Capítulo 35 - Vuelta al peligro

Comenzar desde el principio
                                    

- Utilizan nombres anónimos para contratarlos. - Intervine. - No saben quien les paga.

- ¿Cómo sabes eso? - Preguntó Arya.

- Nos lo dijo uno de ellos la noche que nos atacaron, los perseguí junto con Savannah.

- Perfecto, ¿Entonces cual es el plan? - Dijo Jayce con su tan caracterísitca ironía.

- Quizas no consigamos el nombre, pero sí una dirección, un número de teléfono o una cuenta bancaria, podemos rastrearlos.

Todos nos quedamos pensando unos segundos.

- Suena bien. - Concluyó Ryan a mi lado.

- Entonces ..- Comenzó Aiden. - ¿Poner de nuevo nuestras vidas en peligro intentando tender una emboscada a un grupo de asesinos profesionales preparados para asesinar para conseguir algo que ni sabemos lo que es ni si nos va a servir? - Todos lo miramos mientras que él nos devolvía la mirada cómo si estuvieramos locos. - Un día normal en la vida de Aiden Parker, me gusta.

- A este paso podrás escribir unas memorias. - Rió Irina a su lado

- Buena idea, será un best-seller.

- ¿Entonces cuando será la emboscada? - Pregunté, volviendo al tema.

James miró su teléfono unos segundos.

- Mañana, montaremos patrulla desde el atardecer hasta el amanecer, en algún momento tendrán que atacar.

- ¿Y que hay de los Peters? - Preguntó Markell.

- Es mejor que no sepan nada, no queremos que cunda el pánico.

No todos estaban de acuerdo con eso, pero aún así no dijieron nada.

- Y si esto es todo, me retiro, me están esperando. - Concluyó.

- Ten cuidado por el camino, no vaya a ser que un vampiro te parta el coche en dos. - Dijo Ryan con esa lengua venenosa que a veces sale a la luz.

James rió de lado mientras negaba, y después se dirigió a él.

- ¿Aún sigues con esa estúpida rivalidad? Ya no soy una amenaza para tu relación, puedes obsesionarte por Sophie todo lo que quieras. - Sonrió y cogió una manzana de encima de la mesa. - De momento. - Finalizó, guiñándome un ojo mientras se dirigía hacia la puerta.

Reí mientras Ryan rodaba los ojos, de vuelta a mi.

- ¿Que es lo que te hace tanta gracia? - Le contagié mi risa.

- Ni perdiendo la memoria vas a cambiar, Ryan Price. - Acaricié su rostro y me levanté al mismo tiempo que todos volvían a sus quehaceres habituales.

Atravesé el pasillo hasta la cocina, me apetecía un café. Llegué hasta la cafetera y la puse en marcha mientras escuchaba los paso de Ryan siguiéndome.

- Si cambiara no me querrías tanto.- El lado prepotente de Ryan salió a la luz.

- Cada día estás más chulo. - Reí mientras cogía mi taza de café.

- ¿Desde cuando bebes café?

- Desde que me quieren matar día sí día también. Tengo que mantenerme despierta para mañana.- Bromeé.

Rió para después apoyarse en la encimera, colocándo dos brazos a cada lado de mi, accorralándome.

- No, en realidad no. - Lo miré confusa. - Porque no vas a venir.

Mi rostro de confusión desapareció y lo miré seria, esperando esa risa por su parte que confirmara que estaba bromeando.

Cómo esa risa no llegó, reí por él.

Aleación [SANGRE & ACERO #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora