlas luego.

Esta chica captó mi atención por completo, me causaba intriga su perturbada mente.

Ella no dejaba de observarme fijamente. Comenzaba a ponerme nerviosa, lo cual era extraño, nunca antes me había pasado eso.

-Ya deja de mirarme.- Dije severa, ocultando por completo mi nerviosismo.

Ella sólo sonrió de manera retorcida causándome escalofríos.

Salí de aquella habitación, no sabía lo que estaba pasando.

Esto era nuevo para mí.

Desde que me gradué he atendido a infinidad de enfermos, pero nunca a nadie como ella.