Conejo Blanco

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Sharon estaba en la base de los vengadores, Fury le había enviado a buscar al capitán américa pero Natasha le informo que estaba en una junta con Tony Stark, por lo que decidió esperar. Se sentó a las afueras de la sala de juntas y se puso a leer un libro que trajo con ella.

Tiempo después un ruido la saco de su lectura.

-¡Oh no! Se me hace tarde.

Sharon se sorprendió de ver a Steve con traje pero lo mas asombroso de eso, es que llevaba unas orejas de conejo además de una esponjosa cola. Sin esperar empezó a seguir al conejo por la base de los vengadores, de pronto noto que se encontraba en un extenso bosque dejándola muy aturdida.

Miró a su alrededor y se dio cuenta que ya no veía al conejo. Habían dos caminos y estaba indecisa que camino tomar.

Si buscas al conejo la derecha no es el correcto.

Una voz la puso en alerta, tratando de ubicar a la persona.

Aquí arriba.

Alzó la vista y no podía creer lo que veía, se trataba de le peligrosa viuda negra, quien llevaba unos shorts y un top color negro. Al igual que Steve poseía unas orejas y colas pero estas eran de gato color negro, la cual estaba sentada en la rama de un árbol, dándole una sonrisa que de alguna manera le incomodaba.

-¿Agente Romanoff? -hablo confundida-

-Error. Soy el gato cheshire.

-Claro y yo soy Alicia.- contesto de manera un tanto sarcástica.

-No, Alicia ya paso hace tiempo por aquí pero en vez de regresar a su mundo se caso con la reina de corazones.

-¿Se casaron dos mujeres? ¿Eso esta permitido en su reino?

-La reina de corazones es hombre y solo aquí entre las dos, Alicia le dice Loki.

-¿Entonces se casaron un hombre y una mujer? ¿Y porque si es hombre le dicen la reina de corazones?

-Alicia es un hombre. Y la reina siempre que lo regaña le dice Thor. Te preguntas porque le decimos reina, es obvio ella siempre quiere cortar cabezas.- contesto mientras hacia piruetas alrededor de la rama.

-Eso no tiene sentido.

-Este mundo no tiene sentido, si quiere ir a la izquierda debes ir a la derecha. Si quieres ir nadando debes ir volando. Si quieres seguir al conejo blanco no debes seguir al conejo blanco.- haciendo ademanes con sus manos.

-¿Tu sabes por donde se fue el conejo blanco? -pregunto.

-Tal vez. Pero si sigues, lo que verás no te gustará.

-Se trata de Steve no creo que se algo malo.

El gato se le quedo viendo antes de sonreír como si supiera algo que ella desconocía. -Entonces te mostraré el camino.

-Gra...

-Pero recuerda.- interrumpiendo su agradecimiento. - Lo que hallarás solo es la auténtica verdad.

Sharon siguió las indicaciones del gato mientras está le despedía con una enigmática sonrisa, camino por un buen tiempo hasta que se encontró en un lugar donde al parecer tenían un fiesta.

-Vaya, vaya. Parece que tenemos una nueva invitada.

La rubia se sorprendió de ver a Clint Barton vestido de una manera un tanto curiosa.

-¿Quién se supone que eres tu?

-¿Yo? Mejor dime quien eres tu.

-Me llamo Sharon.

-Yo soy la liebre y ese de allá es el señor liron.

Miró en la dirección que señalaba, en donde se veía al doctor Banner recostado en la mesa durmiendo plácidamente.

-Supongo que están en su fiesta de té.

-Estábamos en nuestra fiesta pero el señor sombrerero tuvo una visita. Ahora mi amigo ya no hace tantas locuras conmigo.- llora de manera dramática.

-No debería preocuparse.

-¿Preocuparme? Es lo mejor que ha pasado, ver a un loco siendo más loco. No tiene precio.

-No entiendo nada ¿Pero ha visto al conejo blanco?

-¿Porque debería decírtelo? Capaz arruinas la diversión.

-Está dentro de la casa.- hablo un somnoliento Lirón.

-Traidor.- mascullo la liebre.

Sharon no perdió tiempo para entrar a la casa y si todo lo que había vivido en ese sueño no fue lo suficientemente impactante, lo que vio en ese momento la paralizó.

La escena que se mostraba ante ella, le parecía irreal de muchas formas. Ahí estaba Steve mejor dicho el conejo blanco besando de manera apasionada al sombrero loco quien era mas y nada menos que Tony Stark.

Abrió sus ojos, mirando a su alrededor y descubrió que estaba en la base de los vengadores. En verdad su sueño había sido demasiado raro.

Escucho una puerta abrirse y vio salir al capitán junto al multimillonario quienes sonreían y charlaban con tranquilidad. En ese momento vio algo que antes no notaba, las miradas, aquellas sonrisas, la cercanía que había entre los dos, pero que ellos mismos desconocían, porque era obvio para ella que ambos aun no se daban cuenta.

-¿Agente 13? -Tony fue el primero en percatarse de su presencia.

-Lamento interrumpir, pero el director Fury me pidió buscar al capitán.

-Entiendo. Tony entonces harás las mejoras para lo que te pedí.

-Con quien hablas, ten por seguro que el pájaro y la araña tendrán nuevas armas.- sin decir otra cosa se retiró del lugar.

Sharon vio la escena y por un momento recordó su sueño, solo pudo suspirar de decepción. Ya que era obvio lo que siempre intento negar. No siempre los sueños se hacen realidad pero en este caso su sueño le mostró lo que todos sabían, lo que ellos ignoran pero que anhelan. Así que quedaba una cosa por hacer.

-Steve.- se acercó para llamar su atención. - Si te gusta solo dile.

-¿Qué? Yo no...

-Es obvio que ambos se gustan. Así que mejor no pierdas el tiempo, ya le inventaré una excusa al director.- le guiño el ojo mientras le sonreía para darle su apoyo.

-Gracias.- El rubio corrió mientras para alcanzar al genio.

Miró por unos instantes en la misma dirección en la ambos hombres habían ido, se dio la vuelta y para salir del lugar. Era mejor volver a casa.

En su viaje de regreso, siguió leyendo aquel libro que provocó todo.

Si conocieras el tiempo tan bien como yo, no hablarías de perderlo. (Sombrerero).

Solo pudo sonreír ante esta frase, ciertamente el sombrerero loco quizás no estaba tan loco y quizás ya no perdería más el tiempo.

StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora