Transcendence la Profecía(Editando)

Cementerio

–Pero la estrategia sí.–respondió con brusquedad el arconte.–Si vamos a una ciudad hay más posibilidades de ser hallados, conocen la tecnología que los griegos usan. Una cámara, cualquier cosa que esté conectada con la red puede ponernos en evidencia, el bosque es el lugar más seguro.

–Oh por favor.–replica Bash.–Tú mismo lo escuchaste, nos han puesto un precio en las cabezas, hay decenas de vigilantes buscándonos, necesitamos aliados para defendernos.

Bash se acerca a Nicolás y este se mantiene callado, por primera vez noto que no está replicando en contra de Azael.–Creo que podríamos ir a Escocia, tengo buenos amigos ahí, retirados.

–¿Realmente creen que ir a una ciudad es la mejor idea?–Cassandra no responde y Azael niega lentamente.–Aunque fueran por su cuenta los atraparían e interrogarían hasta sacarles la información. El parlamento no solamente ha caído, se ha rendido y jurado lealtad al Dios. Para su clase lo primordial es la supervivencia sea cual sea el costo.

–Para la tuya estar al margen de todo, así el mundo arda.–responde esta con cierto enojo en su voz.

–Él tiene razón.–habla por primera vez Nicolás, a los cuatro no sorprende, pero lo que es verdaderamente sorprendente es que concuerda con Azael.–Caducifolio de Iliria es una ecorregión, el bosque cruza siete países europeos este es el mejor punto que podemos tener por el momento.

–Pero debido a su gran extensión hay muchos clanes de ninfas, hadas, minotauros etc.–Bastián intenta convencerlo pero por la mirada de Nicolás dudo que lo haya hecho.–¿Y si no fue un ciervo? ¿Y si fueron las hadas?, Nicolás, el único clan que hay cerca está al norte. Estamos en el norte, ¿tienes idea de lo que valemos muertos? C-I-E-N-T-O-S de dracmas. Ellos van a venir por ella tarde o temprano y no somos lo suficiente para poder acabarlos.

–Oh por todos los Dioses Nicolás, he sobrevivo a mayores amenazas, Bash tiene razón, necesitamos aliados que puedan protegerla.–dijo la rubia señalándome.–Ni tú, ni yo, ni el arconte o Bash podemos protegerla.

–No.–pero en la palabra había algo oculto, es un no rotundo y determinante.

No quiero quedarme en el bosque por siempre, necesito aliados, pero no por mi protección, por la del mundo.

–Bastián y Cassandra tienen razón.–hablé por primera vez, los cuatro chicos se giraron hacia mí.–No pueden pretender tenerme en un bosque toda mi existencia, tarde o temprano vendrán acá, subirán el precio, su ejercito crecerá, la única manera de la que puedo salir de esto es aliándome con demás personas, pero no por mi protección, sino por las demás personas que viven en este mundo. Iré con Bash y Cassandra de ser necesario a Escocia y espero que ustedes no se interpongan en mi camino, porque necesito que vengan conmigo.
Termino de hablar y espero alguna replica pero para mí sorpresa Azael y Nicolás no dicen nada más, pero por la mirada de Nicolás puedo notar que no le agrada lo que acabo decir.–¿Cómo se llama tu amigo Cass?–pregunto y esta me sonríe de medio lado sin importarle las miradas escépticas que le lanzan el arconte y el vigilante.

–Vincent, Vincent Santorini.

Edimburgo, nunca pensé en que conocería la capital de Escocía, pero me siento embrujada con forme avanzamos, por precaución el arconte nos ha dejado en un cementerio mientras conseguía lentes y gorras para cubrirnos el rostro, Cassandra por otra parte ha ido en busca de ropa más casual y menos militar, en el caso de ellos.

Intento no pisar alguna tumba, recuerdo como la tía Fiore decía que era tierra santa y no debía pisarla por respeto a las personas fallecidas, pero si algo he aprendido es que los cementerios tienen una belleza lúgubre, son sitios llenos de paz y silencio, también sitios llenos de sentimientos, entre esos, amor y dolor.

La parte más dolorosa de perder a alguien es saber que nunca más lo volverás a ver.

Lo aprendí desde pequeña, te acostumbras pero el vacío siempre está ahí, acechándote. Me detengo frente una pequeña tumba, tiene una cruz y en la cruz dice Melissa Michaels, 2003-2003.