Capítulo 5

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Cesar sabía que esa gente era peligrosa y que no era buena idea ir solo, pero aún así, tenía que intentarlo. Necesitaba hallar a Ryu.

En el club no quisieron darle información, ni porque era el hijo de Demian More, o tal vez justamente porque era su hijo.

Por primera vez, maldecía, el haberse comportado toda su vida como un caprichoso niño rico, y ser sólo eso, un estúpido muchacho que se siente superior porque está protegido por el dinero de su familia, pero ahora, necesitaba más que nunca poder comportarse como un verdadero hombre y ser capaz de recuperar y proteger a quien amaba tanto.

Consiguió finalmente que uno de los empleados del club le diera, confidencialmente, algo de información útil: Ryu no estaba allí, lo había comprado un hombre para su exclusiva casa de prostitución, a los pocos días de que lo hubieran llevado allí.

Tendría que viajar hasta ese lugar si quería averiguar si realmente estaba Ryu allí. El lugar era un discreto y exclusivo resort, pero él era el hijo de un multimillonario, así que probablemente no le hicieran problemas.

Sin pensarlo, manejó varias horas, hasta llegar aquel lugar. Las elegantes instalaciones, con aspecto de hotel, no denotaba que allí se ejerciera prostitución alguna, pero Cesar sabía que como siempre las apariencias engañan.

Se alojó en una suite y le mostró a la recepcionista, discretamente, la tarjeta que le pasara el empleado del club, la mujer lo observó y con una amplia sonrisa preguntó:

-¿Primera vez? ¿Me da su numero de reservación, por favor? -no sabía que tenía que haber hecho reservaciones.

-Quien me recomendó el lugar no me habló de hacer reservas -salió del paso.

-Tendrá que hablar con el gerente entonces -replicó la mujer con la misma sonrisa.

-Guíeme.

La mujer lo llevó a hablar con un elegante hombre, el cual lo atendió con frialdad y desconfianza al principio, pero al saber que era el hijo de More, se relajó y discutieron los detalles junto a un vaso de whisky.

-Debe comprender porqué somos tan cautos.

-Lo entiendo -respondió Cesar intentando mantenerse tranquilo e impasible.

-Y dígame, señor More hijo... ¿Qué clase de compañía busca? Tenemos un amplio catalogo. Hay mujeres hermosas de distintas nacionalidades y razas...

-En realidad busco algo distinto...-balbuceó.

-Perdón, pero no trabajamos con menores, aunque hay algunas que tienen un provocador rostro de bebe.

-No. No busco mujeres...-dijo con un dejo de vergüenza.

-Oh. Entiendo. No hay problema. ¿Tiene alguna preferencia? Si quiere a alguien con quien ser muy rudo eso cuesta más, ya sabe; la mercancía se daña.

-Quiero alguien muy joven ¿Tiene fotos?

-¿Rostros tiernos y dulces? Creo que hay de esos disponibles. Espere un momento. -El hombre hizo un llamado por el celular y un par de minutos después apareció en la oficina otro hombre con una Tablet en las manos. La entregó y salió nuevamente. - El catalogo -dijo con una fría sonrisa.

El gerente le fue enseñando las imágenes y dando una breve descripción de las "virtudes" de cada acompañante, hasta que finalmente allí estaba; la foto de Ryu, aunque esa gente le había dado un nombre diferente.

EL PRECIO DE AMARWhere stories live. Discover now