5. Deben ser llevados a la escuela

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Baekhyun estaba un poco mas grande y Chanyeol debia admitir que quizas aún no demasiado pero por lo menos podia manejarse solito y hablar fluidamente con el alto. Debía tener aproximadamente la edad de siete años humanos y se veía muy feliz cada vez que lograba hacer algo por si mismo.

Que comenzara las clases en la escuela no estaba entre los planes de Chanyeol pero al recibir el sermón de Suho sobre la educacion de su híbrido se habia visto obligado a aceptarlo. Baekhyun asistía a una pequeña escuela orientada a los de su clase, donde obtenía los cuidados necesarios y una buena sala de refrigeración para los de su especie, lugar donde habia conocido a Kyungsoo, un híbrido de pingüino y a Chaeyoung, una tigresa blanca. Durante las clases también había hecho algunos otros amigos pero ellos eran quienes pasaban mayor tiempo con el osito polar.

Baekhyun salió contento de su escuela, con aquel sobresaliente en su examen que quería mostrar con orgullo a su dueño.

—Y luego Jongin le dijo a Kyungsoo que estaba enamorado de él pero mi amigo solo le hundió la cabeza en la nieve. —comentó Baekhyun, sosteniendo fuertemente la mano de Chanyeol mientras comía su helado, en pleno invierno, para destacar.

— ¿Y no es peligroso que un oso pardo como Jongin este dentro de su área?

—Lo es, pero no le importa, dice que su amor por Soo es tan ardiente que derretiría hasta la nieve entonces este le dijo pues que si estaba tan seguro que la probara y luego le metió la cabeza en ella antes de salir de allí.

—Tu amigo es muy violento, Baek.

—Si, me ha enseñado a pelear. ¿Quieres que te muestre? —preguntó el pequeño, terminando su helado antes de ponerse en posición para pelear, comenzar a dar suaves golpes en el abdomen del chico mientras este fingía dolor. — ¿Viste? Ya soy un niño muy fuerte, puedo defenderme solito de Soo.

—No quiero que andes peleando por ahí, Baekhyun, puedes lastimarte, tu eres un niño bueno.

Chanyeol continuó caminando hasta llegar a un pequeño parque de juegos y el híbrido no tardó en comenzar a saltar de emoción, corriendo hacia los columpios mientras gritaba el nombre de su dueño.

—Pensé que no teníamos tiempo de venir hoy, ibas a estudiar, Yeollie.

—Es cierto, tengo un examen importante mañana pero voy a posponerlo por mi pequeño para felicitarlo por su buena nota.

El osito sintió sus mejillas arder y supo que nada lo hacía más feliz en el mundo en ese momento que ser columpiado por Chanyeol, aquel que tanto lo cuidaba desde que era un pequeño recién llegado, quién lo dejaba dormir con él y acariciaba su cabello hasta que cayera al mundo de los sueños. Aquel que preparaba las comidas de su día procurando que tuviera todo lo necesario a pesar de que él se inclinara solo por el chocolate blanco. Baekhyun estaba muy agradecido con el gigante y quería hacérselo saber cada momento haciendo que se enorgulleciera de él.

—Un día de estos deberías traer a alguno de tus amigos al departamento, sabes que no tendré problemas y siento que mereces pasar tiempo con ellos.

— ¿De verdad vas a dejarme hacerlo, Yeollie?

— ¿Desde cuándo te he negado algo, copito? —preguntó Chanyeol, apretando la nariz del contrario mientras este se daba la vuelta en uno de los juegos, sosteniéndose solo con sus piernas del pasamanos y estirando sus brazos. Su remerita no tardó en subirse, dejando su pancita libre y el alto no pudo resistirse a hacerle cosquillas, acercando su boca para también emitir ruiditos allí mientras el osito se removía de la risa, alejando el rostro de Chanyeol.

—Voy a caerme, bobo, me da miedo. —dijo con sus labios abultados mientras el alto lo ayudaba a bajar, tomándolo entre sus brazos y cargándolo de regreso a casa. — Pero admito que me gustan las cosquillas en mi pancita.

—Y a mi hacerlas así que no tendremos ningún problema.

— ¿Puedo contarte un secreto, Yeollie? —preguntó con la voz algo baja el pequeño, acercándose al oído ajeno. — Hoy vi a dos amigos míos darse un besito.

Chanyeol fingió sorpresa, tapando su propia boca y abriendo ampliamente sus ojos.

— ¿Quiénes eran?

—Fueron Mina, la híbrido de cisne y Taehyung, el de león. Son novios, ¿cierto?

—Puede ser que si, Baekie, no lo sabes.

—Pero en las películas cuando se dan besos luego se vuelven novios por eso yo...— el pequeño cerró su boquita sin decir más nada, jugando con sus deditos lo cual llamó la atención del más alto.

— ¿Tu qué? Cuéntame, pequeño. —la incertidumbre dentro de Chanyeol no dejaba de crecer hasta que el pequeño volvió a abrir la boca, tapando su rostro con ambas manos antes de hablar.

—Dahyun quiso darme un besito a mí y le dije que no porque no quería ser su novio. —admitió con algo de pena el pequeño, destapando su rostro al oír las llaves abriendo la puerta antes de que entraran al departamento.

— ¿Dahyun no es bonita? ¿No te gusta?

—Si, es bonita, pero yo no quiero un beso de ella por eso le dije que no.

—Entonces quizás tienes gustos diferentes, Baekie, quizás te llaman la atención los niños como a Jongin y Kyungsoo o puede que estés enamorado de esa pequeña Chaeyoung, también es muy linda y he visto que se llevan muy...

Chanyeol no pudo continuar hablando, no cuando sintió unos esponjosos labios posarse sobre los suyos, ejerciendo apenas una leve presión. La boquita de Baekhyun era dulce, casi como besar algodón de azúcar que se deshace en la boca y deja un maravilloso sabor y así lo sentía Chanyeol aún a pesar de que el pequeño se había bajado de sus brazos con una sonrisa y las mejillas sonrojadas antes de encerrarse en su habitación.

Algo dentro de Chanyeol se estaba despertando y supo que no quería que Baekhyun compartiera besitos con nadie más.

Guía para cuidar a tu Osito Polar ↪ ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora