Capitulo 1

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Me llamo Mariam Verost. Tengo 16 años. Hoy no quiero ir al instituto, tengo miedo, porque este semestre seria el último con mis amigas. Es como todo en la vida, tendría que pasar.

   Este seria nuestro último semestre juntas, ya que el próximo, escogeremos nuestra salida ocupacional. Son tres áreas las que hay para escoger aunque no estoy tan segura de lo que quiero.

   El tiempo se me paso volando, aún recuerdo cuando inicie mi primer semestre en este instituto. Deseaba con toda el alma estar aquí, y lo conseguí. Disfruto cada minuto al estar aquí.

   Agarre mi lunch que mi mamá me dejo preparado, y lo metí a mi mochila. Salí corriendo porque ya era tarde, cosa que no me importaba mucho, tenia clase de Artes a las 8:00 am. Ya estaba tan acostumbrada a llegar tarde a todos lados, que más daba llegar el último día de clases.

   Baje del camión y de inmediato vi a mi mejor amiga, se llama Fernanda aunque yo le digo ferchis de cariño. Una chica de rizos rubios y piel pálida. Tiró el chicle que masticaba hace unos segundos y corrió hacia mí.

—Ya casi me marchaba, ya deberías hacerte la idea de que el próximo semestre no tendrás la misma satisfacción de ahora — me jalo del brazo y nos apresuramos para entrar a la escuela.

—No pude dormir, ultimadamente me despierto muy temprano y cansada.

—Eso no justifica nada. También Michel tiene la costumbre de llegar tarde, pero las dos no entienden.

   Llegamos al salón y la mayoría de asientos ya estaban ocupados. El profesor Omar ya había llegado, y en cuanto nos vio nos mando a llamar.

—Señorita Mariam y señorita Fernanda, dejen sus cosas y venid a mi escritorio.

   Nos tuvimos que sentar en lugares distintos, porque ya no había lugares vacíos y los que habían estaban separados.

—Nos debería de pagar por hacer favores.

—Fernanda, que cosas decís — me solté a reír.

—Es el último día de clases y aún quiere favores, pero como jode el profe. Dos semestres aguantando esto... — suspiró.

—Vas a extrañar esos favores el próximo semestre — deje las mochilas y regresamos con el profesor.

—Por suerte escogeré humanidades.

   El profesor Omar, siempre nos ponía a calificar exámenes o trabajos, no tengo la mayor idea del porque siempre nos escogió a nosotras y no al resto. Aveces pienso que fue por mi impuntualidad.

—Ya se que estáis hasta el cansancio de mis favores, pero este es el último... ¿Cuento con vosotras?

—Pues que más nos queda... — dijo fer con sarcasmo.

Al profesor también le dio gracia y empezó a reír.

—¿Conocéis al profesor de Historia Ahian?

   Ni siquiera había escuchado tal nombre en mi vida. Ni conocía a los profesores de historia, pues no tuvimos estos dos semestres esa asignatura. Al parecer Fernanda tampoco lo ubicaba.

   Después de unos segundos llego la que esta peor que yo en retardos, Michel. El profe en cuanto la vio, la mando a llamar.

—Michel, venid de favor.

   Ella no dejo la mochila, la trajo consigo y se acerco a nosotras mostrando la misma sonrisa de siempre.

—¿Si?

—¿Conocéis al profesor de historia Ahian?

   Se puso a pensar un buen rato y al parecer si reconocía el nombre.

—¿Es el profesor que luego esta con usted?

—Sí — saco unas hojas, que al parecer tienen calificaciones —. Ve con Mariam al edificio J-3 y le dais estas hojas. Y tú, Fernanda me ayudarás a sacar calificaciones.

   Fernanda hizo una mueca de disgusto y volteo a vernos a ambas. Antes de que protestara salimos corriendo del salón.

—¿Conocéis a ese profesor, o fue todo una mentira? — le dije riendo.

—Ni tengo la mayor idea de quien es... Solo se que siempre está con el profesor Omar — me dio las hojas y se detuvo a mitad del pasillo — tengo que ir a sacar unas copias para la clase de redacción, sino no me dará mi calificación, por eso puse esa escusa. ¿Me harías el favor de entregar esas hojas?

   No tenia de otra, así que asentí. Aparte de llegar tarde, siempre se salía con la suya. Salió corriendo por los pasillos y yo me puse en busca del salón.

   El edificio J era normalmente para los alumnos de ultimo grado, y solo se impartían clases de historia o literatura. Lo único bueno es que el salón estaba en planta baja.  Me acerque al salón J-3 y toque aquella puerta con nervios.

   Y ahí lo vi... Ahian era un profesor joven y atractivo, pero rápido se me desvaneció el pensamiento cuando tuve que regresar a la realidad. No tuve mucho tiempo de pensar.

   Había unos cuantos alumnos de sexto semestre, pero todos iban por su calificación.

—¿En qué puedo ayudarte?— me dijo aquel profesor.

—El profesor Omar me dijo que le entregara estos papeles — se los extendí.

   Realmente no me había detenido a ver fijamente a un profesor. Sus ojos son grises,  cabello castaño, piel algo bronceada. No detuvo siquiera un segundo, la mirada en mí; tomó los papeles y me dedico una sonrisa amable.

—Gracias, decidle que lo veré en la tarde.

   Asentí y me retire de inmediato. Que sueño de hombre, pero imposible de alcanzar...

  

 

Mi ProfesorWhere stories live. Discover now