Capitulo 4

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La oficina de Tony Stark ocupaba la gran habitación central del edificio, era la primera puerta que veías cuando ingresabas al centro.
Ella ya había estado ahí, durante su "entrevista". Había sido una entrevista bastante extraña, considerando que ella jamás postuló a ese empleo, pero le llamaba la atención, era una gran posibilidad para ella trabajar para Stark.

Su magnífico currículum había sido, según lo dicho por Stark, el motivo por el que la había escogido, y era entendible. Tenía apenas 26 años, un título de enfermera, obtenido con calificaciones brillantes, luego de estudiar aquello comenzó a trabajar en el hospital regional de Nueva York, donde rápidamente destacó por su gran trabajo, y mientras trabajaba realizó un post grado en ciencias de salud mental, donde destacó nuevamente por sus calificaciones y trabajos perfectos, tanto así que la escuela de medicina la había premiado con una beca para estudiar medicina, en el extranjero, beca que aún no podía utilizar pues el dinero que entregaba la beca solo cubría el pago de cuotas escolares, no los viajes, ni pasaportes, ni estadías.
Y básicamente por eso estaba ahí, con ese ridiculo uniforme que se ajustaba demasiado a su cuerpo y era demasiado corto como para considerase cómodo.

Ignoró todo aquello y pensó en el cheque que recibiría a fin de mes, eso tenía que valerlo, suspiró revisando una vez más el expediente que Stark le había entregado.
Conocía la historia de memoria, su hermano pequeño estaba obsesionado con El Capitán América, y toda persona que supiera quién era El Capitán y siguiera su historia sabía quién era James Buchanan Barnes.

Ella pensaba que aquel trabajo sería común y aburrido cuando recién fue citada, ser la enfermera de un grupo de chicos, chicas, hombres y mujeres que pasaban su tiempo entrenando para salvar el mundo. Golpes, cortes, hematomas y enfermedades comunes.
Pero no, ella había sido contratada para ser la enfermera privada del soldado del invierno.

Suspiró antes de comenzar su camino hacia dónde Stark le había señalado estaba la habitación de James, una vez que llegó a la puerta observó en ella un dibujo y palabras, que parecía habían intentado borrar, claro que no habían hecho un muy buen trabajo, los restos de la calavera roja aún asomaban en la puerta junto con la palabra asesino, se le encogió un poco el corazón, ella sabía la historia, ella sabía que el había sido controlado para matar a muchas personas contra su voluntad, pero claramente no todos podían comprenderlo.
Aquél mensaje le dejó claro que el hombre que la esperaba dentro no tenía demasiados amigos en ese lugar.

Golpeó la puerta con delicadeza y espero una respuesta, como no la tuvo golpeó nuevamente, nada, abrió la puerta luego del tercer golpe casi de un empujón y lo encontró ahí, dándole la espalda a la puerta con su torso aún desnudo, un pantalón y el cabello largo goteando por su espalda.

-yo, lo siento mucho -bajó la mirada, ligeramente sonrojada- pensé que no estaba. - el se volteó lentamente, y la miro, la mirada de ella se movió inquieta hasta encontrar el brazo metálico, y aquel punto exacto donde se unía con la piel, en su hombro.
Al ver la piel irritada de su brazo se acercó lentamente esperando algún tipo de reacción de parte de el, cuando estuvo a su lado saco una crema de su delantal.

-aplicaré esto en la herida, ayudará a bajar la inflamación y te reducirá el dolor- dijo comenzando a abrir el pote de crema y sacar un poco de el para aplicarlo con delicadeza sobre el lugar exacto donde el metal se unía con la piel

-me imagino que debes ser mi nueva enfermera - dijo el mirándola de reojo mientras aplicaba la crema, en un principio pensó en negarse pero en el momento en el que sus dedos suaves tocaron la piel, sintió una calidez que hace mucho tiempo no sentía

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-me imagino que debes ser mi nueva enfermera - dijo el mirándola de reojo mientras aplicaba la crema, en un principio pensó en negarse pero en el momento en el que sus dedos suaves tocaron la piel, sintió una calidez que hace mucho tiempo no sentía.

-disculpe, no me he presentado -guardó la crema nuevamente en su delantal cuando acabó y se alejó de el. -mi nombre es Allison Brown, y efectivamente soy su enfermera, el señor Stark me ha contratado para ayudarle con todo esto -dijo apuntando al brazo- y también para ver si podemos tratar un poco de psicología - bajó la mirada, se imaginaba que aquello debía ser extraño y quizás incómodo para el- tengo un post título de salud mental.

-la teoría entonces esta vez es que estoy loco - dijo con una sonrisa irónica y poniéndose la camiseta rápidamente-

-yo no he dicho eso -dijo ella retrocediendo un poco y caminando hacia la ventana de la habitación para abrir la cortina y la ventana misma para dejar entrar un poco de aire- pero es bastante obvio que después de todo lo que ha sucedido haya cosas que afecten su mente, señor Barnes. Aunque su intención no haya sido herir a alguien. Esas memorias pueden pesar y provocar sentimientos de dolor y culpa, y puede que algunos de esos pensamientos modificados que Hydra plantó en usted sigan escondidos ahí dentro de su mente. La idea es sacarlos y que pueda vivir una vida normal.

James la miró extrañado, ella sabía todo lo sucedido y aún así estaba ahí

-dentro de los últimos 2 meses he matado a 4 reclutas de este lugar, sin contar que he herido por lo menos a 4 o 5, y ¿tu te has ofrecido a pasar tiempo conmigo a hablar de mis problemas?

-digamos que no me he ofrecido, pero el señor Stark me ha seleccionado y es una oferta bastante difícil de rechazar. -se encogió de hombros- no tengo miedo, señor Barnes. Creo que juntos podemos lograr una gran mejoría, junto con el trabajo de los chicos del laboratorio que están actualmente desarmando su brazo. - clavó la mirada en el lugar donde ahora terminaba su brazo, justo donde debiese estar su muñeca seguida de sus dedos metálicos había absolutamente nada, luego de que desarmaran parte por parte los dedos y la palma. James notó su mirada y se movió, caminando hacia la puerta

-no tienes por qué tratarme de usted - cruzó el umbral de la puerta y mientras terminaba de pasar por ella dijo con tono irónico- creí decirle a Stark que las prefería rubias

-lamento no satisfacer sus peticiones estéticas, señor Barnes, pero le recuerdo que yo no vine para ser agradable a su vista, vine a ayudar en su tratamiento - dijo visiblemente enojada, siguiéndolo con su mirada mientras James salía de la habitación.

-desayunaré, luego de eso podemos empezar con toda esa basura de la psicología

Después de la guerra civil {Winter Soldier & OC}Where stories live. Discover now