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Me sonrió. Idiota, ¿por qué seguía aquí? De cierta forma me alegro, pero ¿y si se enferma?

—Llegaste... —susurró.

—L-lo siento Calum... No hay excusa para haber llegado tarde.

—No importa Lu-

—Sí importa —le interrumpí. —Además, ¿eres tonto? ¿Por qué aún estás bajo la lluvia? ¿Por qué me esperaste a pesar de haber tardado?

Esbozó una sonrisa.

—P-pero i-gual viniste, sabía que lo harías —sonrió, estaba titiritando del frío —Valió la pena esperar...

Suspiré en conjunto con una sonrisa y lo tapé con el paraguas, no valía la pena, ya estábamos empapados de pies a cabeza, pero igual sentía que ayudaba de cierta forma.

Le extendí la mano, estaba temblando. Aún no podía creer que este chico siguiera aquí, esperándome. Soy una basura.

—Esta es l-la primera vez que e-espe-pero por alguien...

Me quedé un momento pensando. Este chico, el cual nunca espera, ha decidido esperar por mí. Luke Hemmings, ¿por qué siempre lo arruinas todo?

Calum intentó pararse, pero cayó de nuevo en el banco.

—Ven... Todo estará bien —tiré el paraguas, al fin y al cabo lo único que hacía era estorbar.

Lo ayudé a levantarse de nuevo e hice que se apoyará en mí.

—Tú ya me salvaste la vida, ahora me toca devolverte el favor —lo dije más para mí que para él, pero sé que lo escuchó a pesar de estar medio desmayado.

Empezamos a caminar. No sabía a dónde ir, solo sabía que tenía que buscar algún sitio para refugiarnos de la lluvia. Caminamos hasta encontrar un café abierto, entramos en él y lo senté en una silla, estábamos temblando de frío y el aire acondicionado del lugar no ayudaba.

—Disculpe... —se acercó una chica bajita cabello marrón con flequillo y con un delantal, supuse que trabajaba aquí. —No puede quedarse aquí así mojado, mi jefe me va a llamar la atención si no salen...

La chica parecía apenada por decirlo, pero no puedo creer que nos eche a la calle con esta tormenta.

—¿Pero no ves como está allá afuera? Mira a mi amigo, ¡está casi desmayado!

—Lo siento, pero deben retirarse. —dijo un poco más firme.

—No... No nos ire-

—L-luke... va-vámonos ¿sí? —dijo Calum tomando mi mano e interrumpiéndome.

—Calum, estás demasiado frío... —me agaché para verlo y luego mirar a la chica haciéndole una mueca de súplica para quedarnos.

Suspiró y se fue. Yo sonreí un poco, pero luego se desvaneció al escuchar a Calum toser, se iba a enfermar.

Así que lo abracé, solo porque no sabía qué hacer para darle calor. Lo abracé por mucho tiempo, era como si tuviese miedo de que si lo soltara se desvaneciera.

—Hey... Les traje esto... —dijo la chica de hace rato extendiéndome una toalla para secarnos.

—Gracias. —tomé la toalla y le sonreí.

—Adelaida, la tormenta de afuera no es nada normal. —dijo un hombre formal con rasgos asiáticos entrando al local.

—B-buena tardes señor Park. —dijo "Adelaida", la cual parecía nerviosa. Quizá ese hombre era el jefe.

All my loving || cake hoodingsWhere stories live. Discover now