Capitulo 12

6.4K 373 24
                                    


Me encanta mirarle sin que me vea. Observarlo mientras está concentrado, serio, ajeno. Y cuando está de otro modo. Me encanta igual.

   Su camisa color azul, tiene dos botones desabrochados que hace que se vea un poco de su pecho. No puedo quitar la vista de ahí. De repente se para de su lugar y escribe algo en la pizarra... ¡Mariam! ¿En que estáis pensando? Es solo mi profesor, no puedo sentir algo, porque de todas formas la perjudicada sería yo, él ni siquiera se daría cuenta de mis sentimientos y mucho menos se fijaría en una alumna.

—Mariam, hola — me dijo Cedrik.

   Sus labios se encontraban muy cerca de mi oreja, eso provoca que me de cosquillas. Tuve que eliminar esos pensamientos de inmediato.

—Hola — me voltee un poco —. Yo pensaba que te sentabas en la fila del final.

—Sí...pero prefiero estar contigo.

   Me agrada como es conmigo que a veces pienso, que él es a quien quiero, pero algo no me cuadra aún...

—A mi también me agrada estar contigo.

   De repente siento que alguien nos mira y decido voltearme de nuevo hacia la pizarra. Cuando lo hago Ahian manda a llamar a Cedrik.

   Se veía muy serio mi profesor, Cedrik al llegar le pregunta para qué lo llamó:

—¿Ya acabaste el trabajo?— escuche decidle.

   Cedrik paso sus manos a los bolsillos viendo con un poco de miedo a Ahian.

—Ya casi...— le interrumpió Ahian.

—Vi como habláis con tu compañera, y tú haciendo nada — estaba realmente enfadado. Pero es algo que no tiene coherencia, no hablamos en voz alta.

   Cedrik se quedó callado mirando al piso sin saber que decir.

—Agarra tus cosas, llévate tu pupitre y siéntate por el bote de basura — le dijo y después regresó a su trabajo.

   Me sentía un poco mal, por mi culpa han regañado a Cedrik. La mayoría de mis compañeros estaban enfocados en su trabajo, mientras que algunos curiosos escucharon toda su conversación y después quitaron su visita de ahí.

   Lena estaba sentada enfrente de Ahian, la cuál me miro confundida. Levante los hombros  porque en serio que se pasó mi profesor. Al principio (debo de ser sincera) me causó algo de gracia. Pero nada del otro mundo.

   De repente se da cuenta que lo miro y me sonríe desde su escritorio, pero quita la vista para seguir en sus aburridos papeles. Me sonroje en cuanto me vio.

   Decido seguir en mi trabajo y de vez en cuando, mirando la ventana, que también él a veces llega a mirar cuando las hojas caen de los árboles.

...

Lena se convirtió en mi gran confidente en lo que vamos del año escolar. Le conté también lo que me sucedía con Cedrik, entonces me dijo que yo diera el paso, porque él era muy tímido. Yo no quería tener un noviazgo por el momento, estaba buscando realmente a la persona correcta. Pero estaba tan confundida conmigo misma.

   Nos regresamos juntos; yo y Cedrik. Dejamos a Lena en la parada de camiones, mientras que nosotros nos subimos al que va en dirección para mi casa. Cuando bajamos del camión, le pedí perdón a Cedrik por lo que había sucedido en clase:

—¿Me perdonáis por lo que sucedió en clase de historia?— le dije con miedo.

   Me agarró del hombro mostrando una sonrisa tan característica de él. Es algo imposible, pero no creo gustarle a Cedrik y de ser así, ¿por qué me escogería a mí? En el salón ya había rumores de que éramos novios, pero yo no estoy realmente segura de lo que siento por él...

—Eso no tiene importancia. Ambos sabemos que no hicimos nada malo, es algo exagerado Ahian — rodee mis manos sobre su cuello y lo mire a los ojos.

—Él no es así.

—¿Cómo sabéis eso? — me preguntó sorprendido.

—Pues... Es el profesor, nadie habla en su clase — ¿no podía inventarme algo peor?

—Por favor, siempre nos comportamos bien, no tiene nada de malo hablar un poco — se separo un poco de mí —. Entiendo que sea tu profesor preferido, pero no hicimos nada malo, Mariam.

   Tenía miedo. ¿A qué descubriera que siento algo por Ahian? Se da cuenta que me puse nerviosa, pero si me saco un poco de onda haber defendido a mi profesor.

—¿Qué tenéis? Te has puesto pálida.

—No es nada, solo que vengo algo cansada de la escuela — ya me quería despedir, pero no pude.

—Oye, quería saber si vos, ¿me quisiera acompañar a una fiesta?

—¿Cuándo? — sonreí un poco.

—El viernes por la noche, sera en un restaurante cerca de la playa.

—No estoy tan segura de ir, tendría que pedir permiso. Pero en estos días te confirmo — lo despedí con un beso en la mejilla y me metí a mi casa —. Nos vemos mañana Cedrik. Gracias por acompañarme hasta mi casa.

   Mamá ya me esperaba en el comedor con los brazos cruzados. Ya estaba preparada para el sermón de llegar tarde a casa antes de la comida o simplemente se enojaría porque no le avise que llegaría tarde.

—Lo siento mamá, te juro que no vuelvo a llegar tarde — le dije porque pensé que se había enojado conmigo, pero de repente se empieza a reír.

—Ya te he pillado. Dime, ¿quién es ese chico? — me sonroje de tan solo pensar que me vio con Cedrik.

—Es un compañero de la escuela — intente no mirarla a los ojos.

—Yo no creo eso, pero se ve que es un gran chico. Espero que algún día lo invites a comer.

   Esa si que no me la esperaba. Mi mamá era buena onda muy pocas veces, lo normal es que me dijera que hiciera mi tarea en vez de estar viendo chicos.

—Mamá, por cierto, es raro que vengas a comer conmigo.

—Me cambiaron el turno, así que me veréis más seguido en las tardes. Bueno siempre y cuando no te distraigas por ahí.

   Eso tal vez era bueno para mí, pero no entiendo como no me regaño.

Mi ProfesorWhere stories live. Discover now