2.- Orgasmo.

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La respiración de Hoseok había cambiado de un momento a otro y se veía una leve capa de transpiración que brillaba en su bronceada piel debido a la fuerte excitación que llevaba consigo, él nunca en la vida se había sentido así. Sus propios ojos se delataron ante el profeson ya que su vista apuntó a su propia erección. Hoseok sabía lo que esto significaba, pero nunca antes había tenido una. Y por ser la primera vez, estaba bastante desconforme. No era el sitio apropiado para eso y menos frente a un desconocido que en las próximas horas iba a dictarle clases teóricas y prácticas de piano. Miles de cosas rondaron por la mente de Hoseok pero la principal era, que nunca más debería volver a ese lugar.

Yoongi por su parte estaba apoyado en el marco de la puerta mirando de forma prepotente y muy superior a Hoseok, dejándolo expuesto ante él. Yoongi lo descalificó con la mirada, pasando sus grandiosos ojos gatunos por su cuerpo acentuándose en la predominante erección de aquel chico de hoyuelos que sin duda, era el foco de atención en estos momentos. El ruido de las llaves de Hoseok saliendo de su bolsillo despabilaron la atención de Yoongi en sus pantalones y esto ocasionó el choque de miradas. Hoseok estaba completamente rojo y exaltado, Yoongi estaba como si eso fuese normal, mientras el chico de ojos de almendra sólo quería esconderse metros bajo tierra, su vergüenza era infinita y su mente se repetía una y otra vez "¿Por qué a mi?".

Hoseok exhaló profundamente y sacó de su bolsillo el dinero que valía por esa clase, lo apoyó cuidadosamente sobre el piano sin querer hacer ruido como si no existiera, pero vamos chico, ¿a quien quieres engañar? Tenía una enorme erección y un profesor frente a sus ojos que no dejaba de mirarlo y morder su labio. Cabe destacar que Hoseok, siempre fue un poco lento para las indirectas, él y su infinita ingenuidad iban de la mano.

—Yo debo irme. — Susurró de forma rápida intentando bajar su ramera lo mas posible; de forma concisa dio cinco pasos rápidos logrando empujar a su profesor de la puerta quedando de espaldas a él cuando este volteó.

Hoseok cerró sus ojos con fuerza queriendo llorar por la vergüenza y al mismo tiempo también quería dejar derramar sus lágrimas por el dolor y la presión que esto estaba causando en su parte baja; él sentía fuertes tirones y quería bajar su mano para apretarse con fuerza, para que su pene dejara de golpear contra la tela de su bóxer que a su vez impactaba con la de sus jeans.

Yoongi fue más precavido y conciso, él sabía lo que quería. Yoongi era un adulto, y comprendía la inocencia de aquel chico.

Sin murmurar ninguna palabra clara, sólo chasquidos con su boca se acercó hasta la espalda de Hoseok apenas tocándola como si fueran caricias, Hoseok tragó aire ante el leve toque pero no quería darse vuelta, la vergüenza y el pánico estaban consumiéndolo.

—Yo creo que es mejor que te quedes. — El tono firme de Yoongi pintaba una escena totalmente distinta a la que Hoseok había imaginado en su mente.

Él sólo quería bajar las escaleras y correr, pero no lo hizo. Se alejó unos cuantos pasos poniendo su mano sobre el barandal de las escaleras cortando de esta forma el leve toque de su profesor. A Hoseok todavía le quedaba algo de cordura, pero Yoongi no se rindió.

Adelantó los pasos de distancia que Hoseok había tomado pero esta vez fue claro con su propuesta y prepotencia. Tocó la cintura de Hoseok y delineó con uno de sus dedos el borde de su ramera, para levantarla apenas unos milímetros y poder hacer contacto con su piel. Al principio fueron leves toques con sus dedos y al notar la relajación del cuerpo de Hoseok, él apoyó su mano completa en el estómago del chico.— ¿Puedo? —. Murmuró Yoongi en la oreja de Hoseok, liberando con sus palabras una leve corriente de aliento; una corriente eléctrica sacudió el cuerpo de Hoseok, nunca nadie lo había tocado así, no de ésta forma, no con una erección de por medio que al parecer no bajaba. Hoseok cerró sus ojos con templanza, y asintió con su cabeza sin saber bien que hacía, él solo quería sentirse bien.— Haz que deje de doler. — Susurró Hoseok con el tono de voz más inocente e inexperto que Yoongi haya oído en su vida. Y ahora, en ese preciso momento Hoseok no era el único que tenía un bulto entre sus pantalones, su profesor se hizo partícipe de esto.

El Instructor de Piano +18-YOONSEOKWhere stories live. Discover now