Capitulo 14

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Sentía algo distinto en Cedrik. Yo no sabía como reaccionar, realmente estaba demasiado sorprendida.

—Hola... — intente disimular lo nerviosa que me había puesto.

—Vamos al centro comercial — metió sus manos en los bolsillos y después volteo a verme.

—Pero ahorita hay clase, ¿no?

—La maestra se acaba de ir, tiene una junta en dirección — me quede pensando unos segundos y lo observe —. ¿Entonces? ¿Qué decís?

   Asentí y sabía que había hecho una sonrisa de oreja a oreja. Era tan raro, pero me sentía muy feliz por estar con él. Al caminar por el pasillo lo agarre del brazo y sentía como los nervios lo dominaron, pero apretó mi brazo y me sonrió, esta vez de una manera dulce.

   Llegamos al centro comercial y nos paseamos por varias tiendas de juegos, ropa y comida. Yo le platicaba un poco de como era mi vida antes en argentina, a pesar de que no me gustaba hablar de ello, con él era distinto. Mientras platicabamos, lentamente me deje caer en su hombro.

—Mariam... Te puedo preguntar algo — me dijo rodeandome con su brazo y acercándome a él.

—Claro.

—¿Quién te gusta?

   ¿Gustarme? Ese siempre a sido el problema conmigo. Ahorita mismo estaba con el dilema que llevaba meses sin poder responder, ¿quién me gusta? Estaba sintiendo algo por mi profesor de historia, pero puede que fuera una atracción y por Cedrik sentía un afecto, pero algo me detenía o me detiene.

—¿Mariam? — lo voltee a ver.

—¿Por qué me lo preguntas? — le heche una mirada, que en ese momento vi como le brillaban sus ojos.

   Estábamos esperando a que nos sirvieran sushi, después nuestro plan era ir al cine. Había en la barra, varias parejas y estaba más nerviosa que nunca, esa pregunta ya iba por otro lado.

—¿No es obvio? — tomó mi mano y la estrecho con la suya —. Estoy enamorado de ti, pero nose si tú sientes lo mismo por mí...

—Nose que responder — estaba arruinando todo con mis nervios —. La verdad es que estoy nerviosa y feliz por lo que dijiste. Yo también siento algo por ti.

   Al decir eso, no había marcha atrás, mi amor platónico tendría que quedarse como tal...

—No quiero ir rápido, pero la verdad me gustas mucho... Oh lo estoy arruinando todo — se agarró un poco el cabello y me volteo a ver —. ¿O tú quieres que ya seamos algo?

   Yo asentí sonriendo, y ahora estaba dudando si también él estaba seguro de lo que quería.

—Esta bien, ¿quieres ser mi novia? — me volvió a tomar de la mano y sin dudarlo le dije que sí.

   Desde hace semanas nos tirábamos la onda, pero no creo que suceda nada malo.

   La mesera no tardo en traernos la comida; había pedido sushi California  y Cedrik uno exótico y raro. Con eso confirme que nunca había comido sushi en su vida. Ya iba a agarrar los palillos cuando él me detuvo.

—Antes de que comamos, ¿te puedo besar?

   Desde que supe que tenía una leve atracción por mí, tenía ganas de besarlo, pero era igual que él, no quería ir rápido. Ahora eramos novios y eso no me lo impediría ahora  mismo.

   Asentí y se empezó a acercar, sus labios eran muy suaves y carnosos. Me aparte rápido de él, porque me daba pena besarlo en público y tenía miedo de que nos viera la mesera.

Mi ProfesorWhere stories live. Discover now